Ponemos rumbo a Nueva Caledonia con el fotógrafo Pierre-Alain Pantz que ha sabido captar –durante una nueva estancia en este archipiélago por el que siente especial predilección– todos los rostros portadores de esperanza y felicidad.
Rostro de las Islas de la Lealtad, reflejo de las diferentes influencias polinesias que han marcado su historia.
Isla de los Pinos - Vao
El tiempo de una mirada, el intercambio furtivo que llena mis ojos de alegría.
Isla de los Pinos - Vao
Este magnífico rostro cincelado con delicadeza por la luz de la mañana ha captado mi atención de forma repentina.
Nouméa
Solo he podido disparar una vez, tanto me ha desestabilizado esta mirada escrutadora
No sabré jamás qué provocó tantas risas en estas niñas de Lifou.
En el frescor de una cabaña tradicional de Ouvéa, sobre un suelo de esteras... un ángel pasa.
Nouméa
A menudo, me siento para fotografiar a los niños y que sean ellos los que me miren desde arriba…
Isla de los Pinos - Bailarín de Wapan
Me gusta el orgullo que exhibe este jovencísimo bailarín de la Isla de Pinos mientras ejecuta la danza de los pescadores fantasma.
De regreso a la danza, un bonito y colorido encuentro en la bahía de Kanumera, en la Isla de los Pinos.
Tribu de Atéou - Provincia Norte
Siempre me ha gustado el contraluz que rodea los rostros con un halo de luz.
Isla de los Pinos
¡Como un rayo de sol!
¡Dress code obligatorio! Cada año, el ambiente del Lejano Oeste invade Caledonia durante la feria agrícola de Bourail.
Una bici de ruedas gigantes parecía atemorizar a este pequeño kunié.
Para saber más:
Por Pierre-Alain Pantz
Pierre-Alain Pantz descubre Nueva Caledonia y su luz a los 10 años de edad. Al llegar a la edad adulta, decide, cámara de fotos en mano, salir a descubrir el mundo: África, América, Caribe, cuenca mediterránea.
