Las más bellas rutas senderistas para disfrutar en familia en los Alpes del Sur

Declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO, la fortaleza de Mont-Dauphin es una de las visitas obligadas del paisaje de Guillestrois. Con raquetas de nieve en los pies, tus hijos y tú podréis explorar este insólito lugar. Tras sus murallas de mármol rosa, el pueblo está bañado por el sol del Sur. Sus piedras, cargadas de historia y cubiertas de deslumbrante nieve, le confieren un encanto propio. Hay mil senderos desde las estaciones de Vars y Risoul.

Opoual es un simpático yeti, la mascota de las estaciones de Labellemontagne, que busca exploradores que le acompañen en sus aventuras. Gracias a una guía especial, que se ofrece con la compra del forfait, los niños podrán participar de forma divertida. Descubrirán los misterios de la montaña, los oficios de las estaciones y consejos sobre cómo comportarse en la naturaleza y en las pistas, que siempre terminan con una merienda y un espectáculo. Un gran momento para compartir en familia cada semana en las estaciones de Risoul, La Bresse-Hohneck, Crest-Voland Cohennoz, Manigod y Orcières Merlette 1850.

No hay muchos paseos como éste en Francia. De hecho, sólo hay uno, y está en Pra Loup. Salga al final del día en moto de nieve por los senderos del bosque. A su alrededor, una vista impresionante de Barcelonnette y del valle. Una vez que haya pasado las 2 horas de paseo contemplando el crepúsculo de las montañas, su guía le adentrará en el bosque para degustar productos locales en un tipi canadiense. Un sueño hecho realidad.

Si buscas un paseo fácil y familiar a tiro de piedra de la magnífica estación de Serre Chevalier, existen los «Senderos del Balcón». A pie, pero con las raquetas en la mochila, inicia el recorrido en el bonito pueblo de Villard Laté. Todo comienza con una (suave) subida de 80 m hasta el Chemin du Clos, y una vez arriba, tómate tu tiempo para admirar el paisaje. Pónte las raquetas según las necesites, vadea el torrente Verdarel (un espectáculo maravilloso), continúa por la meseta de Pike hasta La Villette y pasea por este lugar privilegiado.

Con la guía del pueblo de Vars en la mano, dirígete a los tres pueblos más pintorescos de los Alpes del Sur: Sainte-Marie, Saint-Marcellin y Sainte-Catherine. El primero, Saint-Marie, situado en el centro de las otras aldeas, es la principal población del valle. Una de las razones por las que la gente viene aquí es para pasear alrededor de sus bonitas fuentes-lavoirs. El segundo, Saint-Marcellin, un pueblo iluminado en invierno, cuenta con el camino del castillo, con sus vistas panorámicas de los montes Ecrins y del valle del Vars. Finalmente, en la ladera de la montaña, el último pueblo, Sainte-Catherine, es uno de los lugares en los que apetece pasear eternamente. Con sus antiguas granjas de madera, sus encantadoras fuentes y sus mil divisas esparcidas por las fachadas, es un lugar sin igual.