Me llamo Daniel Jensen, soy fotógrafo de viajes y cineasta y vivo en Copenhague, Dinamarca. A principios de octubre tuve la oportunidad de visitar la Camarga (o Camargue), una región del sur de Francia. Este viaje de cinco días fue una verdadera sorpresa. Creo que hay tres experiencias que son imprescindibles si se viene a esta región de notable diversidad.
1. Paseo a caballo al atardecer
Nuestro paseo a caballo por los hermosos prados de la Camarga viendo la puesta de sol en la distancia fue uno de los momentos inolvidables del viaje. Nuestra guía Heidi Seden tuvo la amabilidad de ayudarnos a preparar nuestros caballos. Mi compañera había montado de niña, así que no tardó es estar lista, pero a mí me faltaba experiencia. Heidi es una excelente profesora que hizo todo lo posible para que me sintiera a gusto, animándome en algunos momentos del paseo. Incluso trotamos y galopamos un poco. Esta experiencia es imprescindible si te encuentras cerca de Saintes-Maries-de-la-Mer, ya que te permite explorar la zona de cerca en un caballo típico de la Camarga. Créeme, no te arrepentirás.
2. Admirar el vuelo de los flamencos rosas al atardecer
Sabía que había flamencos rosas en la Camarga, pero no esperaba ver tantos y por todas partes de la región. Como son aves nómadas, vuelan cada tarde al atardecer para cambiar de hábitat. Por la mañana, visitamos el parque ornitológico de Pont de Gau con Chloé, una guía excepcional que nos acompañó y nos contó todo sobre la región y sus aves endémicas. Nos aconsejó que volviéramos al atardecer y le estamos más que agradecidos. El parque cierra a las 6 de la tarde, pero puedes quedarte todo el tiempo que quieras. Los flamencos alzaron el vuelo alrededor de las 18:45/19:00 horas, y este espectáculo en un cielo resplandeciente sigue siendo para nosotros un recuerdo inolvidable.
3. Explorar la ciudad histórica de Arles
Arles me sorprendió mucho. Es una ciudad rica en historia que se remonta al Imperio Romano, como demuestran sus numerosos e impresionantes monumentos, como el anfiteatro. Podría haber paseado por estas ruinas romanas durante horas porque son muy especiales. Y en los alrededores, hay unas calles muy pintorescas, sobre todo en el barrio de la Roquette, con sus sinuosas calles y sus encantadores cafés. La guinda del pastel es sin duda el nuevo museo y centro de arte de la Fundación LUMA. Con su torre diseñada por Frank Gehry y los numerosos grandes artistas que han dado su toque personal al interior de los edificios, la estructura en sí es tan interesante como las fabulosas exposiciones que alberga. En particular, tuve la suerte de visitar la increíble exposición dedicada a la obra de Annie Leibowitz.
Por Daniel Jensen
Director de fotografía y director creativo residente en Copenhague, Dinamarca. Apasionado por crear imágenes cautivadoras, desde hermosos paisajes hasta conciertos iluminados por neón y la expresión de las personas.