Biólogo, botánico, investigador del CNRS, especialista en plantas tropicales y exóticas, Patrick Blanc, el científico del pelo verde, debe su fama a la invención de los jardines verticales. Un revolucionario concepto de ecología urbana surge sus conocimientos. Una idea que está extendiéndose por el mundo y que ha llegado incluso a España con diferentes obras en Madrid, Barcelona, Ibiza, Mallorca o Tenerife.
Las raíces de Patrick Blanc
Patrick Blanc nació el 3 de junio de 1953 en Issy-les-Moulineaux, a las afueras de París. Su pasión por las plantas le viene de lejos: en 1965, con 12 años, una foto lo retrata en el Jardín Botánico de Lisboa mientras admira con un aire soñador un gigantesco ejemplar de Monstera.
En 1972, siendo apenas un veinteañero, una serie de fotografías lo documentan inmerso en la selva durante un viaje a Malasia y Tailandia.
En 1978 se licenció en Biología y se especializó en Botánica y, desde 1982, es investigador del CNRS (Centro Nacional para la Investigación Científica) y responsable del Laboratorio de Biología Vegetal Tropical de la Universidad de París VI Pierre et Marie Curie.
En 1986 diseñó el jardín vertical de la Ciudad de las Ciencias y la Industria de París y, en 1988, registró la patente número 8810705 para su invención de los jardines verticales. A esto le seguiría toda una serie de éxitos: la tesis de doctorado (1989) sobre la biología de las plantas subtropicales; su licenciatura en la Academia de Ciencias (1993); sus instalaciones más famosas, incluido el jardín vertical del acuario de Génova en 2000, y sus primeros libros. Su mayor éxito literario fue «El jardín vertical: de la naturaleza a la ciudad», publicado en 2008.
En 2010, la revista Time incluyó el jardín vertical en su lista de los 50 mayores inventos del año. Diez años después emprendió un gran viaje por Guatemala. En enero de 2021, tras un año sin explorar los bosques tropicales, decidió ir a sumergirse en los densos bosques tropicales de las montañas del este de Tanzania, repletos de especies endémicas.
Pero la aventura continúa con una multitud de proyectos nuevos de los que habla desde su casa de Ivry, una casa selvática perfecta para él.
Entrevista a Patrick Blanc
¿Cuándo y cómo se le ocurrió la idea de los jardines verticales?
Era un adolescente apasionado de los acuarios; tenía bastantes, así que me surgió el problema de la purificación del agua. Había leído en una revista especializada alemana que las raíces del filodendro, una planta de crecimiento rápido, tenían la capacidad de absorber el exceso de sales minerales y de nitratos de oxígeno. Usé el filodendro de mi madre y se me ocurrió la idea de fijarlo con un soporte en la pared que estaba encima del acuario para que las raíces crecieran hacia abajo y acabaran introduciéndose en el agua. ¡Funcionó! Las plantas purificaron el agua. La idea nació de manera experimental y después fui perfeccionando el sistema del sustrato de soporte y conseguí que el agua se colase entre las plantas, todo gracias a la experimentación. Y la experimentación sigue siendo a día de hoy el hilo conductor de mi trabajo.
¿Cómo elige las plantas para sus proyectos de jardines verticales? ¿En función de la luz o del ambiente?
Eso también exige mucha experimentación. Por ejemplo, a principios del 2020 en Kuwait, he instalado un jardín vertical de 410 m de longitud para un centro comercial en el que he colocado 150.000 plantas de 104 especies diferentes, ordenándolas según su exposición a la luz, a la climatización… Todo se basa en la experiencia y cambia según cada caso: si el muro está en el interior o en el exterior, si está orientado hacia el norte o hacia el sur, en qué lugar nos encontramos, cómo es el clima en el exterior... En Australia he utilizado únicamente 250 especies endémicas del sur del país y he hecho lo mismo en San Francisco para un jardín vertical realizado únicamente con plantas de la zona. En París o Madrid es distinto: no existen tantas plantas endémicas, así que selecciono distintas especies; es una experimentación continua y cada muro es único.
¿Pueden los jardines verticales ser también una solución a los problemas de emisiones de CO2, de aumento de la temperatura y de contaminación?
Los jardines verticales son importantes por diversas razones. En primer lugar, por el efecto psicológico de poseer un espacio verde en el centro de una ciudad, de un hotel o de un centro comercial. Es un concepto distinto al jardín tradicional, por el que se puede pasear. En el caso de los jardines verticales, en cambio, es posible descubrir un fragmento de la naturaleza del mundo con una variedad de especies increíbles. Es una naturaleza que llega de forma inesperada y directa a una calle o un edificio. El efecto psicológico es muy importante, especialmente hoy, ya que se vive más en las ciudades. Igual de importante es la protección de la biodiversidad: pájaros, mariposas y otros animales encuentran su refugio aquí, en pleno centro urbano. Y, naturalmente, las plantas de los jardines verticales desempeñan su papel de filtro natural, purificando el aire y absorbiendo el polvo y los microorganismos gracias a la humedad y a un efecto electrostático que llega incluso a capturar y absorber el humo de los cigarros. Además, los jardines verticales de los centros comerciales, por ejemplo, contribuyen a reducir el consumo de energía gracias a su capacidad de modular la temperatura, más fresca en verano y más cálida en inverno, y desempeñan una importante función de aislamiento acústico. ¡El equilibrio perfecto!
Para adaptarse al cambio climático, ¿deben las ciudades convertirse en ciudades verdes?
Sin lugar a dudas. En París, por ejemplo, el verano de 2019 fue muy cálido. En mi calle, la temperatura alcanzó los 43°C, pero fui capaz de reducirla 15 grados en el interior de manera natural: la transpiración de las plantas absorbe el calor. En la actualidad se están extendiendo también en gran medida las cubiertas vegetales. ¿En qué se diferencia un jardín vertical de un techo verde? La idea de los techos recubiertos de vegetación llega del norte de Europa y surgió como una forma de garantizar el aislamiento y la protección. En general, ofrecen una menor transpiración y, por tanto, una menor reducción de la temperatura, y no se riegan con el mismo sistema ni con la misma regularidad que los jardines verticales. Además, no constituyen el refugio ideal para pájaros ni mariposas. Digamos que ambos sistemas pueden ser complementarios.
¿Es posible aportar nuestro granito de arena y transformar, por ejemplo, nuestras casas en residencias más verdes y sostenibles?
Claro. Por ejemplo, creando pequeños jardines verticales en el baño, adaptaremos mejor el ambiente a la humedad y la luz. Los jardines verticales no tienen por qué ser enormes, un pequeño jardín vertical ya es un gran paso adelante.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Estoy trabajando en un proyecto enorme de transformación verde de la terminal del aeropuerto de Singapur, en numerosas instalaciones vegetales (en paredes o suspendidas) en el gigantesco complejo de viviendas y oficinas de Shenzhen (China), así como en un proyecto para un conjunto de villas en Oakland (California). En Francia tengo en marcha un proyecto de un gran jardín vertical en un centro de outlets a 100 kilómetros al este de París, junto a Giverny, mientras que en la propia capital estoy trabajando en otro gran proyecto de vegetalización de Porte de Gentilly dentro del proyecto Réinventer Paris.
Usted viaja por todo el mundo y conoce y estudia plantas exóticas; tanto es así que una nueva especie de begonia descubierta en la isla de Palawan, en Filipinas, ha sido bautizada Begonia Blancii en su honor. Pero su base de operaciones sigue siendo su casa parisina de Ivry, ¿verdad?
Sí, viajo mucho. De hecho, fui a los bosques de Tanzania el pasado mes de enero. ¡Fabuloso porque todo estaba en flor en esta pequeña temporada de lluvias y no había turistas! La inspiración me viene de todas partes del mundo. En mi “casa verde” hay plantas de todo el planeta, pájaros, mariposas, ranas y, naturalmente, ¡un gran acuario!
De Francia al resto del mundo
París es la que se lleva la mejor parte, pero hemos hallado más jardines verticales en otras ciudades francesas y del resto del mundo.
Musée du Quai Branly, París
Realizado en 2004, 800 m2 y 15.000 plantas de 150 tipos distintos. En 2017 se amplió con 350 especies diferentes procedentes de todo el mundo.
L’Oasis d’Aboukir, 2° distrito, París
El jardín vertical del número 83 de la rue d’Aboukir es, sin duda, uno de los más bellos de París. Posee 7.600 plantas de 273 especies diversas.
Hotel Pershing Hall, 8° distrito, París
Imponente e insólito, se instaló en 2001 en el interior del edificio del hotel, en el número 49 de la rue Pierre Charron. Otro jardín vertical de Blanc en un hotel es el realizado en 2016 para el Green Hotel Paris 13, en el número 90 de la rue de Patay, que ocupa las seis plantas de la fachada.
Rue d’Alsace, 10° distrito, París
Creado en 2008, desde el número 11 al 21 de la rue d’Alsace, es el más grande de París con 1.400 m2 de superficie, 27 metros de altura y 40.000 plantas de más de 110 especies distintas.
BHV Homme, 4° distrito, París
El jardín vertical del gran comercio BHV Homme, en el número 35 de la rue de la Verrerie, en el barrio de Marais, es una sorpresa en el centro de París.
Aix-en-Provence
En Aix-en-Provence es posible admirar un grandioso puente vegetal, el puente Max Juvénal, que en 2008 fue recubierto con más de 20.000 plantas sobre una superficie de alrededor de 650 m2 en su cara norte.
Toulouse
Aquí se pueden contemplar dos jardines verticales, el primero en la Cité de l´Espace (2005) y el segundo en el Museo de Historia Natural (2007).
Lyon
En este caso, el jardín vertical se instaló en el aparcamiento subterráneo de la estación de Perrache. Se puede contemplar otro jardín vertical en la biblioteca de la Part-Dieu.
Aviñón
En el mercado de Les Halles de Aviñón, la fachada norte está completamente revestida por un jardín vertical de 600 m2 y un total de 20 plantas por metro cuadrado.
5 jardines verticales
- El Rain Forest Chandelier del EmQuartier de Bangkok, una de las obras más recientes, con 103 m de longitud, es la estructura suspendida revestida por completo de plantas más larga del mundo.
- La estación de Yamaguchi del tren de alta velocidad japonés presenta más de 100 especies diferentes.
- El jardín vertical de Le Nouvel, en Kuala Lumpur, con 200 especies repartidas sobre 8 fachadas, posee la mayor concentración de enredaderas del mundo en un rascacielos.
- El jardín vertical más grande del mundo se realizó en 2013 en Clayes-sous-Bois.
- El jardín vertical más alto del mundo se encuentra en Sidney desde 2013.
Trabajos de Patrick Blanc en España
- Jardín vertical de la CaixaForum en Madrid (2007).
- Jardín vertical de la Oficina de Turismo, en la Plaza de España, Santa Cruz de Tenerife (2007).
- Jardín vertical de la Torre de Cristal en Madrid (2008).
- Jardín vertical de la Fábrica Moritz en Barcelona (2008).
- Villa privada en Mallorca (2009).
- Los maceteros de colores del edificio Life Marina (Ibiza) albergan multitud de flores (se terminó la plantación en 2012).
Por Rosalba Graglia
Periodista. Nacida en Turín, francesa de adopción. Lleva muchos años escribiendo sobre viajes y comida. Colabora con revistas de viajes como Bell'Europa, Bell'Italia, In Viaggio, Gambero Rosso y periódicos como La Stampa. Ha escrito varias guías de viaje y libros sobre Francia. En 2019, fue galardonada con la Medalla de Oro del Turismo Francés.