El Valle del Loira es conocido sobre todo por sus castillos, testigos privilegiados de la historia de Francia. Pero, ¿sabías que las orillas del Loira también albergan uno de los más importantes viñedos de Francia? France.fr te revela los secretos de los vinos del Valle del Loira.
El viñedo más largo de Francia
Con más de 55.000 hectáreas de viñas y los cerca de 800 kilómetros de la ruta de los vinos, el Valle del Loira, el viñedo más largo de Francia, es la tercera región vinícola del país y vende alrededor de 320 millones de botellas en todo el mundo. Así pues, no hay ninguna excusa para no descubrir este viñedo que se extiende a lo largo de las orillas del río más largo de Francia con un abanico de vinos muy variados.
Un viñedo con numerosas facetas
Los vinos del Valle del Loira deben su gran riqueza a la diversidad de los suelos y climas que lo forman, así como a la influencia de las mareas y del Loira. En total 5 viñedos, cada uno con sus propias características se suceden a lo largo del Loira. El clima oceánico del viñedo de Nantes, en el extremo oeste del río, deja poco a poco su lugar a un clima más continental cuando se recorren los viñedos de Anjou, del Saumurois y de la Touraine, y finalmente del Centro-Loira, la parte más continental del viñedo. En cuanto a los suelos, la viña se nutre de rocas eruptivas, calcáreas, arcillosas… Toda una serie de combinaciones que dan diversidad a los vinos del Valle del Loira.
Toda una diversidad de colores
Tinto, blanco, rosado… Los vinos del Valle del Loira exploran toda la gama de colores: verde amarillo, limón, paja o dorado para los blancos, del gris al anaranjado pasando por el rosa salmón y el frambuesa para los rosados, o del rojo violáceo al marrón casi negro para los tintos. Sin olvidar los tonos tornasolados de los blancos y rosados espumosos con sus finas burbujas.
Cabernet franc, chenin, sauvignon…
Quien dice diversidad de los vinos, dice gran variedad de tipos de uva. Hay más de una veintena en el Valle del Loira, algunas originarias del territorio, otras llegadas del este o del suroeste de Francia. Es el caso de la melon de Borgoña, uno de los cuatro principales tipos de uva de este viñedo, que fue introducido en la región por unos monjes en el siglo XVI. O también de la cabernet franc, primera uva tinta del Valle del Loira, implantada en el siglo XI. Entre las uvas locales, destaca la chenin, conocida bajo el nombre de “Plant d’Anjou” hasta el siglo XVI, o la sauvignon.
¿Bourgueil o Chinon?
Pero el Valle del Loira también cuenta con sus denominaciones destacadas, como el Saint-Nicolas-de-Bourgueil, producido a base de cabernet franc que se cultiva en el municipio del mismo nombre y conocido por sus aromas a frutas rojas, frambuesa, cereza y mora. Por su parte, los vinos de Vouvray, producidos en Touraine a base de uva chenin, son reconocibles por su color dorado brillante, tanto si son “tranquilos” como espumosos. También hay que citar el Chinon, producido entre Saumur y Tours, o el Muscadet sur lie, la estrella del viñedo de Nantes.
Vino y castillos
Como no puede ser de otro modo en el Valle del Loira, los vinos y los castillos son indisociables. Así, al construirse el Castillo de Chambord, Francisco I introdujo allí un tipo de uva de Borgoña, la Romorantin. 500 años más tarde, la viña de Chambord sigue siendo cultivada. En Chenonceau, el célebre castillo que cruza el Loira ha dado su nombre al Touraine-Chenonceau, un blanco luminoso y un tinto intenso con aromas a frutas negras. Lo mismo ocurre en Amboise y en Azay-le-Rideau, donde se produce el Touraine-Azay-le-Rideau, un vino blanco fresco con unas notas de cítricos y un rosado de un color claro y brillante. Otros castillos producen sus propias cosechas, como los de Rivau, Brézé o Brissac.
Por Constance Dive
Editora de France.fr.