Un viaje lleno de ideas para recargar pilas en Auvernia Ródano-Alpes

Lyon es una de las ciudades más grandes de Francia. Su atractivo no se limita a su magnífica arquitectura, su deliciosa cocina y sus largos paseos junto al río. Los lioneses también son conocidos por su calidez y hospitalidad. Lyon es también el punto de partida ideal para un viaje por carretera, con las montañas de Chartreuse y Vercors muy próximas. A pesar de ser poco conocida y visitada, la belleza natural de la Chartreuse es absolutamente cautivadora. En este artículo, te presentamos 5 actividades para descubrir la región desde una perspectiva diferente.

Las vacaciones empiezan nada más cruzar la puerta de casa. Desde el primer segundo, nacen esas ganas de disfrutar y relajarse. Por ese mismo motivo, te recomendamos dejar a un lado las autopistas más transitadas y elegir el tren. Un viaje en tren te brindará tiempo adicional para contemplar el paisaje desde la ventanilla, leer un buen libro o finalmente ver esa película que tenías pendiente. Además, es bueno para el medioambiente. Ya sea desde Barcelona, Madrid, París u otra gran ciudad: gracias a las buenas conexiones ferroviarias, llegarás a la estación de Lyon-Part-Dieu en un abrir y cerrar de ojos. La estación está en pleno centro de la ciudad y cerca de la red de metro, cómoda, intuitiva y puntual. La Lyon City Card también te ofrece viajes ilimitados por la ciudad y acceso con descuento a algunas atracciones y museos importantes. Cuando estés listo para dejar la ciudad atrás, toma el tren de Lyon-Part-Dieu a Chambéry. En sólo hora y media, estarás a los pies de los Alpes franceses.

Lyon es conocida por su increíble gastronomía. Además de los famosos Bouchons Lyonnais, también encontrarás muchos restaurantes de moda. Entre ellos, Food Traboule, un food hall en la parte más histórica de la ciudad. Food Traboule reúne 12 restaurantes, 2 bares y 1 cafetería en una superficie de 660 m2 y 2 plantas. Pasear por este espacio gastronómico y empaparse del ambiente es un auténtico placer en sí mismo, pero la experiencia es completa cuando se prueban los deliciosos platos. ¡Ideal para compartir! Además, su concepto es casi de residuo cero, cuidando del planeta y sus habitantes. El restaurante Ravigote también da importancia al medioambiente. Elaboran platos deliciosos con productos locales de temporada. También disfrutarás mucho en la Chartreuse. En la cooperativa lechera Ici-en-Chartreuse, degustarás deliciosos quesos, algunos de ellos incluso han sido premiados. Lo local también es fundamental aquí, y la producción se realiza respetando el paisaje único de la Chartreuse. Encontrarás más platos locales en La Cure Gourmande y L'Herbe Tendre.

No hay mejor manera de descubrir una región que ser huésped de un lugareño. ¿La ventaja? Una cálida y personalizada bienvenida, intercambios amigables durante el desayuno y valiosos consejos. Porque a los lugareños les encantará acompañarte y contarte por qué su región es tan maravillosa. Te recomendarán los lugares más bellos, las mejores actividades y los restaurantes más apetecibles. En la Chartreuse, te esperan acogedoras habitaciones en diferentes alojamientos. Por ejemplo, puedes dormir en una casa rural (gîte) o en una chambre d'hôtes. Un gîte es una casa de vacaciones que se ofrece en alquiler. Normalmente, el propietario también se aloja en la propia casa rural. Duermes en una parte de la casa (por ejemplo, una planta entera). Algunas casas rurales parecen refugios de montaña o posadas. Le Sabot de Vénus, en Entremont-le-Vieux, es una de ellas. Christina y Christophe son guías de montaña y acaban de renovar por completo su casa rural. Dispone de cinco habitaciones, unas vistas preciosas y una sala de yoga donde Christophe estará encantado de darte una relajante sesión de yoga. En una chambre d'hôtes se suele asignar una habitación. A menudo te alojas en casas antiguas a las que se ha dado un nuevo uso, lo que confiere mucho encanto al alojamiento. O Caprice du Guiers, en Saint-Pierre-de-Chartreuse, es el ejemplo perfecto de una casa rural con encanto que, además, ofrece una cocina deliciosa.

¿Sabías que incluso en Lyon te puedes escapar por completo del bullicio de la ciudad? En el Parc de la Tête d'Or podrás pasear durante horas entre verdes árboles, grandes estanques y coloridos prados de flores. Pero si lo que quieres es desconectar por completo, la Chartreuse es el lugar ideal. La zona, de 69.000 hectáreas, está situada en la frontera entre Isère y Saboya. Los amantes de la naturaleza activa podrán disfrutar de montañas, praderas, bosques, acantilados calcáreos y cuevas. La oferta de actividades es muy amplia. Por ejemplo, puedes acompañar al guía de senderismo y pianista Alexandre de l'Oreille du Lynx en una excursión que termina con un concierto de piano a los pies del Mont Granier. Para los más atrevidos, hay una sesión de acrospeleología en las cuevas de Saint-Christophe. Los amantes del deporte pueden canalizar su energía en un biatlón de iniciación en Ecole de Porte. Si te apetece algo más tranquilo, reserve una sesión de yoga al aire libre con Alice de Yogakosi o relaje los músculos en el spa al aire libre y los baños nórdicos de Oreade-Balneo. Como guinda del pastel, no hay que perderse una caminata al Charmant Som. Esta montaña tiene 1.867 metros de altura, pero la cima es muy fácil de alcanzar. Desde el Auberge du Charmant Som, hay 40 minutos a pie hasta la cima. Se ascienden unos 200 metros por senderos habilitados. En la cima, disfrutarás de una hermosa vista de 360° de la región.

A los entusiastas del "slow travel" les encanta dedicar tiempo a escuchar las numerosas historias que una región tiene para contar. Desde leyendas históricas hasta visiones futuristas, escúchalas todas atentamente. El Monastère de la Grande Chartreuse te hace viajar en el tiempo. El antiguo monasterio situado al pie de Grand Somme es un remanso de paz al pie de una montaña. Sigue siendo el hogar de monjes que pasan la mayor parte de su vida en silencio. El escenario es para quedarse sin palabras. Los que quieran saber más sobre la vida de los monjes pueden echar un vistazo en el Musseo de la Grande Chartreuse. También son típicas de la región de Chartreuse las historias de los artesanos locales. Desde alfareros a artesanos de la madera, el talento local abunda en la región. Merece la pena visitarlos y conocer su mayor pasión. Por ejemplo, puedes visitar a Pierre de Peter Pan Bois para asistir a un taller de carpintería. En su acogedor taller, te enseñará a fabricar su propio cuenco a partir de un bloque de madera. Decir impresionante es quedarse corto. En Lyon también hay mucho de qué hablar. Si quieres saber más sobre la ciudad, reserva una visita con un guía local. ¿Te gustan las exposiciones? Entonces visita el Museo de las Confluencias. En este edificio futurista, situado en el lugar donde confluyen los ríos Ródano y Saona, podrás disfrutar de exposiciones permanentes y temporales. ¿Los secretos de la tierra? ¿Seguir la pista de los indios? ¿O las diferentes especies animales? Hay para satisfacer todas las curiosidades.