Te proponemos diferentes circuitos para descubrir Córcega, la isla de la Belleza.
Circuitos Sur de Córcega
En el extremo sur de la isla, las montañas corsas se unen con el mar en una apoteosis de playas, calas e islotes.
Párate en Porto-Vecchio con sus playas increíbles. Desde la playa bastan unos minutos para llegar al macizo de Ospedale, un lugar magnífico para realizar paseos a la sombra de los bosques de pinos y alcornoques de los alrededores del lago. Más al Oeste adentrarás en Alta Rocca.
Al norte de este bello y arbolado macizo, se erigen las Agujas de Bavella, cuyos siete picos recortados adquieren unos tonos sorprendentes en las puestas de sol. Desde todas las posiciones en que se observen, los picos ofrecen un magnífico espectáculo que uno no se cansa de contemplar.
Desde el paso de Bavella los caminos te conducirán hacia las cascadas de Polischellu, y también al curioso “agujero de la bomba”, orificio en medio de la pared rocosa, antes de descender hacia la Côte des Nacres siguiendo el valle de Solenzara. Solenzara es un bonito puerto deportivo, en la desembocadura del río, muy adecuado para alojarse en verano. Es una buena zona para practicar el barranquismo, los descensos de cascadas en rapel, la escalada, la caza y la pesca.
Si vas más al extremo del sur, llegarás hasta el golfo de Pinarellu donde se encuentran las increíbles playas de Saint Cyprien y Cala Rossa. En el extremo sur, encaramada en la cumbre de unos impresionantes acantilados blancos batidos por las olas, se encuentra Bonifacio, un enclave excepcional y el más visitado de Córcega. La costa, muy recortada, ofrece a los veleros un espléndido rosario de calas y golfos donde echar al ancla. Bajo el agua la belleza es total. Abundan las gorgonias, las esponjas y el coral, pero también los meros. A cuatro kilómetros de la costa puedes pasar el día en las islas Lavezzi, laberinto de islotes rocosos bañados por un agua azul tropical, que están protegidas por un estatuto de parque marino internacional.
Esta región cuenta con un gran número de lugares prehistóricos, entre los que destacan Castellu d´Araghju y Creccia. También son interesantes los enclaves de Cucuruzzu y Castellu di Capula con sus impresionantes muros ciclópeos. En Levie podrás descubrir la “dama de Bonifacio”, el habitante más antiguo de la isla (6570 años a.C.), en el museo provincial de prehistoria de Alta Rocca.
A nivel de actividades, podrás practicar submarinismo en Mérouville. Se pueden realizar excursiones por los senderos en busca de “barraconni”, cabañas de pastores de piedra seca y antiguos molinos de aceite. Refréscate en la cascada de Piscia di Gallo, en el macizo Ospedale. Los aficionados al senderismo se darán cita en Conca, punto de salida del famoso GR 20. Visita la cinemateca de Porto-Vecchio, abierta todo el año o deambula por el magnífico paseo de Spérone, al borde del mar, diseñado por Robert Trent Jones. En Bonifacio puedes hacer una excursión en barco para descubrir las famosas grutas marinas.
Se puede llegar al sur de Córcega en avión, en el aeropuerto de Figari.
Circuito Centro de Córcega
El centro de Córcega alberga la ciudad histórica de Corte, en pleno corazón del Parque Regional Natural de la isla. Punto de salida de todas las excursiones, Corte abre el acceso a cuatro regiones con identidad propia. Ascu, a la vez valle majestuoso y torrente con aguas verdes donde apetece bañarse. También es un pueblo con encanto pintoresco y una reserva de fauna salvaje inscrita en el programa Natura 2000. Te cruzarás con pastores que fabrican sabrosos quesos artesanales.
Al oeste de Corte, tomando la Scala di Santa Regina, encontrarás el Niolo, altiplanicie rodeada por las cimas más altas de Córcega por lo que los pueblos son los más altos de la isla. Tierra de caminatas que te llevará al Monte Cintu, al circuito arqueológico de Albertacce, al sendero natural de Lozzi así como hacia los lagos de montaña. Éste es el territorio de muflones y quebrantahuesos con los que podrás disputarte el cielo lanzándote en parapente desde el paraje Alturghja. Sensaciones fuertes garantizadas.
Al este de Corte entrarás en Boziu que se prolonga por la Castigniccia. Es la patria de Sambucucciu que dirigió la primera revuelta contra los señores en 1358. La carretera de Chapelles te permitirá descubrir las pequeñas capillas románicas que se encuentran en esta región de una belleza salvaje. Al entrar en ellas, podrás admirar los preciosos frescos que encierran y cuyos colores te encantarán.
Al sur de Corte encontrarás el Venachese, alta tierra pastoral llena de bosques, como por ejemplo el de Noceta / Rospigliani y el de Vizzanova, famoso por sus pinos negros. Desde aquí podrás ascender al Monte d´Oru (2.389m) o dar un paseo hasta la Cascada de los Ingleses y sus piscinas naturales. ¡Toda el agua fresca que deseas! Acércate hasta Vivariu, donde el fuerte de Pasciolo te ofrecerá una vista magnífica sobre las gargantas del Vecchio. Descubre, finalmente, el Valle del Verghellu.
No te pierdas la ciudad de las tortugas de Moltifau y no olvidas el puente genovés en Asco. Camina hasta las cimas “U Capu Tafunatu” y “A Paglia Orba” en el Niolu. Admira los lagos de Melu y de Capitellu en el término del valle de la Restonica (clasificado como Enclave Destacado). Descubre el Convento Saint-François, en Alandu, en la zona de Boziu, el viaducto Gustave Eiffel y el bosque de Vizzanova en el Venachese.
A nivel de actividades, aprovecharás baños en ríos, paseos a pie y a caballo, barranquismo, rafting, kayak, canoa, bicicleta de montaña, escalada, via ferrata en Asco, parapente, esquí de fondo, raquetas de nieve, caza y pesca para descubrir mejor el valle de la Restonica y el de Tavignano.
Circuito Balagne
La Balagne, conocida como el “Jardín de Córcega” por sus fértiles colinas, también se la denomina “santa” por la cantidad de edificios religiosos. Aunque también le podemos añadir otro calificativo: el de “festiva”, puesto que con cualquier pretexto se organizan fiestas o festivales.
Primero podrás visitar Calvi, con su ciudadela genovesa, su iglesia barroca Saint Jean Baptiste en la que se encuentra el Cristo de los Milagros apoyando según se dice, el levantamiento del asedio de la ciudad por los turcos en 1553. Visita también la iglesia Sainte-Marie-Majeure, toda rosa, y el Oratorio de la Cofradía de San Antonio.
Descubre la península de la Revellata, con sus excepcionales fondos marinos y desplázate hasta Notre dame de la Serra para disfrutar de una vista extraordinaria sobre la bahía. En Île Rousse, da una vuelta por el mercado de las 21 columnas, un buen paseo por la orilla del mar en Marinella y visita la fábrica artesanal de café. En Aregno, admira la iglesia Trinité de San Giovanni, asombrosa obra maestra románica, decorada con maravillosas estatuas, entre ellas un hombre extrayéndose una aguja del pie, que simboliza el mal que se arranca del alma. Desde allí, es posible realizar excursiones a los numerosos pueblos del interior situados a modo de balcones en medio de una luminosa naturaleza. Al pie del Montegrosso, podrás descubrir Calenzana, arropado por olivos, punto de salida del GR 20. Podrás visitar las iglesias de Saint Blaise y Sainte Restitude, patrona de Balagne. Otras visitas son la de los tres pueblos del Montegrosso, Lunghignano con su molino de aceite, Cassano con su plaza en forma de estrella y Montemaggiore con su espléndida vista sobre el golfo de Calvi. Sant´Antonino, atalaya medieval perfectamente conservada, o también Pigna, activo centro artesanal, y Corbara, con la iglesia barroca de la Annonciation y el convento, siempre lugar de reposo. En la parte alta de Balagne encontrarás la región de Ghjunsani, lugar de evasión segura en el seno de una naturaleza salvaje. En Belgodere, alojado en un promontorio rocoso desde el que se divisa el valle del Reginu, arranca un sendero que conduce hasta Olmi Capella. Desde Vallica se dominan los viñedos dispuestos en terrazas en el seno de un majestuoso circo de montañas. Desde Mausoleo y Piggiola es posible realizar excursiones por paisajes ornamentados con puentes genoveses y capillas. Más al norte, el valle de Ostriconi se lanza al mar creando una maravillosa playa de arena blanca. Está región fue el antiguo granero de aceite de Córcega. En esta tierra llena de molinos se encuentran el bonito pueblo de Lama, ante el que se erige el Monte Astu, y Pietralba, con su circo de montañas. Apartado de las carreteras, el golfo de Galería ofrece su belleza salvaje a los excursionistas y a los aficionados al submarinismo. Podrás practicar todos los deportes náuticos todo el año. En Calvi, centro de vela y club náutico, el agua está a 14º durante la época más fría del invierno. Pasea en bicicleta a lo largo del litoral. Sigue la "Ruta de los Artesanos" en la que encontrarás a los artesanos por su oficio y que perpetúan la técnica ancestral… ¡Y no te olvidas visitar las bodegas vinícolas.
Circuito Costa Oriental
Hacia el mar, playas inmensas. Hacia el interior, colinas y montañas de gran frescor y mucha sombra. Imagina que te encuentras en la costa oriental. Estás de vacaciones y puedes extender la toalla sobre la fina arena de Costa Serena o de Costa Verde. De Moriani-Plage a Aléria y Ghisonaccia todo son playas bordeadas por deliciosas pinedas. Es una zona muy apreciada por los veraneantes que ha sabido integrar perfectamente las zonas residenciales de vacaciones con el entorno.
Los primeros turistas fueron los foceanos quienes fundaron Aléria en el siglo VI a.C. Ocupada sucesivamente por los etruscos, los cartagineses y los romanos, la ciudad fue finalmente arrasada por los vándalos en el siglo V. Podemos redescubrir su historia en el yacimiento arqueológico y en el museo de Aleria que se encuentra en la fortaleza de Matra, en la que destacan unas magníficas cerámicas griegas. Es una región con grandes explanadas donde es posible disfrutar de paseos a caballo por la orilla del mar y baños en los numerosos ríos que bajan por la zona. Aquí todos los placeres del mar, del sol y de la mesa se magnifican.
Las grandes propiedades agrícolas producen sabrosos pomelos, mandarinas, kiwis, aguacates y vinos de calidad mientras que las granjas acuícolas podrán llenarte la mesa de mariscos y de pescados. Dirígete ahora hacia el interior donde te espera un mar de bosques. Su origen se remonta a 1584, cuando los genoveses organizaron la plantación sistemática de árboles de madera noble, sobre todos castaños. Como por aquel entonces la región estaba muy poblada, los jardines acabaron convirtiéndose en un inmenso bosque de castaños que dieron su imagen y su nombre a la Castagniccia que hoy conocemos (de castagna, castaña).
Centro de revueltas populares (Pascal Paoli fue nombrado allí general en jefe de la nación corsa en 1755), Castagniccia te seducirá por su carácter, sus casas de tejados de piedra, todas con su rataghju (secador de castañas) y sus colores resplandecientes en otoño. Integra las tres pieve (antiguas parroquias) de Alesani, Orezza y Ampugnani. Lugar propicio para los paseos por el bosque del que emergen, como los faros por encima del mar, los campanarios de las iglesias barrocas.
Más al sur, en la región de Ghisoni, encantador pueblo del siglo XVI, también puedes disfrutar de paseos llenos de misterios por uno de los más bellos bosques de pinos negros de Europa. Desde Ghisoni, se puede acceder a la estación de Renoso en la que en invierno es posible esquiar inmerso en un grandioso marco de naturaleza intacta. Es el punto de partida de la ascensión al Monte Renoso (2.352 m), una de las cinco cumbres más altas de Córcega. Aprovecha para visitar los cercados de las Pozzi, unas turberas que manchan de azul el verde impactante del musgo.
No te pierdas la vista del pueblo de Morosaglia donde nació Pascal Paoli. En la costa, da una vuelta a los estanques de Urginu y de Diane en los que se cultivan ostras desde la época de los romanos. En la reserva de Casabianda habitan más de 100 especies de pájaros y tortugas. En Ania di Fiumorbu se encuentra la gruta del último “bandio de honor”.
En Buija, la cascada vertiginosa de San Gavino, tiene cien metros de altura. En Castagniccia merece la pena visitar las numerosas iglesias de profusa decoración interior de estilo barroco: Saint Pierre y Saint Paul de Pedicroce, Notre-dame du Mont Carmel en Stoppia Nova, La Porta, Giacatajo, Quercitello y Valle d´Orezza que son todas declaradas monumentos históricos. Descubre también el convento de Alesani, cuya fiesta se celebra el 8 de septiembre.
Las playas de Arinella y Vignale, de 10 km de largo son bordeadas por la gran pineda de Pinia. Son lugares ideales para las bicicletas de montaña y los paseos. Otras actividades son los paseos a caballo, la via ferrata en Chisa (Puedes tomar el sendero de Mare a Mare Centre que cruza la isla y empezar en Ghisonaccia) o las visitas a fincas agrícolas
Circuito Gran Valinco
Esta pequeña región, origen de las tierras de Córcega, contiene numerosos lugares prehistóricos y restos de castillos de la época de los Señores. Valinco aportó en el siglo XIX un marco para diversas obras novalescas, entre las que destaca “Colomba”, de Prosper Mérimée.
Propiano es una ciudad balneario en el corazón del golfo de Valinco. Es un golfo tan profundo y calmado que parece un lago. Desde la zona protegida de Roccapina y su playa de arena fina, dominada por un promontorio rocoso, pasando por Tizzano, hasta el pequeño y encantador puerto de pesca de Porto Pollo, existe una serie ininterrumpida de calas y playas de Cupabia. A través de un sendero que recorre el litoral, saliendo de Campomoro, se llega a Tizzano a través del monte bajo.
El Valle del Tavaro, completamente verde, ha vivido durante mucho tiempo al ritmo de la cosecha, la vendimia y la recogida de las castañas. Rico en lugares históricos y curiosidades, el interior del país es una región muy viva. El recorrido de los oficios antiguos en Olmeto o la “Ruta de los Auténticos Sentidos” te permitirán descubrir fábricas de pipas, cuchillos, cerámica y las especialidades de la zona.
En todas partes encontrarás fuentes termales: las aguas calientes de las termas de Baracci, visitadas desde la antigüedad, el baño romano de Caldane o las aguas de Guitera y Tacana. Además de los baños de agua dulce o salda podrás escoger entre muchas actividades: escalada, pesca en el río, paseos a caballo, excursiones. Sin olvidar que la región es también el punto de partida de dos senderos para excursiones: el Mare a Mare Sud (Mar a Mar Sur) y el Mare e Monti Sud (Mar y Montaña Sur).
Desde Propriano, no tepierdas una visita a Sartène, la ciudad “más corsa de Córcega, capital de la “Tierra de los Señores”. Descubre los parajes megalíticos de Palaggio con sus 250 monolitos, I Stantari de Cauria, el dolmen de Fontanaccia, el más bello de Córcega, o Filitosa y sus estatuas-menhires dispersos en un magnífico paraje. Descubre también el puente genovés de Spin´a Cavallu, quizá el más bello de Córcega, el castillo de Istria en Sollacaro y el castillo de Roca di Valle en Olmeto.
Circuito Región de Ajaccio
A parte de una visita a la ciudad imperial de Ajaccio, podrás descubrir las orillas del Golfo del mismo nombre. Al norte, la carretera que recorre el litoral y pasa por delante de la playa Marinella, cantada por Tino Rossi, te conducirá a la punta de la Parata, coronada por una torre genovesa. Existe un sendero que conduce hasta el extremo de la punta desde donde se pueden admirar las islas Sanguinaires y llegar hasta las playas del pequeño y del gran Capo di Feno. Aguas turquesa, paisaje salvaje, un marco muy conocido por los surfistas que te transportará a mil leguas de la vida urbana.
Para llegar a la orilla sur y al balneario de Porticcio se puede ir por la carretera que bordea el mar o en las embarcaciones que realizan el trayecto. Entre tres valles, tres ríos y escoltada por dos torres genovesas, el conjunto de la orilla sur es un lugar privilegiado que incita a la evasión. Una ensenada de naturaleza salvaje llena de calas y playas de arena fina. En ellas, podrás practicar todos los deportes náuticos. Se puede acceder a la zona interior, que empieza a pocos pasos de la playa, por circuitos que te abrirán espléndidos horizontes hacia montañas, valles y pueblos.
Es posible realizar excursiones de todo tipo. Sube por el valle de Prunelli. En veinte minutos te encontrarás en medio de los profundos castañares de Bastelica, patria de Sampiero Corso. Desde Bastelica sube hacia la meseta de Ese y, luego, regresa por los desfiladores de Prunelli y Tolla con su lago. Para terminar, acércate hasta Bocognano, en la cima del valle del río Gravona, desde el que se domina un paisaje majestuoso de gigantes castaños. A media hora a pie podrás descubrir la Cascade du Voile de la Mariée (La Cascada del Velo de la Novia): una impresionante caída de más de 70 metros de altura.
Podrás practicar todas las actividades relacionadas con el mar: submarinismo durante todo el año, motos acuáticas, vela, windsurf y pesca de alta mar. Se puede realizar una bonita excursión por el camino de las Crêtes que recorre el litoral desde el centro de Ajaccio hasta las islas Sanguinaires. Visita el parque A Cupulatta (la tortuga), primer centro europeo de investigación sobre las tortugas, cerca de Vero, en el valle del río Gravona. A principios de primavera puedes calzarte los esquís en el llano de Ese y dar un paseo por los alrededores de las Pozzi (turberas).
Circuito Oeste de Córcega
El Golfo de Porto, con su litoral bordeado por acantilados de granito rojo que descienden sobre un mar azul intenso, bien merece su clasificación por la UNESCO como “patrimonio de la humanidad”. Es un gran espectáculo creado por la naturaleza con una combinación de elementos excepcional. Al norte, la península de Girolata, accesible sólo a pie o por mar, ofrece un paisaje fantástico creado por las convulsiones de una erupción volcánica.
Escarpados acantilados, picos recortados, ríos de lava con forma de caños y escaleras por los que vuelan en picado los pigargos hacia el mar color turquesa. Al norte de este lugar se creó la reserva natural de Scandola, la única en Europa que es a la vez marina y terrestre. El acogedor centro balneario de Porto, es famoso por sus impresionantes puestas de sol. Su torre genovesa cuadrada está ubicada cual centinela vigilante del mar desde hace cuatro siglos.
Dominando el golfo, Ota, pueblo típico pegado a la montaña, es el punto de salida del sendero de los desfiladores de Speluca, cañón impresionante cuyo grandioso aspecto se ve complementado por los penetrantes aromas del monte bajo. Un lugar idóneo para un estupendo paseo en familia…Más al sur encontrarás las formaciones de Piana, sorprendentes esculturas grániticas que mudan del naranja al rojo según la hora del día. En ellas podrás descubrir los “taffoni”, cavidades naturales en las que habitaron los hombres primitivos.
El pueblo, Piana, está considerado como uno de los más bellos de Francia. Cargese es una localidad conocida por haber acogido, en 1676, una colonia griega que se refugió en Córcega. Tiene dos iglesias, una ortodoxa y otra latina, una enfrente de la otra. Sagone, situado al sur, te abre un universo distinto: en pocos minutos pasarás de las encantadoras y soleadas playas al frescor de los bosques del parque Natural Regional, por el que podrás realizar excursiones desde Vico, región de pastores, hacia el lago de Crenu (único lago de Córcega bordeado por un bosque de pinos) y los desfiladores del río Liamone. En esta región también encontrarás los lagos de Ninu, Tolla y Vitalaza.
La parte interior del golfo de Porto es una zona montañosa abocada al mar que ha permanecido durante mucho tiempo aislada y que ha conservado toda su autenticidad y un carácter acogedor tradicional. Subiendo hacia el puerto de Verghio encontrarás Evisa, pueblo rodeado por castaños, lindante con el bosque de Aïtone, cuyos inmensos pinos negros esconden magníficos ríos y piscinas naturales. Es el punto de partida de excursiones hacia el Tafunatu, el Monte Cinto y los lagos de Nino y Creno.
Junto a las formaciones podrás descubrir el precioso pueblo de Piana, desde el que se puede ver todo el golfo, con el Monte Cinto al fondo, a menudo cubierto de nieve. Visita la torre genovesa de Porto, su pequeño museo dedicado a las construcciones y el acuario de Porto donde podrás contemplar la flora y fauna marinas. En Cargèse podrás visitar la iglesia griega, con sus bellos iconos y no hay que menospreciar la visita de la iglesia latina. Descubre los puentes genoveses de Pianella y Zaglia, y las antiguas tejas de Ota, que las mujeres moldeaban con las piernas. Observa las pequeñas construcciones de piedra seca, los “grataghji”, secaderos de castañas. En Vico podrás visitar el convento de Saint François, edificado en el siglo XV por los franciscanos, y acercarte a las termas de Guagno les Bains.
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