¡Disfruta la Costa Azul sin prisas y fuera de temporada!

Embárcate en un viaje de 130 km a lo largo de la Ruta de la Mimosa, un homenaje al famoso árbol con bonitos y perfumados pompones amarillos. Durante los meses de enero a marzo, cuando las mimosas están en plena floración, es el momento perfecto para descubrir encantadores pueblos floridos como Mandelieu-La Napoule, ubicado a los pies del macizo de Estérel, y Tanneron, el punto de partida ideal para una caminata por el bosque. 

Aquí en Collobrières, los amantes del «pan del bosque» pueden disfrutar de una variedad de delicias, desde helado de castaña hasta crema y puré de castañas. Este pueblo, situado en el corazón del sublime macizo de Maures, rinde homenaje a la castaña en todos sus estados gustativos. La Confiserie Azuréenne es un destino imprescindible que ofrece un saber hacer ancestral que realza el sabor de este fruto de otoño. Además, durante uno de los tres últimos domingos de octubre, puedes sumergirte en la variedad de oficios artesanales relacionados con la castaña en la fiesta anual de la castaña. ¡Una experiencia imprescindible para los amantes de este delicioso fruto! 

Al adentrarse en Biot a través de sus magníficas puertas que datan del siglo XVI, se revela la excelencia artesanal del lugar, desde la alfarería hasta la cristalería, pasando por la joyería, la cerámica y la pintura. Biot es conocido por relanzar la tradición provenzal del soplado de vidrio, una especialidad típicamente local. ¡Sí, estos vasos y objetos con bonitas burbujas atrapadas son el resultado de esta técnica ancestral! Para entender la precisión y la delicadeza de este arte, te invitamos a visitar el Ecomuseo del vidrio, donde unos quince vidrieros trabajan con pasión para dar vida a objetos que van desde incandescentes esferas hasta magníficos jarros de colores. Los más habilidosos podrán participar en un curso de iniciación. 

La harina de garbanzos es un ingrediente utilizado en diferentes recetas y deliciosas especialidades mediterráneas, como la «panisse» de Marsella. Sin embargo, en Niza, la «socca», una gran tarta cocida en horno de leña, es una de las joyas de la gastronomía local. En el pintoresco barrio de Le Port, puedes explorar la Rue Bavastro et Bonaparte, donde encontrarás lugares que no puedes perderte. En Chez Pipo, la receta de socca es casi centenaria y se caracteriza por su textura crujiente y su sabor único, guardado celosamente como un secreto. Por otro lado, en La Socca d’Or, este plato se sirve con un toque de sal y el gratinado típico de Niza. 

Ubicado en lo alto de una colina frente al Mediterráneo, Saint-Paul-de-Vence es un encantador pueblo medieval que evoca el encanto de la Toscana y ofrece el escenario perfecto para una escapada romántica de un día. ¿Qué puedes hacer durante tu visita? Disfruta de un paseo por el sendero acondicionado a los pies de las murallas, que ofrece unas agradables vistas del pasado agrícola del pueblo. Luego, sumérgete en la naturaleza de la Fundación Maeght, un museo al aire libre dedicado al arte contemporáneo. Haz una pausa gastronómica en la bastida de La Colle-sur-Loup, donde podrás disfrutar de vistas panorámicas de Saint-Paul-de-Vence. Aquí, el chef Alain Llorca, conocido por su maestría en la cocina local, te deleitará con un menú estrellado que resalta las delicias gastronómicas de la zona como nadie.

Lejos del bullicio y las multitudes, Saint-Tropez, fuera de temporada, revela el encanto de un antiguo pueblo de pescadores que cautivó a figuras como Brigitte Bardot y otros artistas en la década de 1950. Déjate llevar por las calles y callejones de la ciudad hasta llegar al pintoresco barrio de La Ponche. Explora las tiendas sin rumbo fijo y sumérgete en la atmósfera relajada, olvidando por completo la noción del tiempo mientras disfrutas del cálido sol invernal en una de las terrazas. Antes de que llegue el verano, asegúrate de encontrar el par perfecto de sandalias en K. Jacques, un renombrado artesano de sandalias de cuero que lleva tres generaciones perfeccionando su oficio. Cada par de sandalias requiere un cuidadoso proceso de elaboración, con aproximadamente cuarenta operaciones para ensamblar todos los elementos que adornarán tus pies durante el verano. Aquí tendrás la oportunidad de elegir entre una variedad de estilos y colores, e incluso, optar por la personalización. 

En la pintoresca península de Giens, se encuentra el acogedor Le Provençal, un hotel familiar situado en el corazón de la pineda. En la terraza del hotel, cuando el clima lo permite, se colocan mesas para el desayuno, la comida y la cena, ofreciendo unas vistas impresionantes de la bahía. Aprovecha este entorno único para disfrutar de momentos inolvidables durante una comida o una cena, mientras contemplas la hora azul. La cocina del restaurante destaca por su enfoque en ingredientes locales y de temporada, resaltando los sabores de la costa y los productos de los pescadores.