En estos talleres de Quimper, en Bretaña, Armor-Lux confecciona desde 1938 las icónicas marineras a rayas azules y blancas, símbolos del estilo a la francesa, de Coco Chanel a Jean-Paul Gaultier. Te revelamos los secretos de fabricación del jersey marinero que nunca pasa de moda.
Un trabajo de precisión
Con rayas blancas y azules o azules y blancas, siguiendo la tradición de la Armada Nacional Francesa, las marineras Armor-Lux son todas ellas confeccionadas en los talleres de Quimper por unas trabajadores expertas.
Bobinas y tricotosas
Las bobinas de hilos de algodón son entregadas en el taller de tricotado a orillas del río Odet. 100 telares circulares realizan la producción “en tubo” de los jerséis. Estas grandes máquinas que alternan las bobinas para confeccionar las célebres rayas ofrecen un verdadero espectáculo. Aquí rojo, allí azul. Jersey, canelé e interlock: los tejidos son suaves y elásticos. Un punto indeformable e hilo de algodón de calidad garantizan la calidad de Armor-Lux.
Tinte casero
En medio de las volutas de vapor de agua, la maquinaria funciona a pleno régimen. Armor-Lux dispone de su propio taller de tinte. En las grandes cubetas, se tiñe, se lava, se enjuaga y se estabilizan los colores con productos respetuosos de la salud y del medio ambiente. El objetivo es obtener una suavidad incomparable, une resistencia duradera de los colores y un aspecto impecable. Lavado tras lavado, está garantizado: ¡Tu marinera no encogerá!
Un bonito patrón
Una vez que los grandes rollos de tejido han sido transportados al taller de confección, las costureras entran en acción. Es cuando dibujan los modelos sobre el tejido colocado bien liso sobre las largas mesas. Los contornos de los patrones son dibujados a tiza y a mano. No es fácil trabajar este tejido rayado extensible. Y no hay margen de error. Las rayas no deben deformarse y deben estar perfectamente superpuestas.
Corte preciso
En capas apretadas, hasta 32 para las mangas, los tejidos son alineados una y otra vez antes de ser recortados. Todos son cortados a mano para que el resultado sea impecable.
Un trabajo en equipo
Las piezas de tejido pasan de una costurera a otra para ser ensambladas, pinchadas y para realizar el dobladillo. Del corte al almacenamiento, la confección de una marinera requiere 20 minutos de media.
Una fama mundial
Un millón de marineras de la marca Armor-Lux salen cada año de los talleres bretones y son exportadas por todo el mundo. De Estados Unidos a Japón, estas rayas hechas en Francia gustan en todas partes, cualquiera que sea su ancho o sus colores. Armor-Lux propone una treintena de referencias. Cuello barco, mangas largas, corte ajustado, el clasicismo sigue siendo muy apreciado.
Un modelo para cada uno
Con la etiqueta de “Empresa del Patrimonio Vivo”, Armor-Lux reivindica su saber hacer. Lo que no impide la innovación. Un servicio de diseño trabaja en las dos colecciones anuales y las de entre-temporada. Bocetos y patrones, rayas sencillas o arcoíris, colores (el blanco, el azul y el rojo sólo representan el 25% de la producción), modelos para hombre, mujer o niño… La marinera es una prenda básica que a Armor-Lux le gusta reinventar.
Mi marinera
La Lesconil para las mujeres y la Amiral para los hombres (que ellas pueden tomar prestada) son los dos modelos emblemáticos de Armor-Lux. Y tú, ¿cuántas marineras tienes en tu guardarropa?
Por Pascale Filliâtre
Periodista y viajera.
A menudo, he ido hasta la otra punta del planeta para encontrar lo que Francia nos ofrece… justo al lado. filliatre.pascale@orange.fr