24 horas en el hotel Gray d’Albion en Cannes

Este es uno de esos establecimientos que los entendidos se recomiendan entre sí. Ubicado en la calle Serbes de Cannes, justo detrás del paseo de la Croisette pero alejado del bullicio del paseo marítimo, Le Gray d’Albion es un remanso de paz. Tanto los habituales, como el cineasta italiano Nanni Moretti, como los nuevos clientes aprecian la nueva disposición del vestíbulo de entrada. Ahora se integra perfectamente con la recepción, la conserjería y el bar, creando una hermosa perspectiva. Las paredes están revestidas de mármol ligeramente veteado, paneles de madera noble suavizan las conversaciones y la luz se filtra desde la gran escalera. Nos adueñamos del lugar... sin prisas.

En pleno centro de Cannes, Le Gray d’Albion se presenta desde siempre como el refugio secreto de las estrellas del séptimo arte. Se comprende cuando al descubrir el confort refinado pero sin ostentación de sus habitaciones y suites. Un diseño depurado, un mobiliario transparente de la firma Philippe Starck, monocromía en seda, tonos beige y pardos que dejan que el azul del cielo de la Costa Azul se despliegue a través de los grandes ventanales. ¡Rápido: abramos las cortinas y disfrutemos de las magníficas vistas!

Imposible resistirse a la tentación. En la Croisette, frente al Mediterráneo, nos espera la playa de Le Gray d’Albion, accesible mediante un desembarcadero privado. Cuando hace buen tiempo, se puede comer con los pies en la arena o cenar bajo las estrellas en el restaurante Mademoiselle Gray Plage Barrière. Clásicos italianos o franceses, pescados a la parrilla con toques de sabores libaneses… Una delicia, al igual que la siesta en una tumbona… ¡de incógnito!

Ah, la calle de Antibes, sus escaparates y tiendas de lujo de alta costura y prêt-à-porter, de joyería, marroquinería y perfumería… La tarde ha estado dedicada al paseo, entre la Croisette y las hermosas calles comerciales de Cannes. Nos merecemos una pausa en el bar de Le Gray donde la carta promete delicias dulces o saladas.

Tras una sesión de estiramiento en el espacio de fitness del hotel y por el placer de disfrutar de esta luz incomparable que baña la Costa Azul, aprovechamos los últimos rayos de sol en la playa de Le Gray. En las terrazas panorámicas de las suites, mirando el mar, también estamos en primera línea. ¿Privilegiados? ¡Desde luego, durante una noche mágica!

Si te alojas en el Hotel Gray d'Albion Barrière, déjate tentar por los distintos ambientes de moda de las Tables Barrière de Cannes. Tendrás mucho donde elegir. Pero para nuestra cena, nos enamoramos del restaurante Fouquet's del Hotel Barrière Le Majestic. Es imposible equivocarse, con el chef Pierre Gagnaire al frente y todos los grandes platos clásicos ineludibles de las brasseries parisinas en versión Cannes.

Ayer noche, al regresar a nuestra habitación por los pasillos decorados con grandes fotografías de estrellas del cine, del cual Cannes es cada año la capital mundial en mayo durante el Festival, he visto la noche en tecnicolor. Esta mañana, a la hora del desayuno, el amanecer en la terraza, con vistas de Cannes y del interior de la Costa Azul, es igual de cinematográfico.