A Deauville se viene a ver y a ser visto. Con un hipódromo de renombre mundial, un prestigioso festival de cine estadounidense, playas muy valoradas, (muchas) boutiques de lujo y una playa enorme y maravillosa... Es una ciudad impresionante. Te la enseñamos.
Salir en Deauville
Deauville es una importante estación balnearia en la que se celebran numerosos eventos internacionales en el Centro Internacional de Deauville. Aquí se celebra cada año el Festival de cine americano.
Creadores, fotógrafos, cineastas y pintores siempre se han inspirado en Deauville, influidos por el mar, la luz y el ambiente. Este espíritu creativo inspira la política cultural abierta de la ciudad. Además de sus festivales de cine, hay dos festivales de música cada año, una Feria del Libro y la Música, una temporada cultural de unos quince espectáculos y un festival de fotografía.
Los pies en el agua en Deauville
La gente también viene a Deauville para ver y disfrutar del mar. Alrededor de sus dos puertos, hay extensiones de arena, animadas por la escuela de vela. En la piscina, justo al lado de la playa, podrás disfrutar del agua de mar climatizada en todas las estaciones. Por último, en una decoración de mosaico que data de los años 20, el establecimiento de baños de mar ofrece la posibilidad de alquilar cabinas de baño.
Deauville, los lugares que hay que visitar
La Place Morny es el punto central de Deauville. Muy cerca, la Place du Marché con sus puestos de mercado cubiertos es de madera auténtica, al igual que el Ayuntamiento situado a pocos pasos.
¿Te apetece ir de compras? En Deauville, marcas internacionales de moda, boutiques de decoración, galerías de arte... compiten en creatividad y descubrimientos para llenar tus bolsas de la compra.
Al pasear por las calles, se descubren muchas villas de finales del siglo XIX y principios del XX. La joya de la corona de este patrimonio excepcional es la villa Strassburger, construida en 1907 en el emplazamiento de una granja que perteneció a la familia de Gustave Flaubert. Fue comprada en 1924 por el editor de prensa estadounidense R.B. Strassburger, y luego cedida a la ciudad en 1980 (¡se puede visitar en verano!).
A continuación, podemos ir a la playa con la famosa promenade des Planches construida en 1923. Está bordeada de cabinas con los nombres de las estrellas que vinieron durante el Festival du Cinéma Américain, y de sombrillas multicolores.
No hay que perderse en las inmediaciones: la Place Claude Lelouch, que con su película "Un hombre y una mujer" asoció Deauville al romanticismo, y las Termas de Pompeya, cuya arquitectura evoca los baños termales de Pompeya.
El caballo
La pasión por los caballos forma parte de la historia de Deauville. Además de los dos hipódromos, ahora existe el Centro Internacional del Caballo, que ofrece a los jinetes unas instalaciones únicas y les permite descubrir las profesiones del sector. En la casa de subastas se realizan prestigiosas ventas de caballos de pura sangre inglesa.
Recomendaciones y consejos:
¿Por qué no convertir tu estancia en Deauville en una experiencia respetuosa con el medioambiente? Opta por llevar contigo una bolsa reutilizable de diseño ecológico. Hecha de arpillera y otros tejidos, tu totebag será una pieza excepcional. ¿Planeas un picnic en la playa? Elige recipientes reutilizables y productos de temporada de los productores locales. De esta manera, podrás disfrutar de una comida fresca mientras preservas la belleza del entorno.
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Por France.fr
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