Inspirado por la luz y los colores del Midi, cautivado por el relieve de la Sainte-Victoire, Paul Cézanne magnificó en pintura su Provenza natal. Damos un paseo por la ciudad y el campo de Aix-en-Provence siguiendo los pasos de su más célebre embajador.
El Museo Granet alberga diversas obras de Cézanne
En el elegante barrio Mazarin, este hermoso espacio cultural alberga diez obras del maestro. A finales de la década de 1850, Cézanne acudía a la escuela de dibujo de este antiguo Museo de Bellas Artes. Una copia de un lienzo realizado entre estas paredes por el artista principiante inaugura la colección Cézanne.
La colección cuenta asimismo con un retrato de Zola, compañero de clase del pintor en el instituto Bourbon, hoy instituto Mignet, situado en la misma calle. El futuro escritor agradeció más tarde a su amigo que le había defendido en el patio del colegio regalándole una cesta de manzanas.
En 2025, con ocasión del evento "Année Cézanne 2025", el Museo Granet organiza una gran exposición bajo el título "Cézanne au Jas de Bouffan".
La Sainte-Victoire, musa eterna
Cézanne pintó la Sainte-Victoire, una montaña calcárea que destaca en el cielo de Provenza, tras haberla recorrido numerosas veces durante su juventud con sus amigos Zola y Baille. ¡Aparece en 44 de sus óleos y en 43 acuarelas!
En 1989, un incendio devastador asola Sainte-Victoire, al que los habitantes de Aix están profundamente apegados. Paradójicamente, tras permanecer largo tiempo ignorado por su ciudad natal, este acontecimiento aceleró el reconocimiento de Cézanne en Provenza.
En 1990, El Museo Granet organizó una exposición dedicada al pintor y a la Sainte-Victoire.
La fuerza pictórica de las canteras de Bibémus
Cézanne se inspiró en los tonos ocres y en las líneas gráficas de las canteras de Bibémus, un yacimiento rocoso oculto entre los pinos, cerca de la Sainte-Victoire.
Explotadas por los romanos para construir Aquae Sextia y posteriormente por los constructores del barrio Mazarin en el siglo XVII, las canteras de Bibémus desprenden la poesía propia de las viejas piedras que alimenta a los soñadores.
La casita de piedra que alquiló Cézanne sigue ofreciendo unas vistas magníficas de los macizos de los alrededores cubiertos por la garriga.
Coincidiendo con el evento «Cézanne 2025», se han trazado nuevos senderos con paneles explicativos alrededor del lugar.
Jas de Bouffan, la bastida familiar
Antaño situada en medio del campo, la casa solariega del siglo XVIII de la familia Cézanne vio cómo se desarrollaba el talento de Paul a partir de los veinte años. En Jas de Bouffan, en las paredes del gran salón, realizó doce obras para convencer a su padre banquero de su vocación artística. Tres de ellas se conservan en el Museo de Orsay.
El invernadero o la alameda de castaños están representados en los cuadros del artista que residió aquí unos cuarenta años, durante sus estancias en Provenza.
Cerrada por reformas, la casa reabrirá sus puertas al público coincidiendo con el evento «Cézanne 2025» en Aix-en-Provence.
El estudio de Cézanne, un santuario conmovedor
De 1902 hasta su muerte en 1906, Cézanne trabajó a diario en esta habitación bañada por la luz a través de una gran cristalera, en la primera planta de una casa que mandó construir entre los árboles, en las colinas al norte de Aix-en-Provence.
La emoción sigue embargando a los visitantes al contemplar los objetos favoritos del pintor, como las porcelanas de Provenza, su blusa de artista y su sombrero.
El estudio-museo cultiva con esmero la memoria del artista, con tienda y librería, y organiza exposiciones temporales y actos culturales. También conocido como l'atelier des Lauves, es uno de los lugares clave para visitar en el marco del programa artístico «Cézanne 2025».
El terreno de los pintores, último lugar de creación
Oculto entre las casas de una urbanización en la colina de Lauves, el terreno de los pintores es un espacio salvaje con unas vistas excepcionales… sobre la Sainte-Victoire. Quince minutos bastaban a Cézanne para llegar andando desde su taller a este mirador y colocar su caballete frente a su motivo favorito.
Para los curiosos y los artistas aficionados que acuden hoy a dar unas pinceladas, unos carteles presentan varias obras del pintor impresionista realizadas en ese preciso lugar.
El 15 de octubre de 1906, unos días antes de su muerte, una tormenta sorprendió a Cézanne en esta colina interrumpiendo para siempre su conversación con la Sainte-Victoire.
Por Charlotte Cabon
Periodista.