Con su gran riqueza patrimonial, cultural e histórica, Francia te ofrece multitud de lugares para descubrir durante tu estancia. ¿Deseas sumergirte en sus grandes momentos históricos? ¿O descubrir las obras de arte expuestas en los museos del país? ¿O tal vez prefieras conocer los tesoros arquitectónicos que se esconden en las profundidades de cada rincón de Francia? Hemos seleccionado para ti los 10 lugares culturales, fuera de París, que no debes perderte durante tu estancia en el país galo.
Francia es una tierra de contrastes donde la cultura ocupa un lugar predominante. Francia ofrece una rica y variada oferta arquitectónica, artística e histórica.
- Más de 40.000 monumentos y sitios protegidos, un tercio de ellos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial.
- 51 sitios y lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
- 8.000 museos
- Cerca de 500 festivales y temporadas de teatro, conciertos y danza.
- Espacios museológicos de nueva generación, que incorporan procesos interactivos
- Parques y jardines excepcionales
Estos son los 10 lugares, fuera de París, que te proponemos visitar durante tu estancia en Francia.
1 - El Museo Louvre-Lens
Mezcla armoniosa de cristal y luz, la arquitectura del Museo Louvre-Lens no te dejará indiferente. Situado en el corazón de la cuenca carbonífera de Nord-Pas-de-Calais, en la región de Altos de Francia, el edificio está rodeado por un parque paisajístico de 20 hectáreas diseñado por Catherine Mosbach en colaboración con la agencia SANAA, que ofrece un soplo de aire fresco y naturaleza. El museo Louvre-Lens te sumerge en un viaje por el tiempo a través de sus diferentes exposiciones. En primer lugar, en la Galerie du Temps (Galería del Tiempo), atravesarás más de 3.000 m2 de obras que representan los grandes periodos de la historia del mundo. Durante el recorrido, descubrirás esculturas, pinturas e incluso objetos arqueológicos de cada una de las épocas representadas. Éstas varían con cada estación, ofreciéndote una visión en profundidad de un periodo representado en la Galerie du temps. - 7 cifras a conocer sobre el Museo Louvre-Lens
2 - El Centro Pompidou de Metz
Visitar el Centro Pompidou de Metz es una experiencia inigualable. Fácilmente identificable por su cubierta que se asemeja a un sombrero chino, este museo dedicado al arte moderno y contemporáneo ofrece una aventura única incluso antes de adquirir la entrada.
Tan pronto como entres en el edificio, llamado el Foro, tus ojos quedan atrapados por el descubrimiento de la estructura de madera del tejado mencionada anteriormente. A continuación, se accede a la Gran Nave. Este espacio de 1.200 m2 cuenta con alturas de techo que oscilan entre los 5,7 m y los 18 m. Esta vertiginosa característica permite al museo exponer algunas de las obras más grandes e imponentes de Europa.
Para continuar la visita, pasea por las 3 galerías totalmente modulables para descubrir las obras expuestas. A lo largo del año, de 4 a 6 exposiciones se suceden para ofrecerte diferentes ángulos sobre las artes plásticas, el arte contemporáneo o incluso las imágenes de vídeo y la danza.
Cada galería te permitirá también descubrir la ciudad de Metz gracias a una vista sin obstáculos de la catedral, la iglesia Sainte-Thérèse o la estación de ferrocarril de la ciudad.
3 - Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo, en Marsella
Imprescindible en una visita a Marsella, el Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo, conocido como Mucem, es un museo nacional del siglo XXI dedicado a las diferentes civilizaciones mediterráneas. Su Galería del Mediterráneo invita a descubrir los grandes momentos de cada civilización, mientras que en su segunda planta te esperan exposiciones temporales. El Mucem también cuenta con un auditorio donde podrás disfrutar de conciertos, espectáculos y proyecciones de películas. También podrás relajarse en su librería o disfrutar de una sabrosa comida en su terraza panorámica.
Además, visitar el Mucem también es una oportunidad para descubrir el Fuerte Saint-Jean y el Centro de Conservación y Recursos (CCR), que se encuentran en las proximidades.
La historia del Fuerte Saint-Jean se remonta al siglo XII y está estrechamente vinculada al desarrollo de la ciudad de Marsella. Gracias a la pasarela que une el fuerte con el espacio J4, podrás admirar espléndidas vistas panorámicas. Basta con dar unos pasos para reponer fuerzas en el tranquilo verdor del nuevo jardín mediterráneo. Durante la temporada estival, también se ofrecen numerosos espectáculos al aire libre.
El CCR, por su parte, se utiliza para almacenar las diversas colecciones del Mucem. Si visitas sus zonas abiertas al público, podrás echar un vistazo entre bastidores a los más de 14.000 m2 del museo. Desde la conservación hasta la restauración, podrás admirar el extraordinario trabajo de los conservadores y restauradores.
4 - El Palacio de los Papas, en Aviñón
Clasificado Patrimonio Mundial de la UNESCO, el Palacio de los Papas es el mayor palacio gótico del mundo. Residencia de nueve Papas desde el siglo XIV, podrás visitar los apartamentos privados de los Papas, los claustros, las salas de ceremonias o los Jardines del Palacio, el Jardín Papal y el Huerto Urbano V.
¿Te gustaría aprovechar una visita guiada en tu propio idioma para comprender plenamente todo lo que hay por descubrir en estos lugares cargados de historia? Es perfectamente posible gracias a Histopad. Gracias a la tableta que se te proporcionará a la entrada, podrás descubrir más de 25 salas a través de la realidad aumentada, dándoles vida y sumergiéndote en el corazón de la historia del palacio y de Aviñón. Sencillo y divertido de usar, el Histopad ofrece una experiencia única, en la que cada uno descubre el palacio y las reconstrucciones disponibles a su antojo. Accesible tanto para adultos como para niños, la visita dura alrededor de 2 horas para el palacio y media hora para los jardines.
5 - El Monte Saint-Michel, en Normandía
El Monte Saint-Michel y su bahía son Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1979. Hay varias formas de llegar a la isla y explorar sus emblemáticas calles. Desde las más tradicionales, como puede ser un paseo con un guía, hasta las más deportivas, a caballo, en kayak o en bicicleta, cada una de ellas te hará descubrir la bahía de una forma única. Eso sí, infórmate bien de los horarios de las mareas y hazte acompañar por un monitor profesional.
A medida que te acerques, la icónica silueta del Mont se irá haciendo más nítida para revelar la abadía benedictina sobre la que se asienta el Arcángel Saint-Michel, que hace que el lugar sea siempre reconocible, y luego el pueblo medieval que se encuentra a sus pies.
Al llegar a la isla, podrás observar las murallas del monte que protegen el pueblo del Canal de la Mancha. Sube los innumerables escalones hasta la abadía para descubrir su arquitectura, que se funde con la roca. Te encontrarás en el centro de un panorama único y luminoso, que podrás disfrutar más aún a primera hora de la mañana o al atardecer.
6 - El Puente del Gard, en Occitania
Auténtico tesoro de ingeniería y arquitectura, el Pont du Gard es testigo del pasado romano de la región. Clasificado Monumento Histórico en 1840 e inscrito posteriormente en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, es el puente-acueducto más alto del mundo, con 49 m de altura. El Pont du Gard tiene 6 arcos en el nivel bajo, 11 en el nivel medio y 35 en el nivel superior, 11.000.000 de bloques de piedra, 50.000 toneladas y 275 m de longitud.
Para descubrir toda la historia de este extraordinario monumento, la página web del Pont du Gard ofrece diferentes modalidades. En primer lugar, la visita autoguiada, que da acceso al primer nivel del puente y a las zonas de descubrimiento. La visita guiada, por su parte, es perfecta para conocer la historia y la construcción del edificio. Todos los días se organizan también paseos musicales y temáticos.
El Pont du Gard cuenta también con un museo multimedia, un Espace Ludo repleto de actividades educativas adaptadas a niños de 5 a 12 años y un cinemascope. Ya sea en familia, en pareja, en grupo de amigos o solo, su visita puede durar desde 30 minutos hasta medio día, en función de lo que quieras descubrir.
7 - Los castillos del Loira
Construidos originalmente como lugares de defensa durante los enfrentamientos entre los reyes de Francia, Inglaterra y los duques de Borgoña, los castillos del Loira se han convertido en lugares destacados de la historia de Francia. Existen más de cien castillos repartidos a lo largo de cada orilla del Loira. Aunque no todos están abiertos al público, muchos de ellos sí se pueden visitar. Podrás descubrir estos tesoros arquitectónicos e históricos. Desde su construcción hasta sus pequeñas anécdotas, cada uno tiene ese "algo especial" que lo diferencia de otros castillos y que te hará apreciarlo.
Entre los más conocidos, te recomendamos el Castillo de Chenonceau. Su impresionante colección de pinturas, tapices y muebles te transportará entre las obras de artistas de los siglos XVI al XVIII. Conocido como el Château des Dames, (Castillo de las Damas) perteneció primero a Katherine Briçonnet. Posteriormente fue regalado a Diana de Poitiers, favorita de Enrique II. A la muerte del rey, el castillo pasó a manos de su esposa, la célebre Catalina de Médicis.
En cuanto al Castillo de Chambord, goza de gran renombre gracias a su impresionante arquitectura. Encargado por Francisco I para impresionar a sus visitantes durante las memorables cacerías, el castillo lleva la impronta de Leonardo da Vinci, sobre todo en una escalera helicoidal que no te dejará indiferente.
Visitar los castillos del Loira también significa disfrutar de sus cuidados jardines y de los magníficos paisajes de la región.
8 - El viaducto de Millau, en Occitania
¿Planeas visitar el Aveyron? Aprovecha la ocasión para visitar el Viaducto de Millau. Su estructura contemporánea es un auténtico desafío arquitectónico. Con 343 m de altura, el viaducto tiene 2.460 m de longitud.
Sin embargo, toda la estructura parece flotar ligeramente en medio del paisaje, y su diseño es impresionante. Además de la vista desde el viaducto, hay numerosos miradores desde los que se puede disfrutar de este magnífico panorama. Un museo que explica la creación del viaducto y las etapas de su construcción saciará tu sed de descubrimientos.
9 - La ciudadela medieval de Carcasona
Si deseas viajar en el tiempo hasta la Edad Media, la ciudadela de Carcasona es el lugar más indicado. Entra por la Porte narbonnaise y encontrarás desde el rastrillo hasta la atalaya y las dos torres de vigilancia. A continuación, recorre las estrechas calles empedradas de la ciudad para descubrir sus casas de piedra construidas unas junto a las otras.
Siguiendo las murallas de los siglos IV y XIII, disfrutarás de una impresionante vista de los Pirineos antes de llegar al castillo condal y su museo. Más adelante, la basílica de Saint-Nazaire y sus magníficas vidrieras te mostrarán una armoniosa mezcla de arquitectura románica y gótica.
El Museo de la Inquisición te transportará a los oscuros siglos donde se cazaban herejes. A continuación, cruza el Pont Vieux y sus 12 arcos desiguales para llegar a la Bastida Saint-Louis. En este lugar se encuentra la catedral de Saint-Michel. El estilo sombrío del edificio contrasta con el de la basílica de Saint-Nazaire. Para descansar un poco, termina tu visita dando unos pasos por el Canal du Midi, mundialmente famoso por su verdor, su tranquilidad y sus gabarras.
10 - Catedral de Notre-Dame de Reims
Más antigua que Notre-Dame de París, la Catedral de Notre-Dame de Reims es a la vez un tesoro arquitectónico y un lugar destacado de la historia de Francia. La catedral ha resistido el paso del tiempo, acogiendo las coronaciones de más de treinta reyes. La historia recuerda también el bautismo de Clodoveo y, mucho más cerca, la misa de reconciliación franco-alemana que reunió al general De Gaulle y al canciller Adenauer.
La armonía de la Catedral de Notre-Dame de Reims se percibe a primera vista. Luminosa, imponente, magnífica... cuesta encontrar las palabras, ya que su altura y sus 2.300 estatuas impresionan. Junto a las estatuas, observarás numerosos bajorrelieves, así como el ángel sonriente que vigila a los visitantes. Iluminado por la Grande Rose, deja que tu mirada se pierda por las vidrieras contemporáneas de Marc Chagall antes de disfrutar de una visita guiada apta para todos los públicos, que te hablará del diseño y la historia de estos lugares declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Recomendaciones y consejos:
¿Te gustaría disfrutar de cada visita con tranquilidad y evitar las multitudes? Si es así, te recomendamos planificarlas en horarios menos concurridos. Otra opción es organizar tus visitas durante los periodos fuera de temporada. Esta estrategia no solo te permitirá evitar aglomeraciones, sino que también disfrutarás de alojamientos más económicos y tarifas reducidas. Aunque todos los lugares propuestos son accesibles a pie o en bicicleta, es importante saber que también se puede llegar fácilmente en transporte público.
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Por France.fr
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