Los 5 mejores lugares para observar las aves en San Pedro y Miquelón

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Águila calva en el Cap de Miquelon
© Maison de la Nature et de l'Environnement / Laurent Jackman - El Cap de Miquelon es un lugar muy frecuentado por las águilas calvas.

Tiempo de lectura: 0 minPublicado el 1 julio 2023

A 25 km de la costa de Terranova, en Canadá, Saint-Pierre-et-Miquelon es un pequeño rincón de naturaleza virgen con sus ocho islas, ¡sólo dos de las cuales están habitadas!

Los huéspedes del archipiélago son, ante todo, las aves, que pueblan sus paisajes entre mar y tierra, dunas y lagunas, acantilados y colinas. Se cuentan más de 300 especies de aves migratorias marinas y terrestres, de las cuales en torno a unas 100 son aves anidadoras. ¡Es hora de coger los prismáticos!

El istmo, el hogar del frailecillo silbador

Frailecillo silbador.
© Laurent Jackman - Frailecillo silbador.

Este estrecho trozo de tierra de 12 kilómetros de largo que une la Isla de Langlade (también denominada Petite Miquelón) con Grande Miquelon dibuja un paisaje único, entre dunas de arena y turberas, donde retozan gorriones sabaneros y alondras cornudas. Algunas especies anidan aquí: es el caso de la menudilla, la buscarla pintoja, el chorlo semipalmado y, desde los años '80, el frailecillo silbador con su bonito pelaje color arena, una especie amenazada.

La isla de Le Grand Colombier, refugio del frailecillo atlántico

A algunos cientos de metros de la orilla, la reserva natural de Le Grand Colombier es un verdadero santuario: esta isla de bolsillo (1,2 km de largo) de vegetación rasa concentra, ella sola, una buena parte de las aves migratorias de San Pedro y Miquelón. Es el único sitio del archipiélago donde anidan los frailecillos atlánticos y también el único lugar en territorio francés de reproducción del paíño boreal. Los araos comunes abundan, así como también los pingüinos torda. Y, como plus adicional, en ocasiones también se pueden ver pasar, mar adentro, ballenas jorobadas, rorcuales y delfines.

Le Grand Barachois, guarida de patos

La laguna de Le Grand Barachois.
© Maison de la Nature et de l'Environnement - La laguna de Le Grand Barachois.

Al sur de la isla de Miquelón, las plantas acuáticas de la laguna de Le Grand Barachois (9 km²) atraen a todo tipo de palmípedos, como los patos negros, pero también, entre otoño y primavera, a los bonitos porrones osculados y los porrones moñudos de cabeza verde. Cuando baja la marea y las aguas azuladas se retiran, es el lugar ideal para observar las focas grises y las focas comunes que recalan aquí entre finales de mayo y principios de junio.

Cap Miquelon, sitio de rapaces

En el extremo noroeste, el Cap Miquelon es el lugar más espectacular del archipiélago. No solo por su grandioso marco de acantilados poblados de gaviotas que dominan el océano. Cap du Nid à l'Aigle es el paraíso de las rapaces. Los ornitólogos han registrado la presencia de águilas blancas, pero también gavilanes americanos y esmerejones.

Costas de Miquelón, llenas de plumón

Esmerejón.
© Laurent Jackman - Esmerejón.

Virgen y casi inhabitada, la isla más grande del archipiélago (216 km²) solo cuenta con un pueblo. No sorprende pues que en sus costas abunden todo tipo de especies de aves. En primavera, en la costa occidental, no podemos perdernos la llegada de los millares de eideres, estos grandes patos migratorios de plumón muy apreciado, y los somormujos cuellirrojos. En la costa oriental, el estanque de Mirande es el campo de juego favorito de las serretas medianas, con su cabeza negra toda despeinada.

Por France.fr

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