Situado en Nueva Caledonia, el Corazón de Voh es un claro natural formado por manglares y es el símbolo de un ecosistema que hay que proteger. ¿Cómo descubrirlo? Te lo contamos.
El corazón más célebre del mundo no debe su fama a San Valentín, sino a la fotografía: es el corazón de Voh («Vook» en idioma kanak), situado en la costa oeste de Grande Terre, a 300 kilómetros de Nouméa, en Nueva Caledonia. Se trata de un simple claro («tanne») de 4 hectáreas, formado por el manglar, a orillas de una laguna, con una forma antropomórfica que sigue dando mucho que hablar.
Un paisaje único
En 1999, el fotógrafo Yann Arthus-Bertrand lo convirtió en la portada de su obra «La Terre vue du ciel» (La Tierra vista desde el cielo), un inventario, patrocinado por la UNESCO, de los más bellos paisajes del mundo. Desde entonces, se han vendido más de 4 millones de ejemplares de la obra y el famoso corazón se estampa en camisetas, sellos, agendas o toallas de algodón bordado.
Al igual que el fotógrafo, podemos descubrir desde un ultraligero el famoso corazón, mucho más verde que en 1999: como el manglar ha ganado terreno, el color amarillo del centro, que contrastaba con el borde, ha desaparecido. Sin embargo, el dibujo permanece y, entre montañas, una laguna azul turquesa y extensiones verdes de mangles, el paisaje ensalzado por el corazón resulta impresionante. Déjate invadir por una gigantesca sensación de libertad mientras sobrevuelas el corazón de Voh en ultraligero. Despega del aeródromo de Koné para un vuelo de 45 minutos, durante el cual también podrás vislumbrar el arrecife de coral y el agujero azul de Oundjo.
Otra opción es realizar una excursión en 4x4 o a pie por el macizo de Kathépaik, que dura unas 2 horas y 30 minutos. Los más valientes subirán hasta la cima, a casi 700 metros, mientras que otros pueden detenerse en la primera plataforma de observación, a 400 metros. La vista que se abre a continuación revela todo lo que hay en el corazón y más allá, los sutiles matices verdes y azules de esta costa salvaje, la tribu de los Téméla, el puerto de Duroc o incluso el macizo de Koniambo mirando hacia el este.
Una tierra fértil
En el centro de Voh, los visitantes también pueden descubrir la historia de este pedazo de tierra colonizado a finales del siglo XIX y lugar destacado del cultivo del café a comienzos del siglo XX. Por aquel entonces, los habitantes recogían, nada más y nada menos, que... ¡300 toneladas anuales! El bonito ecomuseo acoge exposiciones temporales sobre el café, el cual podremos recorrer mientras degustamos una taza de arábiga. En la actualidad, el níquel, la ganadería y la acuicultura constituyen las fuentes de ingresos de los descendientes de los pioneros. Cada año, las mujeres pescan cien toneladas de cangrejos en el manglar. De ahí, la gran importancia de este ecosistema.
Consejos y Recomendaciones
Sea cual sea la opción que elijas para descubrir el corazón de Voh, preservar este ecosistema es esencial. Por eso te aconsejamos que utilices una botella de agua y recipientes reutilizables si deseas comer durante tu visita. Recuerda, el mejor residuo es siempre el que no se produce.
Por Anne-Claire Delorme
Periodista y viajera.