En este itinerario vamos a recorrer Córcega saliendo por el sur de Bastia para descubrir la llanura oriental, Ajaccio y sus alrededores, los increíbles paisajes del golfo de Porto y el interior montañoso de la isla.
Antes de empezar nuestro viaje nos habían hablado de "La Route des Sens Authentiques", una invitación a descubrir la Córcega más auténtica a través de productores y artesanos que acogen al público en sus explotaciones y talleres, así que, en todo el viaje, comprobaremos las distintas facetas paisajísticas de Córcega y cada parada será una ocasión perfecta para sumergirnos en sus tradiciones y cultura. Córcega se visita y disfruta con todos los sentidos…
Aterrizamos en Bastia, una ciudad de Arte y de Historia que tiene el encanto y nos dirigimos a nuestra primera etapa, a la ciudad de Aleria.
1 - Aleria
Aléria, France
Tras habernos empapado del ambiente de Bastia, ponemos rumbo hacia el sur de la ciudad y tras 1h20 de carretera tenemos cita con nada más que 8.000 años de historia en Aleria.
Cuna de numerosas civilizaciones desde su fundación en 565 A.C. por los Focios (Alalia), esta antigua colonia griega y romana, capital de la isla durante la Antigüedad ha tenido un papel estratégico de defensa contra las invasiones exteriores. Los genoveses decidieron construir un fuerte en 1484 aquí, que es ahora un Museo arqueológico. Desde 1969, lleva el nombre del historiador Jérôme Carcopino, especialista en La Roma Antigua.
Situado en el extremo norte de la meseta de Aleria, el fuerte Matra domina el río Tavignanu, la llanura circundante, las islas, el mar, los estanques.... Construido en el siglo XV, fue originalmente un puesto de guarnición encargado de la vigilancia de la llanura oriental y destaca por su torre cuadrada, rodeada en su parte norte por un bastión trapezoidal de dos niveles. Hoy alberga el museo departamental de arqueología Jerôme Carcopino que contiene colecciones etruscas, griegas y romanas (esculturas, cerámicas, ornamentos) en las que el vino es el tema principal. La entrada al Museo permite acceder al yacimiento arqueológico al cual se accede siguiendo un camino desde el fuerte.
Conocida por su producción agrícola variada, Aleria invita a degustar su gastronomía, sus vinos y su producción de marisquería.
La antigua capital de la Córcega se descubre también alrededor del estanque de Diana que alberga el antiguo puerto de guerra. Conocido desde la Antigüedad por sus ostras que se exportaban a Roma y que enloquecían a los romanos. Hoy en día, siguen teniendo mucho renombre por su calidad gustativa.
Los productos de mar, que vienen de las tres actividades del estanque (pesca, acuicultura y marisquería) se degustan en Coquillages de Diane, un restaurante en el agua o en el restaurante efímero Veni e Posa del Dominio vitivinícola Terra Vecchia.
Aleria cuenta con un amplio frente marítimo de 12 kilómetros de largo, compuesto de playas de arena fina sólo interrumpidas por la desembocadura del río Tavignano.
Cerca de Aleria tenemos la posibilidad de descubrir varios savoir-faire
Domaine Mavela (a 10 minutos de Aleria)
Situada en la llanura oriental, cerca de Aleria, la destilería del Domaine de Mavela es una destilería artesanal que crea licores típicos a base de limón, cidra o mirto, produce el internacionalmente conocido whisky P&M (whisky corso, resultado de la combinación de dos conocimientos técnicos corsos: la cervecería Pietra y la destilería Mavela) así como la famosa marca Cap Mattei.
Moulin Oltremonti (a 15 minutos al norte de Aleria)
Emilie e Ivo, asentados en la llanura oriental, cultivan con amor y pasión su olivar del que extraen un aceite de oliva de alta calidad. La finca Oltremonti tiene una almazara construida en 2013 sobre 450 m2, a 15 minutos al norte de Aleria. El aceite virgen extra de Moulin Oltremonti es un aceite de oliva categoría superior, obtenido directamente de aceitunas y sólo por procedimientos mecánicos. Las aceitunas proceden de la selección de olivos de la variedad Ghjermana, perteneciente a la DOP de Córcega "Oliu di Corsica". Las aceitunas se recogen en el árbol entre principios de octubre y finales de noviembre, dando una gama de aceites con una paleta aromática que va desde la más dulce a la más intensa en función de la madurez de la fruta recolectada. Toda la cadena de producción está controlada desde la aceituna hasta el embotellado del aceite de oliva. Equipada con las últimas innovaciones en aceite de oliva, la almazara es la única almazara de Córcega certificada con la DOP Aceite de Córcega. También ofrecen una amplia gama de productos en tarros basados en su aceite de oliva y productos cosméticos. Preocupados por el impacto de los residuos de la extracción del aceite de oliva en el medio ambiente, también se ha dotado a la almazara de un sistema de clasificación: un separador de huesos que separa los huesos de las aceitunas para su reutilización en la caldera de biomasa, permitiendo así la producción de agua caliente, agua sanitaria y calefacción de la almazara.
Domaine Amuredda (a 25 minutos al sur oeste de Aleria)
Desde 2004, en el Domaine Amuredda, Stephan y Marina cultivan plantas aromáticas y las destilan para crear aceites esenciales, aguas florales, cosméticos y jabones. Stephan cultiva, Marina es aromaterapeuta. Entre ellos, producen aceites esenciales y aguas florales, pero también cosméticos y jabones. Entre las plantas cultivadas está por supuesto la inmortal muy característica de Córcega pero además de la preciosa flor amarilla, otras plantaciones de esencias aromáticas siguen y completan la gama de aceites esenciales destilados en la finca según técnicas tradicionales y naturales que les permite reivindicar la etiqueta ecológica. Gracias a la calidad de su producción, Stephan y Marina Francisci despertaron rápidamente el interés de los laboratorios farmacéuticos y cosméticos. Acogen a un público amplio y reciben a los clientes directamente en la finca con una destilería y un espacio comercial totalmente nuevos. Además de descubrir el jardín y la destilería, el Domaine Amuredda organiza talleres temáticos (infantil, bienestar, etc…) y paseos botánicos en poni.
2 - Ajaccio y las islas Sanginaires
Ajaccio, France
Situada en el corazón de uno de los golfos más bellos del mundo, sobre un fondo de montañas cubiertas de nieve hasta la primavera, Ajaccio cautiva por su belleza, sus colores vivos, la luz radiante y la sonrisa de sus habitantes. Centro económico de la isla, junto con Bastia, Ajaccio cuenta también con un importante patrimonio arquitectónico, cultural y natural. Para sumergirse en el ambiente de la ciudad, se recomienda un paseo por su puerto antiguo, por su mercado animado y por las callejuelas del casco antiguo con casas altas y llenas de colores. La plaza Maréchal Foch está llena de encanto con su fuente, sus palmeras y sus plátanos.
Al pie de la ciudadela de Ajaccio se encuentra la iglesia Saint-Erasme, patrón de los pescadores, decorada con maquetas de barcos, y la catedral de estilo barroco (1593) en la que Napoleón fue bautizado. Y es que, en Ajaccio, todo lleva el recuerdo de Napoleón Bonaporte, que nació en una casa de la calle Saint-Charles, el 15 de agosto de 1769. El recorrido por la ciudad imperial comienza por la visita de la residencia familiar, y se pueden también visitar los salones napoleónicos del Ayuntamiento, acercarse a la capilla imperial o visitar Les Milelli, la casa de campo de los Bonaparte, situada a la salida de Ajaccio.
En el museo Fesch se puede admirar las colecciones con numerosas obras maestras de Boticelli, Bellini y Titien, donaciones del cardenal Fesch, tío de Napoleón. El museo A Bandera presenta la historia y la cultura corsa.
Ajaccio cuenta también con una playa en pleno centro de la ciudad, la playa Saint-François.
Pero no se puede ir a Ajaccio sin acercarse la península de la Parata, al final de la route des Sanguinaires (25 min en coche desde el centro de Ajaccio). La Parata es uno de los lugares más bellos de Córcega: un sitio natural protegido que destaca por su torre genovesa con las islas Sanguinaires en frente. Un entorno ideal para disfrutar de una magnífica puesta de sol.
Cada año en abril, la oficina de turismo del País de Ajaccio organiza el evento «Le Pays d´Ajaccio fête le printemps» para celebrar la llegada de la primavera. Un programa festivo y de ambiente distendido para descubrir el territorio y sus riquezas patrimoniales, culturales, históricas y medioambientales. Con motivo de este evento, se proponen visitas en determinadas fechas, para ver la fabricación del queso y del brocciu, con degustación al final de la visita.
3 - Sari d'Orcino
Sari d'Orcino
Siguiendo nuestra ruta para descubrir los atractivos y los saber-hacer corsos, dejamos la costa para adentrarnos en los paisajes montañosos del interior. Tras una hora de camino llegamos a Sari d´Orcino donde tenemos cita con Bertrand Filhol que nos explica con pasión los procesos de fabricación del famoso cuchillo corso, un objeto que paso de ser indispensable en la vida cotidiana de los corsos a verdaderas piezas de arte.
Situado a 45 minutos de Ajaccio, Sari d´Orcino es un pueblo de media montaña (entre 300 y 450 m de altitud) con bonitas vistas sobre el golfo de Sagone. Como muchos otros pueblos corsos, se compone de varias aldeas distantes las unas de las otras de entre 500 m a 5 km.
Su iglesia Saint-Martin es una de las pocas en Córcega con 2 campanarios simétricos. Para los planes de su construcción se utilizó la fórmula del número de oro o Phi, una fórmula de cálculo utilizada en la construcción de las catedrales (como la de Notre-Dame de París). En su interior se encuentra una estatua de San Martín regalada por Napoleón III en 1863.
La fabricación de los cuchillos
Algunos tienen vocaciones tardías, otros como Bertrand Filhol saben desde muy pequeño lo que quieren hacer. A los 10 años intentó por primera vez forjar una hoja con un trozo de acero y una barbacoa. Luego durante 10 años, observó y aprendió con paciencia su futuro trabajo junto con un famoso cuchillero de Piana, Kevin Muzikar. En 2013, abrió su propio taller en el pueblo de Evisa donde perfeccionó su técnica y diversificó su producción trabajando además de los cuernos, las maderas locales y iniciándose, él solo, a antiguas técnicas de fabricación como el Wootz o el “bas fourneau” (horno de combustión interna). Hoy día, en su taller de Sari d´Orcino produce y hace descubrir su producción. Su pareja, Julie Roussin, es alfarera ceramista y también trabaja allí. Su pasión de juventud sigue estando intacta y es con el mismo placer que saca del metal bruto cuchillos ornamentados de cuernos o maderas locales. Todas las etapas de fabricación de sus cuchillos se realizan en su taller; cada hoja está forjada; cada pieza es única y cada cuchillo tiene su propia alma y personalidad. Cada etapa de fabricación está realizada en el taller de Sari d'Orcino. Sus cuchillos se venden en el taller, por internet, así como en varias tiendas de la isla.
4 - Cargèse
Cargèse, France
Tras esta parada en el interior de la isla, volvemos hacia la costa occidental para pasar la noche en el entorno mágico de las Calanques de Piana y aprovechamos el camino para conocer el pueblo de Cargèse, situado a 45 min de Sari d´Orcino y a 30 min de las Calanques de Piana.
Cargèse es uno de los pueblos más singulares de Córcega, un puerto pintoresco de pesca y recreo. Muchas personas aquí tienen nombre o apellido que evoca Grecia. De hecho gran parte de los habitantes de Cargèse tiene antepasados en Vitylo, en Laconia. Una región que 800 de ellos abandonaron a finales del siglo XVII para huir de los otomanos. Testimonios de aquella época son las dos iglesias del pueblo, una de rito católico romano (Iglesia de l´Assomption) y otra ortodoxa (Iglesia Saint-Spiridion), la una en frente de la otra. El pueblo se visita andando, desde el pequeño puerto hasta las callejuelas del centro. Otras visitas recomendables son la Playa du Pero, una de las 5 playas que cuenta Cargèse, y la torre genovesa de Omigna, una de las más occidentales de Córcega.
Piana: pueblo, calanques y Golfo de Porto
Piana, France
A 30 minutos en coche de Cargèse llegamos a uno de los lugares más emblemáticos de Córcega, reconocido como Patrimonio Mundial por la Unesco desde 1983: el Golfo de Porto que incluye las calanche de Piana, el golfo de Girolata, y la reserva de Scandola.
Piana es una parada ineludible de todo viaje a Córcega. Este pueblo, clasificado entre los Pueblos Más Bonitos de Francia, es muy pintoresco con sus casas blancas dispuestas en anfiteatro. Dominado por la iglesia Sainte-Marie, Piana sirve de telón de fondo a un sitio excepcional reconocido Patrimonio Mundial de la Humanidad: situadas a unos 10 kilómetros de Porto, las calanche di Piana (en corso) son consideradas una de las maravillas de Córcega.
Un decorado grandioso entre mar y montaña que se puede apreciar siguiendo la estrecha y sinuosa carretera entre Piana y Porto, con magníficas paredes de granito rojo que caen abruptamente al mar. Aquí están las "Calanche de Piana", desgarradas y talladas por la erosión, que dan la impresión de una escultura.
Desde la marina de Porto Ota salen excursiones en barco para descubrir parte o todo el Golfo de Porto. Un paseo en barco por las Calanche de Piana, nos permitirá admirar la formación geológica de estas rocas graníticas antes de llegar a Capo Rosso, de granito rosa, cuya cima se eleva a 331 metros sobre el nivel del mar.
Un paseo que se puede completar con la visita a la reserva natural de Scandola y del típico pueblo de Girolata. La empresa corsa Via Mare y su tripulación proponen excursiones en barcos híbridos, ideales para disfrutar de aguas turquesas y de impresionantes panoramas.
Otra manera de contemplar este paisaje es desde el Hotel-Restaurante Les Roches Rouges, un hotel con encanto cuya terraza panorámica ofrece vistas increíbles a las Calancas de Piana y al Golfo de Porto.
Si te entran ganas de darte un chapuzón, cerca de Piana tienes dos alternativas muy recomendables: la playa de Arone, de arena fina, y la Marine de Ficaghjola que antaño servía de puerto a los pescadores de Piana y que esconde una zona de baño señalada.
Nuestro viaje a Córcega toca a su fin, pero antes de volver a Bastia para coger el avión, queremos conocer la ciudad de Corte, a unas dos horas de la marina de Porto Ota, adentrándonos de nuevo hacia el interior de la isla.
7 - Corte
Corte, France
Corte, situada en el corazón histórico y geográfico de la isla, fue la capital de la Córcega independiente a mediados del siglo XVIII. Aún conserva, con una intensidad singular, la marca de su antigua grandeza e invita a seguir los pasos de Pasquale Paoli, militar y político corso conocido como el Padre de la Patria. Impresiona su Ciudadela, que domina los valles de los ríos Restonica y Tavignanu desde su "Nido de Águila". De las seis ciudadelas corsas, es la única construida en el interior. La ciudadela de Corte alberga el Museo de Córcega y el Fondo Regional de Arte contemporáneo.
La riqueza y diversidad de su cercana zona montañosa ofrece multitud de opciones de rutas de senderismo. Un paraíso para los amantes de actividades al aire libre, desde el profundo bosque de Vizzanova hasta la estatua de Cristo Rey en el paso de Verghju. Bañarse en ríos, caminatas bucólicas en los bosques de pinos de Lariciu, trekking, cabalgatas, barranquismo, ascenso a los picos de las montañas Cintu y Rotondu, excursiones a los lagos Tavignanu y Restonica. Muchas maneras de sumergirse en el alma de Córcega.
Con la cabeza llena de toda la autenticidad y belleza de Córcega, volvemos hacia el aeropuerto de Bastia-Poretta, a una hora de Corte… Es el momento de despedirnos de la isla de la belleza, pero sabemos que volveremos porque todavía nos quedan muchos terruños por visitar, muchas tradiciones por descubrir y mucho por compartir con los corsos.
Córcega tiene muchas facetas por descubrir… la pregunta que uno se puede hacer visitando la isla de la Belleza es “¿Qué es lo que no tiene Córcega?”. Mar, montaña, bosques, ríos, ciudades y pueblos con encanto, gastronomía y vinos con carácter, sin olvidar las tradiciones que cuentan y mantienen viva la cultura corsa. ¡Córcega lo tiene todo y es fácil de visitarla en coche!
¿Lo sabías?
Testigos del pasado de las costas de la isla de la belleza, las torres genovesas que bordean Córcega se han quedado más o menos intactas. Su historia original participa en la peculiaridad de los habitantes de la isla, que buscaban una manera eficaz de protegerse y alertarse frente a un posible peligro. Cuando una veía a lo lejos en el mar una posible amenaza, alzaba una antorcha encendida que sus dos torres vecinas veían, reproduciendo el gesto hasta dar la vuelta a toda la isla. Vestigios de tiempos pasados, gozan de emplazamientos privilegiados, con magníficas vistas.
La mayoría de las torres del litoral corso han sido edificadas bajo el impulso de la república de Génova entre finales del siglo XIII y la declaración de independencia de 1735, de allí su denominación generalizada de torres genovesas. Las torres también servían de puesto aduanero para los intercambios comerciales. Hoy en día la isla cuenta con 83 torres con una concentración importante en el Cap Corse.
Por María Jesús Tomé - Juan Coma
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