Entra en el mundo de los viticultores independientes. Artesanos de gran corazón, tanto en el viñedo como en la bodega, cuya pasión está teñida por la calidad de su trabajo y el respeto por el medioambiente. Con el paso de las temporadas, te invitan a conocerlos y a saber más sobre su oficio. Solo hay una palabra clave: ¡hospitalidad!
1. Disfruta de un instante con L’Apéro Gourmand
Viticultores independientes te invitan a disfrutar de una sabrosa experiencia. Te sorprenderán los maridajes que guiarán este descubrimiento de los vinos de Alsacia. Podrás descubrir la pasión con la que los expertos en maridaje dan los consejos claves para evitar que te hagan trampas. Todos los viernes desde mediados de mayo hasta mediados de agosto.
2. Picnic con un viticultor
Cada año, el fin de semana de Pentecostés es una ocasión única para reunirse y hacer un picnic. El aire es suave, la naturaleza sale de su letargo invernal y disfrutarás del encanto de los viñedos, los terruños y los paisajes primaverales. La idea es sencilla: coger una cesta de picnic y unirse al viticultor que te dará la bienvenida al corazón de su finca. Piensan en todo para que vivas una experiencia única, incluidas mesas y sillas, y a veces incluso hay una barbacoa. En su bodega, te ofrecerán una degustación de sus vinos, siempre dispuesto a hablar de las diferentes facetas de su profesión. Para completar la experiencia, se ofrecen numerosas actividades. A la carta: paseos por los viñedos, búsqueda del tesoro, juegos de barricas, conciertos al aire libre, paseos en coche de caballos... Todos los ingredientes para pasarlo en grande.
3. Conviértete en viticultor por un día
Sumérgete en el corazón de la vida del viticultor y conoce esta fascinante profesión. Compartirás un momento especial con un viticultor artesano que te dará la bienvenida a su finca. Durante todo el año, el viticultor trabaja sus viñas respetando el entorno. Elabora su propio vino en su bodega y lo vende, compartiendo su pasión. Según la temporada, se puede ayudar en los viñedos o en la bodega. Para continuar con la experiencia, aprenderás los fundamentos de la cata antes de degustar los vinos de la finca. Al final del día, te marcharás con un diploma de "Enólogo por un día" y una sensación de logro.
4. Conviértete en recolector por un día
Cuando los días se empiezan a acortan y el paisaje adquiere sus flamantes colores, llega el momento de la vendimia. Los viñedos nunca lucen tan bonitos como en este momento. La bruma matinal se disipa de la llanura y el sol calienta los viñedos dando paso al momento en el que, por un día, tú también te podrás poner el delantal, tijeras de podar en mano, y ayudar a vendimiar las maravillosas variedades de uva. El enólogo jefe te enseñará la forma correcta de hacerlo: ralear las hojas, cortar y clasificar. El trabajo avanza bien a medida que le coges el truco. El ambiente es agradable y el contacto del enólogo nos ayuda a entender cómo se hace el vino. A la hora del descanso, te sentarás con tus compañeros del día para degustar la cosecha del año pasado y compartir la tradicional comida de vendimiadores. Sin duda, será un día para recordar.
5. La cita con el otoño: Vino nuevo y aperitivo gourmet
A principios de otoño, la vendimia ofrece la oportunidad de degustar vino nuevo, el famoso "Neier Siasser". En un ambiente cordial, deguste el preciado néctar acompañado de una bandeja gourmet de productos locales: embutidos, pan, frutos secos, uvas y quesos. La convivencia es parte integrante de la filosofía de los viticultores independientes, y ése es precisamente el espíritu de este evento. Es otra oportunidad para (re)descubrir al viticultor independiente, al artesano local.
Por France.fr
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