No tiene equivalente para captar la luz, sus diferentes colores varían con la inclinación del sol. Verdadero símbolo del Macizo de los Vosgos, el gres rosa forma parte integrante de los paisajes del territorio, tanto en estado bruto o trabajado por la mano del hombre. A continuación, te hablamos de la roca estrella de las cumbres de los Vosgos.
Colorado
El Altschlossfelsen, accesible desde el pueblecito de Roppeviller en el País de Bitche, forma una barrera rocosa de cerca de 1.500 m apodada el Pequeño Colorado de los Vosgos. Uno nunca se cansa de los matices rojizos de la roca, verdadero milagro de la naturaleza.
Haut-Kœnigsbourg
No te fíes de sus reflejos rosados que le dan el aspecto de salir de un cuento de hadas. El Castillo de Haut-Kœnigsbourg es una verdadera fortaleza de montaña. Al parecer, el director artístico del “Señor de los anillos” se inspiró en él para realizar algunos elementos del decorado.
Piedras sagradas
Este destacado lugar espiritual de Alsacia encantará asimismo a los amantes de la naturaleza y de las viejas piedras. Empezando por su enigmático Muro Pagano, una impresionante muralla de 11 km formada por imponentes bloques de gres. Este santuario también es propicio al senderismo gracias a los numerosos caminos señalizados que lo rodean.
Catedral de Saint-Dié-des-Vosges
Estos dos campanarios que superan la cima de los árboles son los de la Catedral de Saint-Dié-des-Vosges, enteramente construida en gres de los Vosgos. Este monumento, que es una de las obras maestras del arte sacro del territorio, ha pervivido a través de los siglos, como lo demuestran los diferentes estilos que lo forman.
Centinela
Nueve siglos de historia nos contemplan desde este centinela esculpido en la roca de gres rosa. Situado a 338 m de altitud, el castillo ofrece unas vistas despejadas del Parque Natural Regional de los Vosgos del Norte. Un terreno de juegos perfecto para los niños que encontrarán en el castillo diversas actividades y espacios dedicados a ellos.
Ciudadela y fortificaciones
Indisociable de la identidad de Belfort, esta ciudadela y sus fortificaciones, atribuidas a Vauban, son el resultado de varios siglos de evoluciones arquitectónicas. Sin olvidar su león erigido en el flanco de la ciudadela por el artista Auguste Bartholdi, natural de Colmar, autor, entre otras obras, de la Estatua de la Libertad.
Unas vistas increíbles
La naturaleza y la mano del hombre se unen en Dabo, donde un bloque de gres rosa labrado hace más de 200 millones de años por los elementos sirve hoy de promontorio a una capilla construida en la misma roca. Desde el monumento dedicado al papa León IX, que culmina a 664 m, las vistas despejadas de la meseta de Lorena y de los Vosgos te dejarán sin aliento.
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Por France.fr
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