Con su paleta de colores con infinitos matices y sus perfumes tan sutiles como variados, la rosa, musa de poetas y escritores, es sin duda la reina de las flores. Sobre todo en el Valle del Loira, donde encuentra un clima beneficioso y unos recintos ideales, entre jardines, castillos y pueblos medievales. Embarcamos para un paseo poético y botánico a lo largo de la Ruta de las Rosas, en el Loiret.
Recorrido en el Castillo de Chamerolles
En el jardín renacentista del castillo de Chamerolles construido en el emplazamiento de una antigua fortaleza medieval, al borde del bosque de Orléans, se puede pasear a la sombra de arcos de madera cubiertos de viñas, glicinias, madreselvas y, por supuesto, rosas. Especies antiguas, trepadoras, lianas… Las hay para todos los gustos entre los alrededor de 60 rosales. Aprovechamos para visitar, a 500 m del castillo, la rosaleda de André Eve, célebre creador de rosas, que presenta alrededor de 600 variedades antiguas y creaciones premiadas.
Soñando en Yèvre-le-Châtel
Aquí, se maneja con estilo la combinación de flores y viejas piedras. En este pueblo situado bajo una fortaleza medieval, la rosa florece en todos los rincones. Paseamos por las callejuelas en busca de los más bellos especímenes antes de contemplar las ruinas románticas de la iglesia de Saint-Lubin, admirada en su época por Victor Hugo.
En el jardín privado de André Eve
Nadie puede imaginar que tras la puerta en madera del número 28 bis del Faubourg d’Orléans, en Pithiviers, se oculta un jardín extraordinario, el del cultivador de rosas André Eve. Se pueden contemplar numerosas variedades: sus preferidas, las variedades desconocidas o raras, así como rosales inéditos surgidos de sus trabajos de hibridación y de investigación. Mantenido por una asociación desde la desaparición de su creador, el jardín está abierto al público durante la época de buen tiempo. También se ofrecen algunas visitas guiadas.
Paseo en el Parque Floral de la Source
De junio a septiembre, la rosaleda del Parque Floral de la Source se viste con un manto de tonos blancos, rojos y rosas, del más suave al más brillante. ¡Y qué decir de los perfumes que flotan en el aire cuando las rosas, que crecen sobre unas pérgolas, conviven con la lavanda, el tomillo y otras plantas vivaces y aromáticas? Se nos hace la boca agua... Y es perfecto, porque una de las especialidades de Orléans son los macarrones de frutas. Elegimos la versión con confit de pétalos de rosa, por supuesto.
En las alamedas del parque del Manoir de la Javelière
El jardín del Manoir de la Javelière, obra de un coleccionista apasionado, presenta todas las facetas de la rosa. En la zona del parque paisajístico, la rosaleda alberga cerca de de 450 variedades, mientras que unas rosas antiguas crecen en libertad en el parque. También se puede admirar, en la pradera salvaje, una colección infrecuente de alrededor de 300 rosales botánicos originarios de China, de América y Oriente Medio que ofrecen una abundante floración en primavera.
A la sombra de los jardines de Roquelin
Ninfa del muslo, Guirnalda de Amor o Amable Amiga son los evocadores nombres de algunas de las variedades de rosas que se pueden admirar en los románticos Jardines de Roquelin con acentos británicos. ¿Hay una que te llama la atención? Buena noticia, la mayor parte de las plantas del jardín están disponibles a la venta.
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Por Constance Dive
Editora de France.fr.