24 horas en un Palace: Cheval Blanc Courchevel

Ubicado en plena estación de Courchevel 1850, este Palace ofrece a los esquiadores un acceso directo a las pistas de Les 3 Vallées, el dominio esquiable más grande del mundo. Pero no hay que ser un campeón para apreciar el espíritu de este lugar.

El frío del invierno es persistente, la nieve revolotea silenciosamente. Pero ya está a la vista el hotel. Para una noche o varios días, nada más atravesar el umbral, una dulce calma nos acompaña. Cada mes de diciembre desde 2006, el gran chalet abre sus puertas y acoge a sus huéspedes hasta la llegada de la primavera.

Al despertar no hay prisas y podemos permitirnos remolonear... Cada una de las 36 habitaciones y suites de Cheval Blanc Courchevel están diseñadas de manera individual por el arquitecto Sybille de Margerie, quien reformula los cánones del estilo y de la decoración de montaña. La sofisticación y la sensualidad de las materias primas -cachemir, piel, cuero-, así como una armoniosa selección de las tonalidades y un exquisito gusto por el detalle, son su sello de identidad. ¿Lo que más nos gusta? La luz natural que lo impregna todo y esas vistas... que quitan el aliento desde las terrazas y balcones.

Ya es hora de descubrir el gran jardín alpino. En trineo de perros o con los esquís. Idealmente situada a pie de pistas, la boutique del Ski Service ofrece marcas de esquís y botas de última generación. Para redondear una experiencia única, el hotel ha producido sus propios esquís en colaboración con el fabricante Lacroix. ¡Rendimiento y fuertes sensaciones garantizados!

Entrar en calor en pleno invierno, tomar distancia respecto a lo cotidiano viajando por un mundo de sensaciones… Cheval Blanc y Guerlain han desarrollado en exclusiva para los clientes del hotel una colección de productos de spa especialmente pensados para usar en tratamientos de belleza para los deportes de invierno. Cuatro cabinas y un salón exclusivo para dos personas te esperan en el spa del hotel. ¿La joya de la corona del spa? El salón Orchidée (orquídea), dedicado en su totalidad a la prestigiosa gama de cuidados corporales Orchiée Impérial. ¡El sumum del deleite!

La piscina del spa, que parece esculpida en las mismas montañas que rodean el hotel, invita al relax más absoluto. Observar a través de los ventanales la nieve caer mientras te zambulles en la piscina principal, o mientras desconectas en el jacuzzi, es sin duda una de las experiencias más relajantes que uno pueda vivir. ¿Necesitas algo más de actividad? No hay problema, una sesión de aqua-cycling te pondrá en forma para el próximo descenso.

Bien sea para tomar el primer café de la mañana, para degustar una apetecible merienda o para tomar una copa con música antes de la cena, el Bar reúne a los huéspedes de Cheval Blanc exactamente como en casa. Cada semana, se programa toda una serie de eventos y fiestas para celebrar la estancia en la montaña. Sorpresas y más sorpresas…

¿Sabías que el 1947 debe su nombre a la cosecha más prestigiosa y la más deseada del vino Château Cheval Blanc. En este excepcional restaurante, galardonado con 3 estrellas Michelin, el chef Yannick Alléno rompe con todas las normas y propone una experiencia gastronómica inédita. Y además, como aquí cenamos en familia -máximo 22 personas por servicio- el chef nos da la bienvenida en su cocina para descubrir algunos de los secretos mejor guardados de la elaboración...

Sofás cómodos y generosos, alfombras de piel y mesitas bajas de madera decoran el Fumoir, al exterior del Bar. Esta auténtica yurta mongola redecorada sugiere un ambiente cálido y sereno que te alejará del mundanal ruido… Además, los puristas podrán disfrutar de una selección exclusiva de puros y espirituosos antes de volver a la habitación.