Un paseo por la historia y la buena vida en Poitiers

En el centro de la Grand Rue, una calle llena de originales tiendas, galerías y artesanos, se encuentra la vinoteca Rocinante. El nombre lo dice todo: caballo y fiel amigo y compañero de andanzas de Don Quijote. Toda una invitación a explorar la bodega con amigos o en pareja y disfrutar de los aperitivos caseros de la zona y de los vinos locales. En compañía es más divertido, ¿verdad?

El restaurante «Les Archives» ocupa la nave de una antigua capilla jesuita de Gesù, pared con pared con el hotel Mercure. La gran sala de elevado techo con sus columnas de estilo contemporáneo crea una atmósfera única. El menú es de temporada y creativo, así que no es de extrañar que Les Archives recibiera el Bib Gourmand de la Guía Michelin por su cocina a base de ingredientes frescos con una excelente relación calidad-precio.

Un paseo por el centro de esta ciudad de 90500 habitantes es como adentrarse en la historia del tiempo. A muchos edificios históricos se llega rápidamente a pie, como el Palacio de los Condes de Poitou-Duques de Aquitania, la iglesia Notre-Dame la Grande, la catedral de Saint-Pierre y la Place du Maréchal Leclerc. Sin olvidar el Baptisterio de San Juan, una de las construcciones cristianas del siglo VII más antiguas de Europa.

¿Qué te parece almorzar en una preciosa terraza en un patio con jardín? Le Vingelique, cerca del ayuntamiento, ofrece muchas especialidades de temporada, como ensalada de langosta con aguacate y limón o fondant de chocolate picante de postre. Es uno de los restaurantes más famosos de la ciudad, por lo que suele estar concurrido, sobre todo a mediodía.

El Hôtel Gilbert es una casa solariega que hoy alberga el tribunal administrativo de Poitiers. Situado en la Rue de Blossac, es ideal para hacer una paradita yendo en bicicleta al Parc de Blossac. Si decides hacerlo, no dejes de echar un vistazo al vestíbulo de entrada con su enorme escalera y su impresionante cúpula de cristal.

El Parc de Blossac es ideal para una excursión en bicicleta desde la ciudad. Este extenso parque, creado en 1753, es el remanso de paz de Poitiers. Además de un jardín francés, posee un jardín inglés cuidado con mucho cariño. Está repleto de rincones con detalles por descubrir, ya sean pájaros posados en los árboles marcando su territorio o patos nadando en el estanque: aquí se puede desconectar.

¡Qué bueno es tener bicicleta! La pequeña isla de Tisons está situada montaña abajo en un paraje verdaderamente idílico. Su frondosa naturaleza y por supuesto, el agua, invitan a dar un paseo o a echarse una siesta. Silenciosamente, el agua salta en una pequeña cascada, mientras que en la distancia algunos prueban suerte con el pádel surf. Donde hoy se celebran actos y festivales, antiguamente había aquí un aserradero. Al agua directamente. Es hora de tomar un descanso.

La Serrurerie es el punto de encuentro de todo el mundo en Poitiers. Ya sean estudiantes, familias o turistas, todos se juntan aquí. En La Serrurerie se puede almorzar o cenar y también tomar una taza de café o una copa de vino. El ambiente es tranquilo, ya que se encuentra en la Place de l'Hôtel de Ville, el animado centro de la ciudad.

El centro de Poitiers está lleno de muchísimos establecimientos en los que pararse a curiosear y llevarse algo. La Fromagerie Jérémie Chosson ofrece excelentes quesos; a dos pasos te toparás con los macarons de Rannou Métivier. La buena vida en Poitiers transcurre en pleno centro, en tiendas que sólo se pueden encontrar aquí, famosas por su excelente calidad. Un poco más lejos, en la Grand Rue, verás muchas «boutiques taller», como un maestro paragüero de toda la vida. Aquí en Poitiers artesanía se escribe con mayúsculas.

El «L’essentiel selon Pierric Casadebaig» en la Grand Rue lleva el sobrenombre de «Montmartre de Poitiers». En este precioso enclave rodeado de artesanos, saber hacer, tradición y elegancia se funden en uno. «L’essentiel selon Pierric Casadebaig» trabaja exclusivamente con productos locales con los que elabora su carta de temporada. Tal vez coincida y tengas la suerte de asistir a la noche de jazz de «L'essentiel» que se celebra una vez al mes.

Un recorrido aún más rápido por la historia del tiempo puede hacerse en el Musée Sainte Croix, que acoge varias exposiciones: piedras de los neandertales, jarrones romanos o pinturas del siglo XVIII. Todas las piezas expuestas se han hallado en zonas de interés histórico cercanas a Poitiers. El museo hasta tiene restos arqueológicos que se pueden tocar de edificios de la época romana de 2000 años de antigüedad.

El Hotel Mercure es sin duda el mejor de la ciudad y un lugar que merece la pena visitar en Poitiers. Ubicado en el corazón de la ciudad, cerca del TAP-Théâtre Auditorium de Poitiers, se trata de una antigua capilla jesuita transformada en hotel. Los muros de cimentación, que datan de 1854, conforman la estructura actual y se funden con el mobiliario de estilo contemporáneo. Despertarse y desayunar aquí es una experiencia increíble.