Un viaje impregnado de arquitectura, naturaleza, gastronomía y maravillosos encuentros. Si buscas una región que combine todo esto, Borgoña es tu lugar. Estuvimos en esta región en agosto, justo a tiempo para la vendimia de finales de verano, y pudimos pasar 4 días maravillosos realizando grandes actividades. Descubre con más detalle nuestras impresiones de este viaje sostenible y las actividades destacadas que realizamos.
Alojamientos con estilo e historia
Muchos edificios en la región han conservado su arquitectura original, manteniendo su encanto histórico. La primera noche de nuestro viaje la pasamos en el Grand Hotel La Cloche de Dijon, construido en 1424. Gracias a su céntrica ubicación y a su larga historia, el hotel sigue siendo un lugar de cultura, arte de vivir a la francesa y bienestar, donde se han alojado personajes y artistas tan diferentes como Napoleón III y Joe Cocker. En Beaune, nos alojamos en el Hotel Le Cep, que forma parte de la cadena Small Luxury Hotels of the World (SLH) y está compuesto por dos casas solariegas que datan del siglo XVI. En este lugar prima una cálida hospitalidad y uno se siente como en casa. Si deseas relajarte, el spa del hotel es el lugar ideal. La tercera noche la pasamos en el Art'Hotel & SPA Le Potin Gourmand, en pleno centro de Cluny. El hotel ocupa una antigua alfarería, las habitaciones han sido diseñadas con esmero y cada una tiene un encanto especial.
Restaurantes fantásticos y sostenibles
La comida francesa es muy importante en todo el país, especialmente en Borgoña. Muchos restaurantes dan prioridad al empleo de productos locales y de temporada, integrando de esta manera el principio de sostenibilidad en la cocina francesa. La carta es deliberadamente pequeña para ofrecer a los visitantes platos auténticos y hechos a conciencia. Durante nuestro viaje, disfrutamos de exquisitas comidas en lugares como el restaurante del Hotel La Cloche, el Soul Kitchen de Beaune y el restaurante del hotel Le Potin Gourmand. En cada uno de estos sitios, percibimos la apasionada dedicación con la que los chefs elaboran sus menús, ¡el secreto que sin duda realzar el sabor de cada plato!
En bicicleta por el viñedo de Borgoña
Historia, bella arquitectura, naturaleza y vino caracterizan el destino Borgoña. Pudimos comprobarlo en una excursión en bicicleta por la "Voie des vignes". Empezamos en Beaune y la ruta de 22 kilómetros nos llevó a través de viñedos y pueblos vinícolas tan acogedores como Pommard, Colnay y Santenay. Como estábamos en la región durante la vendimia, pudimos vivir en directo el proceso de producción: desde la vendimia manual en los viñedos hasta la elaboración en las bodegas. El circuito de producción se mantiene corto de manera intencionada para garantizar un producto sostenible. Pudimos comprobarlo en la Maison Champy y disfrutar de una interesante cata de vinos. El Château Clos de Vougeot, el Château de Brancion y el Hotel-Dieu de Beaune también merecen una visita.
Grandes experiencias e impresiones de nuestro viaje
Lo que más me impactó de Borgoña, y que la diferencia de otras regiones y países, es la apasionada dedicación de su gente. Ya fuese en la degustación de vinos, donde nos quedamos completamente cautivados por la enóloga, quien compartía con entusiasmo sus profundos conocimientos sobre el vino, acercándonos así a su amor por el producto. También impresionaron los numerosos chefs y dueños de restaurantes que ponen toda su alma en la creación de menús fabulosos. El personal de servicio en los restaurantes y hoteles también destacó por su calidez y atención, logrando que nos sintiéramos como en casa. En resumen, fueron estos encuentros extraordinarios los que convirtieron este viaje en una experiencia inolvidable.
Amor a primera vista en Borgoña
Como ya he descrito, me enamoré de la calidez y la pasión tan ardiente de la gente. Nunca había experimentado nada igual. Indudablemente, la pasión y el amor hacia su labor se reflejan de manera palpable en los productos que ofrecen. ¡Nunca he comido tan bien! Las habitaciones del alojamiento estaban increíblemente bien cuidadas y diseñadas. Además, considero que los viñedos, así como las ciudades y castillos excelentemente conservados de épocas antiguas, son simplemente maravillosos. Debo admitir que me he enamorado profundamente de la región de Borgoña. Sin lugar a dudas, ¡volveré!
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Por Travelmina
Romina (Alemaña), apasionada de viajes y fotogrfía.