Dominando el valle del Rance, Dinan es una ciudad marcada por siglos de historia. Las murallas que rodean la ciudad recuerdan con orgullo la época medieval. A pocos kilómetros de Saint-Malo y del Mont-Saint-Michel, esta pequeña ciudad con carácter seguro que te seducirá.
La ciudad medieval de Dinan
Dinan, France
Dinan ha preservado un patrimonio excepcional que refleja su rico pasado. Visitar Dinan es sumergirse en un ambiente único: entre la belleza de sus coloridas casas con entramado de madera y el encanto de sus cuentos y leyendas, esta ciudad medieval continúa cautivando a los visitantes.
Desde el siglo XIV hasta el XVIII, Dinan fue un hervidero de artesanos: tejedores, curtidores y otros oficios tradicionales poblaban sus calles. Hoy en día, el arte sigue impregnando cada rincón de la ciudad. Un paseo por el corazón de Dinan reserva muchas sorpresas: mientras recorres las estrechas calles adoquinadas, admira los talleres de vidrieros y doradores que mantienen viva la tradición artesanal.
El Castillo de Dinan, pieza central de las murallas medievales que rodean la ciudad, integra tres estructuras históricas unidas en el siglo XVI: la torre ducal, erigida en el siglo XIV para competir con el castillo real de Vincennes; la torre Coëtquen, construida a finales del siglo XV; y la puerta original del siglo XIII.
Cada dos años, Dinan cobra vida al ritmo de los trovadores durante la Fête des Remparts. Damas y caballeros vestidos de época reviven el espíritu medieval con torneos de caballería, un vibrante mercado y un gran desfile, transportando a todos al corazón de la Edad Media.
No te pierdas tampoco la basílica de Saint-Sauveur, que combina cuatro estilos arquitectónicos y está decorada con una variedad de esculturas. Y para quienes disfrutan de los dulces, ¡una crêpe dentelle es una parada obligada en Dinan!
En encanto del Valle del Rance
Valle de la Rance
El río Rance, que se extiende a lo largo de más de 100 kilómetros, es uno de los recorridos más encantadores de Bretaña, alternando entre patrimonio histórico y riqueza natural. Este río, muy valorado por los pescadores, es conocido especialmente por su central mareomotriz y su hermoso estuario, cuyas orillas están salpicadas de pintorescas bahías y pequeños puertos fluviales.
El Valle de la Rance, reconocido por su riqueza ecológica, alberga una flora y fauna excepcionales, que deleitarán a los amantes de la naturaleza. Para quienes disfrutan de la arquitectura, las Malouinières, casas de campo construidas por antiguos armadores, esconden muchas sorpresas y detalles históricos.
Desde bosques hasta estanques, y de capillas a castillos en ruinas, el valle ofrece paisajes únicos donde la tranquilidad reina. A pie, en bicicleta, en barco o a caballo, hay muchas maneras de explorar los tesoros ocultos del Valle de la Rance.
Por France.fr
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