Subiendo desde el Este, el primer macizo de más de 2.000 m que encontramos en territorio francés es el Canigó.
Su cumbre más elevada, la Pica del Canigó es, junto con las otras dos picas pirenaicas, la del Carlit y la de Estats, una de las cumbres más visitadas del Pirineo Oriental, visible desde gran parte de las comarcas de la Cataluña Norte y desde el mar Mediterráneo. La subida desde el refugio de Mariailles o desde el Chalet des Cortalets no presenta ninguna dificultad técnica, solo algún pequeño paso entre cumbres y la última chimenea de acceso a la Pica (Iº-IIº) pueden resultar peligrosos con niebla, nieve o hielo. Recomiendo subir desde Mariailles con la intención de escapar de la masificación en verano, disfrutando de una subida algo más larga, pero más agradecida. De Vernet-les-Bains tomaremos la carretera hasta Casteil, para seguir por carretera asfaltada hasta el Col de Jou (1.125 m). Seguiremos subiendo por una pista forestal que, si bien al principio presenta un firme un tanto irregular, a los pocos kilómetros mejora y se convierte en aceptable.
Tras pasar por la Font Freda se llega a una amplia zona de aparcamiento (Le Randé). Si la pista está cerrada, en algo menos de media hora a pie llegaremos al refugio de Mariailles. Del 15 de mayo al 1 de diciembre la pista está abierta y se puede aparcar fácilmente junto al refugio. Desde la comarca del Vallespir, la pista forestal que asciende desde Prats de Molló al Pla Guillem está cortada al tráfico rodado a la altura de la Collada de Roques Blanques, pero es accesible en BTT. Se trata de una ascensión apta para toda la familia, siempre y cuando llevemos el calzado y el equipo adecuados para alta montaña. Las cumbres del Bastiments, el Puigmal, Madres, Peric y el Carlit destacan por encima del resto, mostrándonos la fuerza y la belleza que posee el Pirineo Oriental francés. Desde el refugio de Mariailles a la cumbre se suelen invertir entre tres y cuatro horas, siendo recomendable bajar desde la cima hasta el Chalet des Cortalets, donde podemos pernoctar, realizando de este modo una interesante ruta circular por el macizo del Canigó.
Los amantes del románico disfrutarán a los pies del Canigó, donde encontramos los monasterios de San Martín del Canigó y de San Miquel de Cuixà, dos joyas de visita obligada. A nivel gastronómico, tanto en Prades como en Vernet-les-Bains podremos disfrutar de impresionantes Cassoulets, donde el pato y las salchichas serán los protagonistas de un opíparo plato tradicional.
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Por Víctor Riverola i Morera
Ex-corresponsal internacional. CEO en la productora Matterfilm. Autor de 14 libros y 4 documentales. Alpinista, viajero incansable.