Atrevido por fuera – realza con su arquitectura futurista el istmo Malraux- el octavo hotel de la cadena Okko también lo es por dentro. Alterando los códigos de la hostelería tradicional, ha sido pensado como un lugar de vida acogedor y a la última donde todo está incluido, del desayuno a la cena de cóctel.
Las 120 habitaciones ofrecen dos ambientes de tonos, claro o más oscuro, pero su confort, idéntico, es óptimo: camas mullidas con sábanas de lino y algodón arrugado, ducha a la italiana, máquina Nespresso, teléfono con dock iPhone...
El alma del hotel es el Club, amplio espacio de 350 m² dividido en pequeños salones intimistas/íntimos donde uno puede a la vez comer, charlar, trabajar, tomar una copa, realizar sus compras en la tienda u hojear uno de los libros de la biblioteca.
El concepto del 4 estrellas con todo incluido se experimenta del desayuno (huevos y frutas bio y productos sin gluten) al aperitivo a la italiana con una amplia selección de productos (quesos, charcutería, tartas salas, “antipasti”…) pasando por las bebidas calientes y frescas y los tentempiés a voluntad durante todo el día.
La decoración muy contemporánea firmada por Patrick Norguet juega hábilmente con el contraste entre colores vivos y depurados para crear un universo estético y cálido donde cada detalle llama la atención.
Todo de cristal y hormigón bruto, Okko Strasbourg se inscribe en un conjunto de edificios nuevos al pie de la parada de tranvía Churchill, a 10 minutos a pie del centro histórico y a dos pasos de un centro comercial y un complejo de salas de cine.
El trato exquisito es uno de los puntos fuertes de la cadena que se apoya asimismo en los valores locales: de las cervezas a las galletas pasando por los quesos, el hotel destaca las especialidades de la región.
A modo de guiño retro, las fotografías antiguas recuerdan los orígenes del lugar: el hotel está construido sobre un antiguo solar del puerto reconvertido en barrio de moda y nuevo polo económico y cultural.
Para todos aquellos que viajan sin ordenador, un espacio con un ambiente tranquilo está acondicionado con iMac e impresora de libre acceso.
Entre citas de correr, bicicleta y esteras de yoga, sin olvidar la sauna, todo está previsto para mantenerse en forma o relajarse. Y para quienes les gusta correr, hay disponibles informaciones sobre los diferentes recorridos en la recepción del hotel. ¡La oportunidad de descubrir de otro modo la ciudad de Estrasburgo!
Para saber más:
Por Anne-Claire Delorme
Periodista y viajera.