El «slow turismo» o turismo lento tiene como objetivo ser respetuoso con el medioambiente. Se puede practicar en Francia al elegir lugares fuera de lo común, optando por destinos comprometidos con la reducción de la contaminación de los vehículos, o incluso, favoreciendo el consumo local. Descubre nuestra selección.
El Sendero de los Aduaneros en Bretaña
Esta es la estrella de los senderos de Grandes Recorridos (GR), uno de los senderos costeros más bonitos de Francia. Creado en 1791, este sendero solía ser patrullado por aduaneros, de ahí su nombre, encargados de impedir el contrabando. Al recorrer el GR 34, cada paso te sumerge en una nueva postal, un itinerario lleno de historias, sal y rocío marino. A lo largo de más de 2.000 km, desde el Mont-Saint-Michel hasta el puente de Saint-Nazaire, sigue la ruta del litoral bretón.
El cicloturismo en el Canal du Midi en Occitania
En sus inicios, los barcos que surcaban el Canal du Midi eran remolcados por caballos a lo largo de los caminos de sirga. No obstante, estos senderos que bordeaban las orillas se adaptaron para dar la bienvenida a los cicloturistas, cuyo número hay ido en aumento, ansiosos por disfrutar de esta aventura junto al agua. En total, pueden recorrer 320 kilómetros o elegir tramos específicos. La ruta discurre por una vía verde segura y señalizada desde Montech hasta el Seuil de Naurouze. Después, hasta el Mediterráneo, los caminos de sirga, aunque no están asfaltados, siguen siendo transitables, siempre que se utilice una bicicleta de montaña, que son las bicicletas más adecuadas para completar todo el recorrido por el Canal du Midi.
La localidad familiar Les Rousses en las Montañas del Jura
En invierno, se presenta como una postal mágica, y en verano, como un remanso de paz y naturaleza. Les Rousses, una estación familiar de baja altitud ubicada en el corazón del Parque Natural Regional de Haut-Jura, en la frontera con Suiza, es el destino ideal para los amantes de la naturaleza protegida. Los senderos peatonales, ecuestres o ciclistas ofrecen una forma ecorresponsable de explorar esta región de montañas y bosques. Estos itinerarios están diseñados para ser recorridos tanto en verano como en invierno, permitiendo a los visitantes admirar la vegetación sin dañarla. Reconocida por sus instalaciones y acciones comprometidas con los proveedores turísticos, Les Rousses cuenta con la etiqueta «Flacon vert» desde 2013. Esta distinción, otorgara por la asociación Mountain Riders, identifica a los destinos comprometidos con una política de desarrollo sostenible.
Bicicleta y talasoterapia en Isla de Ré, en la Costa Atlántica
Aquí, al igual que en muchas islas del litoral atlántico, puedes olvidarte del coche, ya que la isla de Ré se recorre completamente en bicicleta. Esta isla, relativamente tranquila fuera de temporada y apreciable por sus paisajes salvajes, alberga una joya: el Relais Thalasso, comprometido con un proceso ecorresponsable que incluye la recuperación del agua de lluvia, grifos eficientes, films solares en los cristales, composteros, la eliminación de envases en la restauración… Situado en la costa sureste, en un parque privado de 5 hectáreas, el Relais Thalasso ofrece un entorno ideal para relajarse y descansar. Esta combinación hace de Isla de Ré el destino perfecto para un fin de semana «slow», de bienestar y ecología.
Desconexión paradisíaca en las islas de Lérins, en la Costa Azul
A 15 minutos en barco de Cannes, la isla de Sainte-Marguerite es la más grande del archipiélago de Lérins, y la isla de Saint-Honorat también es muy bonita. Una estancia en estas dos islas es sinónimo de desconexión y descanso. Se puede elegir entre paseos a pie o en bicicleta, submarinismo, excursiones en kayak…
El trenecito de Córcega en Balagne
Este tren de velocidad lenta conecta Ajaccio con Bastia, y luego, con Calvi, atravesando las montañas del Parque Natural Regional de Córcega y recorriendo 230 kilómetros a través de una naturaleza salvaje y montañas rocosas. Ideal para reducir el ritmo, «le trinighellu» es una experiencia imprescindible para descubrir los paisajes interiores, inaccesibles en coche. Entre las obras de arte más destacadas, entre Venaco y Vinario, el tren pasa por el Pont du Vecchio, una obra maestra construida por Gustave Eiffel entre 1890 y 1892. Un viaje en el tiempo y a través de los paisajes corsos más bonitos.
Pulmón verde borgoñés en Morvan
Situado a medio camino entre París y Lyon, este macizo de granito, el Macizo de Morvan es un destino natural que ofrece una amplia gama de actividades al aire libre: senderismo a pie o en bicicleta por los bosques, bañarse en los lagos... Al descubrir las vistas de Haut-Folin o Mont-Beuvray, se comprende por qué este territorio es una parte protegida del Parque Natural Regional. En el camping Le Domaine de la Pierre Ronde (Côte-d’Or), incluso puedes experimentar la peculiaridad de dormir en una casa de hobbit.
Naturaleza y patrimonio en Eure, en Normandía
El departamento de Eure, un destino normando situado a solo una hora de París, guarda sus encantos con destreza. Giverny y la Fundación Claude Monet, el Museo de los impresionistas o incluso los pintorescos pueblos de Bernay y Lyons-la-Forêt ofrecen una rica experiencia. Una de las mejores maneras de explorar Eure es seguir el ritmo de los meandros del Sena a través del proyecto El Sena en bicicleta, inaugurado en 2021. Con más de 400 km de carriles, es posible salir de París para llegar a Le Havre o Deauville. En el lado normando, la ciclo ruta atraviesa senderos impresionistas. En Eure, puedes descubrir lugares como Giverny, Les Andelys y su Castillo Gaillard o incluso, Poses y su centro de ocio.
La Route des Crêtes en el Macizo de los Vosgos
La Route des Crêtes, que une Cernay con Sainte-Marie-aux-Mines, recorre algunos de los paisajes más impresionantes de la cordillera de los Vosgos. Su punto más alto, a 1.343 metros, se encuentra en el paso del Grand Ballon. Desde este mirador, se extiende una sucesión de cimas, puertos de montaña, lagos... Una excelente ocasión para reducir el ritmo de vida y disfrutar de unas vistas panorámicas inolvidables. La mejor opción es recorrerla a pie o en autobús con la Navette des Crêtes. Para mantener el estilo slow, elige un tramo específico y selecciona algunas de las rutas que bordean toda la región.
La Bahía de Somme en Altos de Francia
La bahía de Somme, una joya en la región de Altos de Francia, alberga una naturaleza protegida y ofrece actividades ecológicas atractivas para explorar su rico ecosistema. Los amantes de la ornitología encontrarán en el Parc du Marquenterre, una extensa reserva natural, fascinante. En Hourdel, se pueden observar focas grises y marrajos sardineros, añadiendo un toque más salvaje a la aventura. Los paseos en bicicleta por los senderos de la bahía revelan paisajes de dunas, prados salados y estuarios. En Saint-Valery-sur-Somme, la opción de embarcarse en un paseo en barco proporciona unas vistas únicas de esta extensión marítima.
La Venecia Verde en la Marisma de Poitou
La marisma Poitevin o marisma de Poitou es una joya natural modelada por el hombre y se extiende entre Les Deux-Sèvres y La Vendée, ofreciendo paisajes encantadores. En el valle, se despliegan canales sinuosos, prados verdes y una biodiversidad excepcional. La Maison du Marais Poitevin en Maillezais, antigua abadía, invita a sumergirse en la historia. La bahía de l’Aiguillon-sur-Mer cautiva a los amantes de la naturaleza con su santuario de aves migratorias en extensas áreas. ¿Y por qué no aventurarse en canoa o en paddle en Niort por el océano?
Por Alicia Munoz
Alicia, periodista especializada en desarrollo sostenible, medioambiente y viajes, refleja su gran pasión por la naturaleza, los grandes espacios y los deportes al aire libre a través de sus cautivadores relatos.