Pastelería de origen francés —y bien orgullosa de ello—, la galette des rois es el postre típico del 6 de enero, cuando se celebra la Epifanía. Tradicionalmente preparada con frangipane o brioche, este clásico se reinventa en innumerables variaciones para satisfacer hasta los paladares más exigentes. De chocolate, decorada con fruta confitada o enriquecida con frutas de temporada, la galette des rois conserva un detalle que nunca puede faltar: una fève escondida en su interior. Quien encuentre esta pequeña sorpresa en su porción será coronado como rey o reina. Ahora, la pregunta es: ¿cuál es tu favorita?
La maravillosa crema frangipane
Hagamos un poco de historia. La crema frangipane debe su nombre al conde Cesare Frangipani, quien, según se dice, compartió la famosa receta con Catalina de Médicis. Sin embargo, sus raíces podrían remontarse aún más, hasta la época romana, como parte de las Saturnalia, festividades en honor a Saturno, dios del tiempo y el sol. Sea cual sea su origen, su sabor es tan irresistible que los franceses la celebran cada año, ¡y muchas veces durante días! Elaborada con hojaldre, almendra molida y vainilla, la frangipane es un clásico que nunca pasa de moda. Nos encantan las versiones reinventadas por los mejores chefs franceses.
Nina Métayer, elegida mejor pastelera del mundo en 2023, eleva la galette des rois a una obra de arte en su tienda Délicatisserie en París. Su versión combina un hojaldre perfectamente trabajado con una suave crema de frangipane y láminas de almendra tostada. ¡Un verdadero deleite para los sentidos!
En Lyon, Maxime et Gauthier destacan por su creatividad y delicadeza. Para el día de Reyes, nos invitan a entrar en modo "cocooning" con sus reconfortantes galettes. Su versión con praliné de avellanas de Dorner Frères nos ha conquistado.
Por su parte, el chef Diego, apasionado de la naturaleza y la botánica, apuesta por una pastelería 100% natural. Desde su taller en Burdeos, prepara galettes pura mantequilla y una frangipane de almendra tradicional que requieren tres días de meticulosa preparación.
El brioche aéreo
Gran rival del frangipane, la galette de brioche (o gâteau des rois) ha conquistado un lugar especial en el corazón de los franceses. Más suave y ligera que su contrincante con crema, suele estar decorada con pepitas de azúcar o frutas confitadas, ¡que simbolizan piedras preciosas!
En el País Vasco, la Maison Adam es una pastelería emblemática desde 1660, famosa por sus exquisitos macarons elaborados con una receta secreta. Para la temporada de Reyes, la Maison Adam presenta coronas de brioche suaves, mantecosas y dulces, que son simplemente irresistibles.
Para los amantes de lo dulce, el chef Yannick Delpech prepara irresistibles brioches de azúcar individuales en su establecimiento en Occitania. Estas delicias pueden disfrutarse con una bebida caliente en su acogedor salón de té o pedirse para llevar.
La Grande Épicerie, una tienda legendaria de París, ofrece pasteles tan refinados como deliciosos. Durante el mes de enero, su brioche des rois, delicadamente perfumado con azahar y cubierto de fruta confitada, se convierte en una opción ideal para compartir... ¡o no!
Las reinventadas... ¡igual de deliciosas!
En Francia, no es raro encontrar galettes que varían según las regiones que se visitan. En Alsacia, los pasteleros enriquecen la receta con un toque de kirsch; en Loira Atlántico, añaden caramelo de mantequilla salada; y en Bretaña, suelen incorporar ralladura de limón y harina de trigo sarraceno (o alforfón). Además, muchos pasteleros se divierten creando versiones sorprendentes que deleitan a los más curiosos. Aquí te presentamos algunas de nuestras favoritas.
Inspirándose en el icónico postre Pavlova (merengue coronado con nata montada y fruta fresca), la pastelería parisina La Meringaie reinventa la galette des rois como un gran merengue crujiente decorado con crema batida de almendras, frambuesas y peras. ¡Una auténtica delicia para el paladar!
En pleno corazón de París, Babka Zana fusiona la tradicional galette des rois francesa con la emblemática Babka polaca. Una apuesta original e inesperada que ha conquistado a muchos. Su versión con almendras y miel es sencillamente irresistible.
En Altos de Francia, la histórica Maison Méert, con más de 300 años de tradición, ofrece una ligera reinterpretación de los clásicos hojaldres. Sus galettes, generosamente rellenas de frangipane, se realzan con una delicada compota de manzana o albaricoque, añadiendo un toque fresco y afrutado.
En Burdeos, los chefs y pareja Satomi y Stanley Chan, de origen japonés, presentan galettes inspiradas en influencias asiáticas. Sus recetas incluyen crema de matcha o praliné de sésamo blanco y negro, logrando una deliciosa fusión de culturas. ¡Todas merecen ser probadas!
¿Y qué pasa con las habas?
Como mencionamos anteriormente, esta tradición se remonta a la época romana. Durante las festividades de las Saturnalia, se organizaban grandes banquetes en los que amos y esclavos compartían una tarta. Quien encontraba la fève (en aquel entonces, una legumbre) era proclamado ‘Príncipe de las Saturnales’ y gozaba del privilegio de imponer prendas durante todo un día. En la actualidad, las fèves destacan por su originalidad y diseño, convirtiéndose en auténticas piezas de colección. Aquí están algunos de nuestros favoritos…"
En Fouquet's y Café de la Paix de París, las fèves ganadoras son de oro o plata, y vienen acompañadas de un premio especial: menús degustación en sus exclusivos establecimientos. ¡Un capricho encantador!
Pierre Hermé, en colaboración con las boutiques Christofle, ha diseñado una colección exclusiva de anillos con líneas asimétricas y trenzados en plata. ¡Un detalle de gran elegancia!
Dalloyau presenta fèves colgantes creadas en colaboración con Gas Bijoux. Inspiradas en el diseño de Charlie, una joya icónica de la casa de Saint-Tropez, estas piezas son tan irresistibles como sofisticadas. ¿Quién podría decir que no?
Por Chloé Pingard
Periodista
Soy periodista y productora de contenidos turísticos, apasionada por los viajes.