Cheval Blanc St-Tropez: el alma de la Costa Azul dentro de un Palace

Inspiración

Costa AzulNaturaleza & Actividades al aire libreDiversión y vida nocturna

El azul como único horizonte en la suite dúplex Pinède, en el hotel Cheval Blanc St-Tropez.
© V Mati - El azul como único horizonte en la suite dúplex Pinède, en el hotel Cheval Blanc St-Tropez.

Tiempo de lectura: 0 minPublicado el 23 febrero 2020

Unos azules intensos que dialogan con el Mediterráneo y unos matices de blancos con la elegancia de las mansiones excepcionales. Con los pies den el agua y la cabeza en los pinos, Cheval Blanc St-Tropez encarna un espíritu único, el de la Costa Azul artística y hedonista. Su nueva distinción de “Palace” lo sitúa más que nunca en el círculo selecto de los establecimientos míticos.

Un balcón sobre el mar

En una de las terrazas del hotel Cheval Blanc St-Tropez.
© V. Mati - En una de las terrazas del hotel Cheval Blanc St-Tropez.

De entrada el Mediterráneo capta la atención: es la estrella incontestable de este refugio contemporáneo inaugurado en mayo de 2019 tras la trasformación de la Pinède, establecimiento histórico de Saint-Tropez. De la antigua propiedad, permanece la torre de un molino cubierta con tejas de color ocre y la elegancia de una decoración intemporal a imagen de los juegos de reflejos, inmutables, sobre el mar. Aprovechamos para evadirnos mecidos por el sonido del chapoteo de las olas.

¡Hágase la luz!

En el vestíbulo del hotel Cheval Blanc St-Tropez.
© V. Mati - En el vestíbulo del hotel Cheval Blanc St-Tropez.

La Costa Azul es también una luz muy especial, sumamente inspiradora. Bajo el impulso del arquitecto Jean-Michel Wilmotte, autor de la transformación del recinto, se despliega libremente en el interior mediante el juego de claustras que abren el espacio. Destellos de azul profundo o la suavidad del roble lijado: colores y materias logran una armonía perfecta con la belleza de lugar.

La mirada del artista

Junior Suite con vistas al mar, en el hotel Cheval Blanc St-Tropez.
© V. Mati - Junior Suite con vistas al mar, en el hotel Cheval Blanc St-Tropez.

Cada una de las 30 habitaciones y suites rinde homenaje a Roger Capron, cuyas obras están dispersas por el recinto. Mesas bajas “navette” de los años sesenta o tapices con motivos creados a partir de sus dibujos, la mirada del artista ceramista vela sobre el lugar.

Los pies en el agua

Playa y piscina del hotel Cheval Blanc St-Tropez.
© V. Mati - Playa y piscina del hotel Cheval Blanc St-Tropez.

Cuando llega el buen tiempo, es imposible resistirse a la llamada del mar. Realizamos algunas brazadas en las aguas divinas del Mediterráneo antes de zambullirnos en la piscina a 30°. Están separadas por una cinta de arena blanca protegida por una cortina susurrante formada por unos pinos: ¡es el único establecimiento “con los pies en el agua” de Saint-Tropez! El desembarcadero despierta deseos de evasiones náuticas: kitesurf u observación de los delfines, los “magos” del establecimiento hacen realidad cualquier deseo.

El arte de la siesta

Playa del hotel Cheval Blanc St-Tropez.
© V Mati - Playa del hotel Cheval Blanc St-Tropez.

Con el mar al alcance de la mano, nos dejamos llevar por un dulce letargo. Sin embargo, enfrente los tejados de Saint-Tropez prometen placeres, paseos en los mercados, partidas de petanca o compras elegantes. ¡De acuerdo, pero después de la siesta!

La mesa mecida por el viento

Terraza del restaurante La Vague d'Or en el Cheval Blanc St-Tropez.
© Richard Haughton - Terraza del restaurante La Vague d'Or en el Cheval Blanc St-Tropez.

En La Terrasse, respiramos los perfumes embriagadores del Mediterráneo a la sombra de unos pinos centenarios. La tierra provenzal y la mar fecunda proporcionan al chef Arnaud Donckele la materia para su inagotable pasión por el arte de la emoción culinaria. Prepara una cocina del instante, en armonía con los elementos. Por la noche, en el agradable rinconcito de La Vague d’or, 3 estrellas Michelin, proseguimos el baile de sabores, a combinar con unos vinos excepcionales.

Pausa “detox”

Desayuno en el hotel Cheval Blanc St-Tropez.
© A. Lanneretonne - Desayuno en el hotel Cheval Blanc St-Tropez.

Al despertarnos, la naturaleza muestra todo su esplendor a la hora del desayuno. Smoothie, fruta fresca y tortilla de temporada: nos ponemos en modo “detox”. Entre masaje reparador con conchas y ritual “soleil extrême”, vamos a pasar la mañana relajándonos en el Spa Guerlain, todo él en piedra dorada y madera oscura. ¡El baile de las velas en el mar tendrá que esperar!

Por Anne-Claire Delorme

Periodista y viajera.

Ver más