Desde su exuberante verdor hasta su agua siempre presente, Nueva Caledonia ofrece multitud de paisajes que dejan sin aliento. Explora este territorio en el que la biodiversidad y la autenticidad son las palabras clave.
Explorar una biodiversidad única
Para los amantes de las vacaciones activas, de naturaleza y en un entorno natural conservado, Nueva Caledonia es un auténtico paraíso terrenal. El territorio acoge una biodiversidad excepcional (la quinta del mundo en riqueza biológica), así como relieves montañosos que alternan sabanas y selvas tropicales.
Senderos Gran Recorrido a explorar
Este destino dispone de multitud de senderos y pistas que se pueden recorrer a pie, en bicicleta de montaña o a caballo. Desde una hora a varios días, entre amigos o en compañía de un guía, ¡las posibilidades son infinitas! Los variados paisajes están recorridos por circuitos de senderismo: El GR NC1 al sur y el GR Nord desafían a aguerridos deportistas venidos de todo el mundo.
Valles de un color verde intenso, bosques de araucarias y helechos arborescentes, sabanas de niaoulis, bosques de arillastrum gummiferum y kauris albergan una fauna endémica. Los senderistas más atentos podrán ver pasar al kagú (un pájaro que ladra y no vuela) y al zorro volador (una especie de murciélago), ambas muy protegidas.
Sumergirse en la cultura local
Pasear por Grande Terre brinda también la oportunidad de conocer a la población kanak y a veces de ser recibido en la tribu para familiarizarse con las costumbres locales. Varios guías melanesios ofrecen incluso una iniciación en los secretos de las plantas medicinales de la isla.
Suba a bordo de una piragua en la bahía de Upi, descubrirás este saber ancestral transmitido de generación en generación.
A través de sus historias y leyendas, Nueva Caledonia se revela en lugares como los Acantilados de Lékiny, la Gruta de la Reina Hortensia, el Bonhomme de Bourail e incluso el "Saut du Guerrier".
Descubrir la gastronomía tradicional
Tanto si sólo la pruebas como si ayudas a prepararla, la bougna sólo te dejará buenos recuerdos. Una hábil mezcla de sabores marinos y terrestres, la Bougna se puede degustar en los restaurantes locales o incluso en las casas de los lugareños. No te pierdas los mariscos y crustáceos frescos, como las gambas azules, las brochetas de pulpo, las almejas gratinadas con leche de coco y las ostras. El tartar de atún también es excepcionalmente fresco.
Consejos y Recomendaciones
Para desplazarse por Grande Terre, Île des Pins y las islas de la Lealtad de forma responsable con el medioambiente, lo mejor es utilizar los autobuses lanzadera y autocares disponibles. Para llegar a las islas, opte por el barco, mucho más barato y responsable que el avión. En Nouméa, caminar, montar en bicicleta y otras formas de movilidad suave son perfectamente factibles.
Por France.fr
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