Este emblemático hotel caribeño, cada vez más elegante e intimista, comienza una nueva vida tras su últim transformación. Y más que nunca, se inspira en el profundo azul de la laguna.
10h - La bahía como una balsa de aceite
Las 39 suites han sido rediseñadas con la misma pureza contemporánea que las originales. Nada más entrar en la "Grand Suite Plage", toda ella en discretos tonos de color, te atraerá la deslumbrante vista a través de las contraventanas. Un auténtico tableau vivant.
11h - Una villa XXL sólo para ti
¿Y si nos ofrecemos un refugio familiar exclusivo? Una villa de más de 650 m² que incluye las terrazas (con piscinas climatizadas) y el jardín situado en la bahía de Grand-Cul-de-Sac. A menos que prefieras el "Fisherman's Village" y sus 2 o 3 suites comunicantes. En pareja o con tu tribu, cada suite cultiva un universo intimista.
12h - Desayuno bajo los cocoteros
No hay necesidad de elegir entre un plato o una siesta: en el nuevo restaurante de la playa, puedes cambiar de la mesa a la tumbona en menos tiempo del que se necesita para disfrutar de una ensalada vitaminada o un jugo de desintoxicación. Languidecer de dicha a la sombra de los cocoteros...
15h - Evasión en el spa
En Sereno hay... serenidad. Si la tranquilidad es una constante, es en el spa donde adquiere toda su resonancia. En el bonito pabellón de madera frente a la bahía, nos dejamos mecer por el oleaje y nos abandonamos a los tratamientos tonificantes diseñados por Valmont, la marca que saca su saber hacer de la energía de los glaciares.
19h - El Mediterráneo por debajo de los Trópicos
Bajo el techo de roble del restaurante, no sabrás si sentarte viendo el panorama de 180° o cenar con los pies en la arena. En cualquier caso, podrás afinar tu paladar antes de saborear la cocina de los chefs Raffaele Lenzi y Leonardo Panza, cuyos platos mezclan influencias francesas e italianas. Como sus Spaghetti alla Aragosta (espaguetis con bogavante) o su escalope de ternera con hueso "alla milanese" con ensalada de tomate...
8h - Una postal de ensueño
Con unas vistas tan intensas cuando te despiertas, imposible dejar la comodidad de tu cama. Optamos por el servicio de habitaciones para disfrutar del desayuno sin perder ni una pizca de la postal que tenemos de fondo. Las palmeras susurran con la brisa, los pájaros se invitan al festín, mientras soñamos con retener el tiempo.
9h - 29º por la mañana
En Saint-Barthélemy, la temperatura del mar varía entre 26° y 29°. Aprovechamos la calma de la mañana para sumergirnos en el mar deliciosamente templado: con 180 m de playa privada, la bahía se convierte en una piscina ideal... Y un buen preludio para una última sesión de meditación con los ojos bien abiertos en el encantador azul del mar Caribe.
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Por Anne-Claire Delorme
Periodista y viajera.