El trigo de Santa Bárbara, el belén o los trece postres de la Gran Cena… Provenza cultiva unas tradiciones de Navidad marcadas por las creencias cristianas o por su maravillosa identidad regional. Damos un repaso a las tradiciones que llenan de magia las fiestas de Navidad.
El trigo del día de Santa Bárbara
La patrona de los mineros y de los artificieros, que se celebra el 4 de diciembre, poco tiene que ver con la tradición de los granos que germinan en Provenza. Sin embargo, es en el día de Santa Bárbara que plantamos trigo u otro tipo de granos en tres tazones recubiertos con algodón húmedo.
Regados a diario, darán nacimiento a jóvenes brotes verdes y recios el 24 de diciembre. Auguran prosperidad, como en los ritos paganos en los que su germinación presagiaba cosechas abundantes. Es también una bonita forma de lograr que los impacientes niños esperen hasta la llegada de la Navidad.
Los santons, las figuritas de Navidad, se suman a la fiesta
Los santons, las figuritas de Navidad en arcilla desarrolladas por un marsellés, cobraron fama en 1803 cuando les fue dedicada una feria en la propia Marsella. Los “santoun” o “pequeños santos” pasaron enseguida a decorar el belén. La Virgen y San José, el burro y el buey, el pastor y sus ovejas, la pescadera... Las figuras cristianas, los oficios típicos de la Provenza rural o personajes como el ángel Boufareu que guía a la población hacia el pesebre, todos ellos están representados.
El savoir faire de los fabricantes de figuritas de Navidad de Aubagne y de otras localidades puede admirarse en las ferias de los santons, que son los auténticos mercadillos de Navidad de Provenza. Marsella sigue siendo la capital de este evento secular.
El belén o la Provenza en miniatura
Musgo recién recogido para representar a la garriga, ramitas de tomillo para los olivos, papel de plata para el río… Cuando se acerca la Navidad, cada familia tiene sus propios secretos para realizar su belén, un decorado en miniatura de la Provenza donde la Natividad es escenificada con las figuritas. El Niño Jesús es colocado en el pesebre el 24 de diciembre pasada la medianoche, mientras que los Reyes Magos hacen su aparición el día de la Epifanía, el 6 de enero, para traer sus regalos.
Según la tradición, el belén debe quitarse el día de la Candelaria, el 2 de febrero, coincidiendo con la presentación de Jesús en el Templo de Jerusalén. Aunque la región no tiene la exclusiva de la tradición del belén, nunca falta en una Navidad en Provenza.
El Gros Souper, el 24 de diciembre
¿La cena de Navidad llevaría mal su nombre en Provenza, dado que tradicionalmente está compuesta de platos ligeros (sin carne)? En cualquier caso, se trata de una comida abundante, conocida como el gros souper (gran cena), ya que incluye tres, seis o siete platos, dependiendo de la familia. Caracoles, bacalao, mújol, cardos y apios suelen estar en el menú de quienes se apegan a las tradiciones provenzales.
Algunas reglas marcan la pauta para poner la mesa: tres manteles blancos, en alusión a la Santísima Trinidad; los cuencos con el trigo de Santa Bárbara; y la presencia de los famosos trece postres desde el inicio de la cena. ¡Buen provecho!
El desfile de los 13 postres
¿Qué sería una Navidad en Provenza sin estos dulces, en número de trece en referencia a Cristo y sus doce apóstoles? No existe una lista fija, pero los 4 mendicantes, que evocan a las órdenes religiosas que hicieron voto de pobreza (higos y pasas, almendras y nueces), los dátiles, los turrones blanco y negro y el gibassié o pompe a aceite (una galette dulce a base de aceite de oliva) son imprescindibles. Junto a ellos, a menudo se encuentran los calissons de Aix-en-Provence o las navettes de Marsella, frutas frescas como las uvas o las mandarinas, frutas confitadas, pasta de membrillo...
La ofrenda de los pastores
En las zonas más rurales o en aquellas donde las tradiciones perviven con más fuerza, la ceremonia del pastrage se sigue realizando coincidiendo con la Misa del Gallo. En pleno periodo de nacimientos de las ovejas, una procesión de pastores acude a presentar el cordero recién nacido al cura y a la gente reunida al ritmo de la música de un flautín y una pandereta. El joven cordero es transportado en una carretilla iluminada con velas. En ocasiones, esta celebración se retrasada hasta enero, como en Saint-Martin-de-Crau.
La pastoral o el teatro de Navidad
Una pastoral acompaña a veces a la Misa del Gallo y sigue siendo sinónimo de Navidad en Provenza. Se trata de una representación teatral de la Natividad, cantada y hablada en provenzal. Es como si las figuritas del belén cobrasen vida...
Por Charlotte Cabon
Periodista.