Cuando entres en la Maison Louis Vuitton Vendôme, no descubrirás solo un espacio de venta más, sino también un pequeño museo donde se mezclan el diseño, el arte contemporáneo y las referencias al siglo de Versalles. Y un escaparate de los savoir-faire de la famosa marca francesa.
El día de su inauguración, el 4 de octubre de 2018, un gran sol de 6 metros de diámetro resplandeció en la fachada de la nueva tienda parisina Louis Vuitton en la plaza Vendôme. Una alusión doble: al Rey Sol y al siglo de Versalles, del que se inspira este espacio, y al arte contemporáneo más que nunca la firma de la marca Vuitton.
Porque el lugar no fue elegido al azar: las fachadas de las dos mansiones del siglo XVII que se unieron para formar una fueron diseñadas por Jules Hardouin-Mansart, el arquitecto favorito de Luis XIV.
Un savoir-faire radiante
En cuanto a la plaza Vendome, ha sido durante mucho tiempo un símbolo de la elegancia francesa y el lujo moderno. El mensaje es claro: la Maison Louis Vuitton Vendôme pretende encarnar la influencia global de la artesanía, el saber hacer y las artes francesas como lo hizo en su época el Palacio de Versalles.
Para cerrar la brecha entre el pasado y el presente, Peter Marino, un famoso arquitecto de Nueva York conocido por su puesta en escena del arte en el mundo del lujo, fue el responsable de la renovación. ¡Un ejercicio de estilo porque no había nada del esplendor original en el interior!
Para inspirar la atmósfera de una mansión francesa, Peter Marino ha recreado una escalera de piedra y vidrio que conecta los cuatro niveles y respeta los grandes volúmenes de la epóca como el primer piso donde la altura del techo llega casi a los 5 metros.
Piedra francesa recogidas de los castillos
Como un buen especialista de la historia de las artes decorativas, Peter Marino se inspiró en materiales antiguos para imaginar nuevas variaciones: suelos de parqué de Versalles en colores más ligeros y más modernos o suelos compuestos de losas de piedra francesa recogidas de los castillos... sin hablar de los muebles: alfombras, asientos y sofás diseñados en su estudio de Nueva York revisitan formas y materiales además de las 33 obras de artistas y diseñadores que también son una parte integral de la decoración.
Como en una galería de arte, destacan obras temporales
De una habitación a otra, descubrimos a su vez los cojines anaranjados de Pierre Paulin o una mesa de esqueleto de Carlo Mollino, como homenaje a la gloria del diseño contemporáneo. Y como en una galería de arte, lo temporal entra enjuego con algunos ejemplares de la colección de Objetos Nómadas creada con la participación de diseñadores. Para que los invitados descubran los 25 artículos relacionados al viaje y al hogar, la exposición se repetirá cada tres meses.
Baúles con perfumes
Casi olvidaremos el propósito esencial del espacio: recopilar y exponer los productos de las diversos oficios de Louis Vuitton. Equipaje, prêt-à-porter, joyería, relojería, marroquinería, calzado, perfumes, accesorios: todas las variaciones de la marca se muestran en los 1.460 m² de esta verdadera muestra de su savoir-faire.
También encontramos dos talleres: uno dedicado a la joyería fina, el otro, "Rare & Exceptionnel", donde las celebridades pueden descubrir las últimas piezas a adaptarse a sus gustos.
Un regreso a los orígenes de la casa: Louis Vuitton, creador del famoso baúl de viaje, ¡abrió su primera tienda alrededor de 1854! Desde lo alto, su retrato pintado por Yan Pei Ming, el ilustre antepasado observa con benevolencia una herencia cuya audacia no le habría desagradado.
Consejos y Recomendaciones
Próxima parada: la Plaza Vendôme, un símbolo del lujo francés en París. Aquí se encuentran establecidas algunas de las casas más prestigiosas de joyería, alta costura y perfumería, como Boucheron, Chaumet, Mauboussin, Bulgari, Cartier, Dior y Chanel. Además de admirar la impresionante arquitectura de esta plaza, puedes aventurarte a explorar estas emblemáticas marcas de lujo. Para ello, puedes optar por dejarte llevar por un chófer, o simplemente utilizar el transporte público. Al fin y al cabo, ser fashion no está reñido con la elección de medios de transporte prácticos y respetuosos con el medioambiente. Esta es una excelente manera de sumergirse en el mundo del lujo parisino.
Por Anne-Claire Delorme
Periodista y viajera.