¿Conoces el castillo de Boussac donde le gustaba quedarse a George Sand? Este lugar mágico ha conservado las huellas de la escritora.
George Sand y el extraordinario castillo de Boussac
Una mujer comprometida que lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, marca su época por sus compromisos políticos, pero, sin embargo, sigue siendo romántica. Es ella quien inicia la moda masculina llevando pantalones (levita). Defiende la libertad y la independencia de la mujer y utiliza el seudónimo de George Sand para vivir de su profesión de escritora.
A George Sand le gusta evadirse en Creuse, en el castillo de Boussac (siglos XII y XV), cerca de su Berry natal. Era un lugar de vacaciones romántico privilegiado para la escritora. Así, sitúa la acción de su novela Jeanne en el castillo de Boussac y las Pierres Jaumâtres. Se aloja por primera vez en el castillo de Boussac en 1841 acompañada por Prosper Mérimée, con quien descubre los tapices de La dama y el unicornio expuestos desde entonces en el Museo Cluny de París. Después viene con Chopin, uno de los grandes amores de su vida. Hoy en día, se puede visitar el castillo y nos transporta a través de los siglos.
Pero el punto culminante de la visita es, sin duda, la habitación de George Sand. Decorada con refinamiento, casi se percibe la presencia de la escritora gracias a su extraordinaria decoración: un libro entreabierto, unas zapatillas al pie de la cama, unas horquillas en la mesilla de noche, un abanico, un vaso de agua… La visita al castillo es apasionante, llena de magníficas colecciones recopiladas por Madame Blondeau, la propietaria: huchas presentadas en pirámide de frutas, 350 bastones, estuches de viaje, frutas de loza, preciosos tapices de Aubusson sin olvidar sus ramos con composiciones florales muy armoniosas. El castillo oculta tesoros cautivadores. Y como decía George Sand: "¡Salimos conquistados por Boussac!"
Madame Blondeau tiene auténtica pasión por su castillo y George Sand. Compra el castillo de Boussac con 20 años: "Mi marido y yo nos encontramos frente a este castillo, que no tenía ni puerta ni ventanas, nos enamoramos y lo compramos. Este castillo es toda mi vida, todo por mi castillo". ¡No hay duda!
Por Béatrice
Trotamundos apasionada, a Béatrice le gusta explorar nuevos horizontes del patrimonio... en Nouvelle-Aquitaine, por supuesto. Arquitectura contemporánea, antiguas piedras cargadas de historia, pueblos pintorescos, patrimonio inmaterial y tesoros literarios, nada tiene secretos para ella.