Aquellos que aman la montaña lo saben bien: es uno de los entornos más frágiles. Por eso, para proteger los macizos y su increíble biodiversidad, algunos hoteles, casas rurales y residencias inventan nuevas formas de vivir la montaña. Son establecimientos comprometidos y una buena elección para unas vacaciones auténticas en armonía con la naturaleza.
Le Toî du Monde, en el Val d’Arly
Florent Perrin puso en marcha este atípico proyecto rehabilitando la granja de su abuela, que incluye una granja de agroturismo, un restaurante ecológico con productos de la huerta, galardonado con una Estrella Verde por la Guía Michelin, alojamiento para 2 a 20 personas (habitaciones dobles o una casa rural completa) y un café concierto. ¿Su idea? Demostrar que se puede vivir, divertirse y comer sin dañar el planeta. Aquí se puede encontrar a los habitantes que han venido a cenar o a escuchar un concierto, así como a los turistas de paso, en un espíritu de mezcla amistosa. Un chalé de montaña que destila convivencia, al pie de numerosas estaciones como Megève, Praz-sur-Arly y Notre-Dame-de-Bellecombe.
Autosuficiencia energética, neutralidad en carbono, aislamiento natural, este eco-hotel de 4 estrellas se inscribe también en un enfoque ecorresponsable gracias a un sistema de calefacción a la vez térmica y de leña y a la utilización de materiales ecológicos como la lana de madera.
Les Balcons du Quiet, un chalé tranquilo a las puertas de la Vanoise
¿Te apetece vivir en la montaña de otra manera este invierno alojándote en una tranquila aldea? Le Villaret, un pueblo alpino con mucho encanto a las puertas del Parque Nacional de la Vanoise, alberga el chalet Les Balcons du Quiet. Este alojamiento contemporáneo y espacioso tiene capacidad para 14 personas y está equipado con paneles solares que calientan un spa exterior. Los propietarios fomentan (y recompensan) las acciones y actividades respetuosas con el medioambiente: a los huéspedes que llegan en tren no se les cobra por las toallas. Los conductores de coches eléctricos disponen de un enchufe para recargar su vehículo. Las lanzaderas y los remontes gratuitos permiten a los huéspedes llegar a la estación de Peisey Vallandry, que forma parte del dominio esquiable de Arcs Paradiski, así como a su sitio nórdico.
Watogla Camp, un domo a cielo abierto en el Parque Nacional de los Ecrins
Dirígete al Parque nacional de Ecrins, en los Alpes del Sur, para pasar una (o varias) noche(s) salvaje(s) cerca de la naturaleza. Watogla Camp es una eco-casa de huéspedes autosuficiente energéticamente formada por varios domos geodésicos al aire libre que pueden alojar entre 2 y 4 personas, todas equipadas con estufas de leña, a las que hay que añadir un domo que sirve de lugar común para comer y compartir.
Entre bosques, pastos de montaña y cascadas de hielo, este alojamiento ecorresponsable está idealmente situado para explorar la naturaleza en todas las estaciones, según las afinidades y la forma física de cada uno. En invierno, los guías de aventura proponen actividades con perros de trineo (cani-raquetas para adultos y niños, cani-aperitivo con degustación de productos locales), excursiones de media jornada con raquetas de nieve e incluso raids de 2 días para los más valientes. No hay tregua por la noche con animaciones nocturnas heladas: concurso de esculturas de nieve en un bar de hielo (accesible con raquetas) con reparto de bebidas calientes, compartir una fondue en un ambiente acogedor.
Entre Terre et Ciel, una cabaña colgada en los árboles
¿Y si probaras un tipo de estancia en la montaña realmente diferente? Aquí, en el Val d'Arly, Entre Terre et Ciel ofrece cabañas en los árboles, perfectamente integradas en el bosque. Todas las cabañas han sido construidas in situ por el dueño del lugar, privilegiando los materiales naturales y locales. Se puede llegar a ellas en pocos minutos, a pie, por un sendero. La nueva cabaña que se abre este invierno, llamada Feuille, está situada a 10 metros de altura: ¡desde allí arriba se puede disfrutar de una vista de 180°C de la cordillera del Mont-Blanc y del macizo de Aravis! Y si quieres esquiar, puedes coger el coche para llegar a las estaciones familiares del Espace Diamant (Les Saisies, Praz-sur-Arly, Crest-Voland...) en remonte mecánico, o incluso a los grandes dominios de esquí de La Clusaz o Megève.
La ferme de Cupelin en Saint-Gervais, cerca de Chamonix
En las alturas de Saint Gervais, cerca de Chamonix, el hotel Ferme de Cupelin ha aprovechado su décimo aniversario para refinar su aspecto de aldea tradicional de montaña... y ganarse una cuarta estrella. Las nueve habitaciones de esta antigua granja del siglo XIX se renovaron en 2021 con un nuevo estilo montañés y dos habitaciones atípicas, una con el espíritu de un mazot (pequeño chalet-granja saboyano), la otra al estilo de un cobertizo, completan el alojamiento.
Siguiendo esta estela, la granja de Cupelin se abre camino en el lado ecológico y locavore: diseñados a la manera de las antiguas despensas, los minibares están repletos de delicias locales, café tostado en la región y macarons, galletas saladas o dulces Made in Savoie. Desde abril de 2022, un granero energéticamente autosuficiente alberga una piscina de 7,5 m x 2,5 m con un gran ventanal que ofrece una vista panorámica del Mont Blanc.
Hotel Le Pélican, en Annecy
Instalado en el edificio histórico de los antiguos hospicios, ampliado con una nueva ala, Le Pélican se inspira en la naturaleza. Ecorresponsable -se calienta y enfría en un 95% mediante un ciclo térmico enterrado en el lago de Annecy-, el lugar ha sido diseñado como una burbuja conectada a los elementos. El susurro de las copas de los árboles y el piar de los pájaros en la recepción y el restaurante bistronómico, las vistas insólitas y el mobiliario de diseño que evoca las fisuras de una montaña en las habitaciones y suites...
¿El colmo de la innovación? La suite "experiencia" situada en la 6ª planta y su sala redonda de inmersión con proyector de 360° y cámaras en el suelo. En la selva tropical o en las aguas del lago de Annecy, te podrás fundir en el universo que elijas.
Le Refuge de la Traye, en Méribel
Este es un auténtico refugio tradicional de montaña, completamente renovado para transformarse en un hotel de lujo. Construido a partir de materiales naturales de la región (piedra, madera antigua de alerce, piedra laja…) le Refuge de la Traye reúne dos chalets e incluso dos “mazots” (cabañas de Saboya) independientes para una experiencia en plena naturaleza. El spa sorprende, con una sauna japonesa, aparatos de cuidados mediante la luz, pero también una cama de heno y una bañera de leche. Le Refuge de la Traye sirve productos locales, se calienta con paneles solares y los desplazamientos se realizan en vehículos eléctricos. ¡Ejemplar!
Hotel La Croix de Savoie, en Les Carroz
Este es el primer hotel bioclimático de la región de Auvernia-Ródano-Alpes y el tercero de toda Francia. Para hacerlo posible, toda su construcción ha sido pensada para limitar su impacto sobre el territorio. Las energías utilizadas son limpias (calefacción con madera, agua caliente solar), la cubierta vegetal, las aguas de lluvia recuperadas, las emisiones de gases de efecto invernadero reducidas y el restaurante gastronómicos propone un menú bio. Situado a 600 metros de los remontes mecánicos, cerca de Flaine y de Samoëns, en el corazón del Gran Macizo, el hotel de 4* La Croix de Savoie cuenta con 28 habitaciones y un spa.
Rochecline: un centro de vacaciones en Val d'Allos
Con 56 habitaciones para 2 a 6 personas, el centro de vacaciones Rochecline es ideal para familias, grupos y viajes escolares. Todos se beneficiarán de tarifas asequibles, así como de comidas preparadas con productos locales. Durante su renovación, el centro se rediseñó para reducir al máximo el consumo de energía. Mientras que muchas de las habitaciones gozan de magníficas vistas sobre el dominio de Seignus, el comedor y el bar están bañados por el sol de los Alpes meridionales desde una gran veranda. Alrededor del edificio, una terraza permite disfrutar de la comida al aire libre antes de pasar a la sauna y el hammam del centro. También podrás pasear por los jardines privados y por las orillas del río cercano.
Por Caroline Revol-Maurel et Anne-Claire Delorme
