Un placer irresistible del verano… A buen seguro te tomarás un heladito en París. ¡Pero no uno cualquiera! Te llevamos a saborear las creaciones originales de David Wesmaël en La Glacerie, un nuevo establecimiento abierto en junio pasado en pleno barrio del Marais.
Cáscara de chocolate
Los bombones de chocolate son perfectos para descubrir las creaciones inesperadas de La Glacerie. Darás un mordisco a una cáscara de chocolate y descubrirás un corazón de helado o de sorbete realzado por un praliné y una crema súper tierna. ¿Proseguimos la degustación
Grosella, nougat, castaña...
Grosella negra de Borgoña, nougat de Montélimar, queso blanco bretón, castaña del Ardèche… La Glacerie ofrece un abanico de unos 35 sabores que se pueden encontrar durante todo el año, así como otros que cambian en función de la época del año. Realizadas en Lille, todas las preparaciones son mezcladas de forma artesanal, lo que da a los helados su textura deliciosamente ligera.
Helados en rodajas
David Wesmaël consigue innovar tanto en los sabores como en su presentación. Con estos tubos ha imaginado unos helados que se pueden cortar fácilmente nada más sacarlos del congelador. Ideal para tomarlos en varias veces o para realizar elegantes postres acompañados de fruta fresca o trozos de galletas.
Merengue etc...
A mitad de camino entre una bomba helada y un vacherin, el domo es un postre en el que el helado está mezclado con merengue. Dos texturas que se complementan de maravilla. Combinando dos o tres sabores según su tamaño, los domos existen en versión individual o a compartir.
Un Mejor Obrero de Francia en acción
Originario del norte de Francia, David Wesmaël, que tiene el título de Mejor Obrero de Francia desde 2004, abrió primero una tienda en Lille antes de inaugurar la de París en junio pasado. Sus creaciones se pueden descubrir ahora en pleno Marais, frente a los grandes almacenes BHV.
A acompañar con fruta
¡Tan bonito como bueno! Es lo que uno se dice al descubrir los palets: tres sabores de helados o sorbetes superpuestos en forma de disco que se pueden tomar con fruta fresca, diferentes cremas y trozos crujientes como merengues o sablés... La promesa de un postre helado a medida.
¿Elegir? ¡Uy, qué difícil!
Para matar un hambre ligera durante un paseo, la barra helada se ofrece también en composiciones muy golosas. ¿Helado de pistacho de Sicilia con un confit de grosella de Borgoña y un praliné de galleta spéculoos, todo ello cubierto de chocolate con leche? O un helado de vainilla de las Comores con su confit de limón amarillo de Menton, un caramelo con un ligero toque de sal, un praliné de almendra, envuelto en una crema de leche con almendras fritas… Elegir promete ser una tarea harto complicada.
Para saber más:
Por Florence Brunel
Coordinadora editorial de France.fr