Siete actividades para disfrutar de la montaña en otoño

Pasear en otoño es un imperativo para todos los amantes de la naturaleza y las montañas. Esta estación, con menos gente, temperaturas más frescas, días aún más largos y soleados, ofrece una oportunidad única para admirar los deslumbrantes colores de los árboles en otoño y las luces cambiantes de una nueva estación. Desde los senderos GR en los Alpes o los Pirineos hasta pequeñas rutas que se encuentran en todas partes. Las opciones son muy variadas para todos los aficionados, desde los más experimentados hasta los principiantes. 

En otoño, se despierta el bramido del ciervo, anunciando el inicio de la temporada reproductiva de estos animales. Para presenciar este espectáculo sin perturbar el comportamiento de los animales, es recomendable ir acompañado de un profesional. Las oficinas de turismo suelen organizar estas visitas de descubrimiento o pueden recomendarte guías de montaña para que te acompañen. Uno de los lugares más destacados para escuchar este bramido tan especial es el Parque Nacional de la Vanoise, en los Alpes, donde la fauna y la flora son muy abundantes y variadas. Una experiencia imprescindible para los amantes de la naturaleza.

Otra emocionante manera de explorar los senderos en otoño, que seguramente encantará a los amantes de la equitación, es el senderismo ecuestre. Esta es la manera ideal para disfrutar del paisaje a un ritmo tranquilo, admirando las vistas mientras se avanza al trote. Las rutas a caballo se adaptan a todos los niveles, desde jinetes principiantes hasta los más experimentados. Los centros de turismo ecuestre locales suelen ofrece este tipo de excursión. Entre las opciones más destacadas se encuentran las excursiones de descubrimiento y rutas ecuestres en el valle de Ossau, en los Pirineos.

¿Por qué no aprovechar esta escapada otoñal para redescubrir el saber hacer local? Entre las numerosas posibilidades está saborear un buen queso Comté y aprender sobre sus secretos de fabricación en las montañas del Jura. También puedes sumergirte en el mundo del herrero y conocer todo sobre el oficio del artesano-cuchillero en los Alpes. Otra opción es visitar un taller textil en los Pirineos de Béarn. 

Los entusiastas del deporte y la adrenalina pueden sumergirse en emocionantes aventuras explorando los carriles bici y senderos de montaña en BTT. Muchas estaciones ofrecen recorridos adaptados para bicicletas todoterreno, con senderos especialmente diseñados para ellas. Un buen ejemplo son los Pirineos Orientales, donde se pueden encontrar bike park con carriles reservados para el descenso (downhill) de las BTT y enduro, con una variedad de niveles de dificultad. Estaciones como Le Cambre d’Aze y el bike park de Angles con sus 50 km de carriles, son muy populares entre los aficionados a la BTT. 

En otoño, las montañas también se pueden admirar desde el cielo en parapente, ¡garantizando grandes emociones! Por ejemplo, en los Alpes, hay muchos lugares que ofrecen esta experiencia emocionante como Serre-Chevalier o Briançon.  Si te sientes tentado a descubrir las pendientes desde el cielo, independientemente de dónde estés, infórmate en la oficina de turismo para conocer a los profesionales a los que dirigirte.

El otoño marca la temporada de las setas. Durante esta época del año, las lluvias empapan el suelo y los rayos del sol crean las condiciones ideales para que las setas comiencen a brotar. En las montañas hay muchos rincones boscosos con tierras propicias para variedades como los boletus, rebozuelos o trompetas de la muerte. Estas delicias naturales están listas para ser recolectadas y disfrutadas, y luego, al volver del paseo, disfrutarlas en una tortilla. Es importante tener en cuenta que solo se deben recoger las setas comestibles. Si tienes alguna duda sobre la comestibilidad de una seta, si es de color y atípica, es mejor ser prudente y dejarla donde estaba. Además de las setas, el otoño también es el momento perfecto para recolectar castañas que luego se pueden asar y saborearlas junto al fuego.