24 horas en el hotel Les Roches Blanches para relajarse frente al cabo Canaille

¿Mar o piscina?

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Vista de los acantilados del cabo Canaille desde la piscina del hotel Les Roches Blanches, en Cassis.
© D Delmas - Vista de los acantilados del cabo Canaille desde la piscina del hotel Les Roches Blanches, en Cassis.

Tiempo de lectura: 0 minPublicado el 27 mayo 2019

Dominando el mar, el hotel Les Roches Blanches es una joya Art Déco en medio de los pinos piñoneros y las grandes losas de piedra clara típicas de Provenza. Este establecimiento de 5 estrellas ofrece una estancia refinada e inspiradora en Cassis, frente a los acantilados rojizos del cabo Canaille.

9h - Un establecimiento legendario

Habitación del hotel Les Roches Blanches.
© D Delmas - Habitación del hotel Les Roches Blanches.

Cabezal en latón y laca negra decorada con paneles geométricos, lámparas estilizadas… Con su guiño al estilo Art Déco, las elegantes habitaciones cuentan una historia. La de una casa solariega que fue construida al borde del mar a finales del siglo XIX antes de ser transformada en hotel en los años veinte del pasado siglo. Un hotel donde se alojaron Winston Churchill y Edith Piaf. El encanto mediterráneo sigue surgiendo efecto: paleta de tonos azules del mar, notas de yodo, el canto de las cigarras…

11h - Un balcón sobre el mar

Les Roches Blanches dominan el mar Mediterráneo
© D Delmas - Les Roches Blanches dominan el mar Mediterráneo

Los barcos navegan en la lejanía, los pinos ofrecen su sombra refrescante y el cabo Canaille alza sus acantilados de tonos ocre: la terraza ofrece un magnífico decorado marítimo para disfrutar de un café. El hotel, situado cerca del pintoresco puerto de Cassis, debe su nombre, “las rocas blancas”, a las rocas calizas que esculpen el litoral desde Marsella y dan belleza al Parque Nacional de Calanques. Perfectamente integrado en este lugar natural, Les Roches Blanches cultiva los códigos de los jardines mediterráneos, con muros de piedra seca con terrazas.

14h - Baños infinitos

La piscina del hotel Les Roches Blanches.
© D Delmas - La piscina del hotel Les Roches Blanches.

La original piscina con forma de caracol parece rendir homenaje a las curvas de los pinos inclinados. Un espacio con una elegancia añeja donde tomar el sol o leer un rato, a menos de preferir dedicarse a la contemplación desde la piscina de desbordamiento orientada hacia la playa. Con sus líneas depuradas y sus mosaicos negros, aporta un toque contemporáneo al hotel. La más bella de las piscinas es, sin embargo, el mar, accesible mediante una escalera cavada en la roca.

17h - Evasión en el spa

Spa del hotel Les Roches Blanches.
© D Delmas - Spa del hotel Les Roches Blanches.

Dando al jardín y a la bahía de Cassis, el spa ofrece 4 cabinas cuyas aperturas parecen haber sido pensadas como cuadros vivos que invitan, aquí también, a la contemplación. Un momento de intimidad para dejarse envolver por los aromas. El spa está asociado a la marca Sisley que propone unos cuidados fito-aromáticos de altos vuelos. El ambiente “etno-chic” de los espacios de entrada y de descanso supone ya de por sí un viaje. Prosigue en el hammam delicadamente decorado con mosaicos irisados.

19h - Una copa al atardecer

Restaurante del hotel Les Roches Blanches.
© D Delmas - Restaurante del hotel Les Roches Blanches.

En la terraza del bar Le Loup, casi podrías imaginarte estar en la pasarela de un barco, con sus barandillas, su cubierta de madera y su horizonte marino. Al final del día, la luz del sol poniente hace enrojecer los acantilados: un marco lleno de encanto para saborear platos con influencias asiáticas o marinas. Si estás hambriento, dirígete a Belles Canailles para degustar una cocina mediterránea inspirada en el mar. El chef Nicolas Sintes nos deleita con productos locales y de temporada. Al final de la comida, disfruta de un dulce ideado por el pastelero Valentin Fabry.

Por Charlotte Cabon

Periodista.

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