Qué hacer en Nantes

Visitar el Castillo de los Duques de Bretaña

Es uno de los monumentos imprescindibles de Nantes, ¡no te lo puedes perder bajo ningún concepto! Por suerte, este castillo se encuentra en el centro histórico de la ciudad. Desde el exterior, se puede admirar la impresionante fortaleza y sus 500 metros de camino de ronda. Se puede pasear por los fosos y las murallas y admirar la vista panorámica de la capital del Loira Atlántico, para luego descubrir, tras los muros, un magnífico palacio de inspiración prerrenacentista. El castillo alberga el Museo de Historia de Nantes, donde se puede aprender más sobre todos los acontecimientos importantes que han forjado la identidad de Nantes.

Retroceder en el tiempo en el barrio de Bouffay

Es el barrio que no hay que perderse si decides visitar Nantes. Te recomendamos que te dejes llevar por el viento y tus deseos en este barrio histórico que aún conserva vestigios medievales que se pueden apreciar en las fachadas con entramado de madera, como la Maison de la Poésie, que puedes admirar si pasas por la plaza del Change, o hacia la puerta Saint-Pierre, vestigio de la ciudad fortificada. El barrio de Bouffay es también una mina de bares y restaurantes donde tendrás donde elegir para terminar el día tomando una copa o compartiendo una buena comida.

Volver a visitar la catedral de San Pedro y San Pablo

La reapertura de la catedral de San Pedro y San Pablo en 2025, cinco años después de un terrible incendio, es una magnífica ocasión para redescubrir esta joya del patrimonio de Nantes. Al entrar, se puede admirar su arquitectura gótica del siglo XV. Las visitas guiadas permiten explorar la agitada historia de este impresionante edificio, cuya primera piedra se colocó en 1434, pero cuya construcción no se completó hasta... ¡1893!

Ir de compras por las galerías del Pasaje Pommeraye

Otra joya arquitectónica de la ciudad de Nantes: el Pasaje Pommeraye. ¡Este magnífico pasaje cubierto y su gran cristalera datan de 1843! Ha inspirado a numerosos artistas, entre ellos el dibujante Tardi (La verdadera historia del soldado desconocido) o la gran Agnès Varda. ¿Y a ti, qué te inspirará su visita?
 

Seguir la línea verde trazada en el suelo por el centro de la ciudad

Para no perderse nada de Nantes, sigue la línea verde, un auténtico recorrido de unos veinte kilómetros conocido como Le Voyage à Nantes. En el programa: callejuelas históricas, obras de arte, lugares imprescindibles del patrimonio de Nantes, miradores sorprendentes para admirar la ciudad... Hay unas sesenta etapas previstas para pasear sin perderse, ¡si nos obligamos a seguir la línea verde trazada en el suelo hasta el final!

Subirse a una de las gigantescas criaturas mecánicas de las Machines de l'île

Inspiradas en Julio Verne y Leonardo da Vinci, Les Machines de l'île, unas monumentales estructuras mecánicas en movimiento, pueden verse en el Parc des Chantiers, antiguo emplazamiento de los astilleros de Nantes. Hormigas gigantes, arañas mecánicas o garzas... Las máquinas imaginadas por François Delarozière y Pierre Orefice son cada año más numerosas, pero es especialmente el Gran Elefante, de 12 metros de altura, el que bien merece una visita. Se le puede ver barritar, sacar agua con la trompa y, sobre todo, se puede pasear sobre su lomo o en su vientre durante un excéntrico paseo de unos treinta minutos.

Sumergirse en las colecciones del Museo de Arte de Nantes, cerca del Jardín de las Plantas

Situado a pocos pasos del Jardín de las Plantas, el Museo de Arte de Nantes te invita a explorar y recorrer un notable panorama artístico, desde el siglo XIII hasta la actualidad. En él se pueden descubrir obras importantes de Ingres, Courbet, Delacroix, Monet, Picasso, Kandinsky o Joan Mitchell, a lo largo de un recorrido rico e inspirador. Pasea entre el elegante palacio del siglo XIX y su cubo contemporáneo bañado por la luz, cuya arquitectura dialoga armoniosamente con las colecciones del museo.

Descubre el Lieu Unique, un espacio cultural ubicado en una antigua fábrica de galletas

Este espacio de exploración artística se creó en el año 2000 en la Tour Lu, un edificio emblemático de Nantes construido en 1909 que ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad. La antigua fábrica de galletas se ha convertido hoy en día en un espacio dedicado a la creación que acoge exposiciones, espectáculos y festivales. También hay un bar, un restaurante, una librería, un hammam y una guardería. ¡No te lo pierdas!

Llenarse de estrellas en el Planetario

¿Cómo no quedar hechizado por un viaje a través de las estrellas y la Vía Láctea? A los amantes de la astronomía, os recomendamos visitar sin demora el Planetario de Nantes. Bajo su cúpula, os sumergiréis en un fascinante universo y descubriréis multitud de secretos sobre el cielo, las estrellas y los distintos planetas de nuestro sistema solar. ¡Un viaje que no os podéis perder, tengáis 7 o 77 años!

Pasar una noche insólita en una habitación de artista

¿Qué te parecería pasar la noche en una obra de arte? En Nantes, una veintena de artistas han creado esta colección de alojamientos insólitos. Puedes elegir entre pasar la noche en lo alto de la «Villa Cheminée», deslizarte en un hueco entre dos edificios, acondicionado por Myrtille Drouet, para descubrir la «Micr’Home», o soñar con escapadas al mar en un antiguo barco fluvial. ¿Te apetece alguna de estas aventuras? 

Pasear por los muelles del Loira

Son ellos los que aportan tranquilidad a la ciudad de Nantes. Las orillas del Loira ofrecen un entorno natural ideal para hacer una pausa o dar un agradable paseo. Es el lugar perfecto para hacer un pícnic en una de las numerosas zonas verdes, correr junto al río o simplemente pasear, ¡o incluso para tomar algo en una de las terrazas con vistas al Loira!

Subir a bordo del Maillé-Brézé

¿Cómo conocer Nantes sin interesarse por su tradición marítima y sus astilleros? El Maillé-Brézé, antiguo buque insignia de la Armada francesa, es un antiguo barco de guerra convertido en museo que se puede visitar para conocer mejor la vida cotidiana a bordo de un barco durante la Guerra Fría. ¡Muy recomendado para los marineros de corazón!

Meditar en el jardín japonés de la isla de Versalles

¿Qué tal si recargas las pilas lejos del ruido sin salir de Nantes? En pleno centro de la ciudad, en una isla artificial del río Erdre, se encuentra un curioso jardín japonés. La isla de Versalles, de 1,7 hectáreas, fue creada en 1831 y transformada en jardín japonés a partir de 1983. Rocallas, cascadas, jardín zen... ¡Todo lo necesario para un pequeño momento de zazen y meditación entre dos visitas!

Admirar las coloridas fachadas de Trentemoult, un pintoresco pueblo de la región de Nantes

Para disfrutar de una escapada bucólica, cruza el Loira en barco hasta Trentemoult, un antiguo puerto pesquero que conserva todo su encanto. Pasea por sus estrechas callejuelas bordeadas de casas con fachadas coloridas, entre contraventanas en tonos pastel y discretos jardines. Un lugar ideal para desconectar, hacer fotos y sentir el alma marítima y artística de la región de Nantes.

Hacer un crucero por el estuario del Loira y sus afluentes

Para los marineros o los amantes del agua, ¡no hay nada mejor que un crucero por el estuario del Loira o sus afluentes, el Erdre y el Sèvre! Se puede elegir un crucero organizado y comentado para aprender todo sobre el patrimonio de Nantes, o alquilar un barco para navegar por el agua con total libertad. Los más deportistas optarán por el kayak, la canoa o el paddle.

Senderismo o ciclismo por los viñedos de Nantes

¿Qué tal si nos salimos un poco de los caminos trillados para descubrir los viñedos de los alrededores de Nantes? Hay rutas en minibús, en  bicicleta y también a pie para los amantes del senderismo que permiten conocer a los viticultores del Loira Atlántico, entre Nantes y Clisson. También es una oportunidad para admirar los paisajes de la campiña nantesa. El lugar que no hay que perderse: el Porte-Vue, un mirador de 40 metros de altura, obra del arquitecto Emmanuel Ritz, situado en el pueblo de Château-Thébaud, que ofrece unas vistas impresionantes de los viñedos y sus alrededores.