La más grande de las 13 regiones de Francia tiene mucho que ofrecer a todos los públicos en cualquier época del año. Su capital es Burdeos y limita al sur con los Pirineos y al oeste con el Golfo de Vizcaya, es decir, cerca de España.
Nuestro itinerario
Nuestro itinerario de 5 días fue el siguiente: - Día1: Aeropuerto Burdeos – Angoulême – Pressac (casas flotantes) - Día 2: Futuroscope - Día 3: Défi Planet - Día 4: Limoges - Día 5: Lac de Saint-Pardoux
Conocimos Angoulême, capital Internacional del Cómic
Nuestro primer paso por la región de Nouvelle-Aquitaine (Nueva Aquitania) fue un precioso paseo por la ciudad, poco conocida por los españoles, de Angoulême (Angulema en español), situada en un trayecto de 1h40 del aeropuerto de Burdeos en coche y a tan solo 35 minutos en tren de alta velocidad, (1h40 de París en este mismo método de transporte).
Es conocida como la Capital Internacional del Cómic y las calles se escriben dentro de bocadillos. La ciudad alberga varias escuelas de cómic, animación, audiovisual, efectos especiales, videojuegos, etc. De ahí que sea una ciudad mayoritariamente de población joven.
Empezamos la ruta en la Plaza del Ayuntamiento con una visita guiada organizada por la oficina de turismo que nos explicó un montón de curiosidades sobre la ciudad. Mientras esperamos, los peques pudieron jugar en un parque situado en los jardines de la plaza. El centro de la ciudad está construido con una piedra blanca que aún mantiene restos de conchas, señal que en un tiempo esa piedra estuvo bajo el océano.
Seguimos el paseo bordeando las murallas de Plateau (un paseo muy recomendable con unas vistas magníficas) dando una vuelta por las orillas del río Charente. Durante el paseo pudimos disfrutar de algunos de los impresionantes 20 murales en fachadas que ofrece la ciudad. Si tenéis especial interés en verlos todos, hay una ruta específica para recorrerlos uno a uno.
Hicimos una breve parada en la Place des Halles para visitar el mercado cubierto de Angulema (¡con lo que me gusta a mí un mercado!). Allí te esperan productores locales y una curiosa fuente en honor al Dios Baco.
Acabamos comiendo en el barrio medieval de Angoulême, la parte más antigua de la ciudad, toda adoquinada y peatonal, que bien recuerda al barrio de Montmartre parisino, en un tradicional bistrot llamado Le Chat Noir.
Si viajas con niños, en la web oficial de turismo de Angoulême encontrarás un montón de planes para disfrutar con niños y a través de la app de geocaching Terra Aventura, os mostrará la ciudad de un modo sorprendente y lúdico.
Dormimos en casas flotantes
Uno de los alojamientos estrella de nuestro paso por Nouvelle-Aquitaine era el de las cabañas flotantes de Le Village Flottant de Pressac durante nuestra primera noche. Teníamos muchísimas ganas de vivir esa experiencia tan única desde el primer día que las vimos. Las cabañas flotantes están en la localidad de Pressac, a tan solo un trayecto de 1h de la ciudad de Angoulême empieza en Angoulême") y 1h de Futuroscope, en la ciudad de Poitiers.
El complejo cuenta con un total de veinte cabañas flotantes (todas ellas son diferentes y aunque todas flotan, algunas, como las nuestras, tienen acceso directo a la ribera a través de una pasarela de madera) sobre un lago de 6 hectáreas, tienen una superficie de 30 a 40m² y pueden acoger entre 2 y 5 personas. Le Village Flottant de Pressac es un lugar muy original, ideal para familias, amigos o parejas.
La estancia que vas a disfrutar en estas cabañas es totalmente eco: luz solar, lavabos químicos y la posibilidad de comer productos de km0.
Además de las cabañas flotantes, el complejo ofrece también otras opciones de alojamiento super interesantes. Las diversas tiendas safari (tipo glamping) con vistas infinitas al campo, recuerdan a «Memorias de África». O los lodges, que cuentan con baños completísimos y cocinas totalmente equipadas para pasar más largas temporadas.
En el complejo encontrarás también piscina, senderos balizados, bicicletas a disposición del huésped y la posibilidad de pescar desde la cubierta de tu propia cabaña.
Futuroscope, un parque temático para mentes creativas
Futuroscope es un parque temático donde las atracciones se basan en la tecnología multimedia especialmente los más recientes sistemas cinematrográficos, audiovisuales y robóticos del futuro. Este año el parque cumple 35 años e incluye algunas novedades que le dan un gran salto cualitativo al que actualmente sigue siendo el segundo parque temático francés más visitado desde su apertura.
Entre sus novedades, además de algunas atracciones, destaca la apertura del nuevo hotel tematizado Station Cosmos donde vivirás una auténtica experiencia inmersiva que lo completa con el novedoso restaurante Space Loop (una experiencia única en Francia). El restaurante está abierto al público general (no sólo huéspedes) y cada mesa está equipada con pantallas táctiles para hacer los pedidos, que una vez listos, bajan a las mesas a través de unas rampas a modo de montaña rusa, realizando incluso algún looping. ¡Digno de ver!
Los más pequeños de la familia cuentan con el espacio de Futurópolis con atracciones especialmente pensadas para ellos. Mis hijos la disfrutaron muchísimo.
El parque también cuenta con varias opciones de restauración, entre las que se encuentra el restaurante L’Atelier des Saveurs, un restaurante a la carta con servicio de mesa y una decoración muy original. Lo mejor, ¡el postre de los planetas!
Pero la guinda del pastel de Futuroscope es quedarse a ver el espectáculo nocturno, galardonado como mejor espectáculo en 2021, con efectos acuáticos en 3 dimensiones, juegos de luces y proyecciones de imágenes sobre pantallas de agua.
DéfiPlanet y sus alojamientos más insólitos
A tan solo 30 minutos de Poitiers-Futuroscope, en el departamento de Vienne descubrimos Défiplanet, un lugar donde encontramos los alojamientos más diferentes, únicos e insólitos que probablemente hayas visto antes. ¿Imaginas dormir en el interior de un caracol, de una gallina, de una seta o de un conejo? 17 tipos de alojamientos increíbles e inusuales y también zona de camping.
Nosotros nos alojamos en unas cabañas suspendidas en árboles ¡a 8 metros del suelo! Pero lejos de pensar que sería pequeña e incómoda, nos sorprendió ver que estaban totalmente equipadas, con cocina, electricidad y todo tipo de comodidades. ¡También ducha caliente! Y el detalle del desayuno servido mediante una cesta que tienes que subir con una cuerda nos encantó.
Además de los alojamientos, DéfiPlanet es un gran parque temático de ocio de (25 hectáreas) que pretende sensibilizar y educar para un desarrollo sostenible. Está situado en un entorno 100% natural y a través del recorrido por el entorno, puedes descubrir, entre otras cosas, curiosidades sobre cinco pueblos antiguos que vivían en armonía con la naturaleza: Hungría, Mongolia o el mundo bereber... todo un viaje a través del tiempo.
DéfiPlanet está dividido en 2 partes: por un lado, la granja con conejos, gallinas, caballos y hasta camellos y por otro lado, el mundo mágico de los duendes que nos cuestionan sobre los modos de vida de hoy, y la emergencia en la que estamos para cambiarlos y mejorar la salud de la Tierra. Todo gira en torno al respeto por el medio ambiente.
El recorrido, dura menos de 3 horas y es accesible a personas que no necesariamente están alojadas en el complejo (aunque sí es necesario adquirir entrada). DéfiPlanet ofrece propuestas de deporte, ocio, relajación y gastronomía que te sorprenderán. Tirolinas, mini golf, paseos a caballo, tiro al arco, etc.
Nuestra llegada fue a la hora de comer y lo hicimos como auténticos gnomos. Desde luego los niños alucinaban con esta pequeña cabaña donde comimos una carne marinada a la plancha según las costumbres de los gnomos y en un entorno privado. Pero si quieres comer de carta, el restaurante Chaudron du Farfadet es un mundo mágico de gnomos que cuenta con 5 escenarios diferentes. Allí podrás pedir ensaladas, hamburguesas o helados en un ambiente informal y de cuento.
Un día en la ciudad de Limoges
La ciudad de Limoges es una de esas ciudades con encanto que bien se pueden conocer en un día (aunque si la quieres verla en profundidad te recomiendo que le dediques algo más de tiempo). Dicen que es una de las más bellas de Nouvelle-Aquitaine.
Si no tienes mucho tiempo para explorar y no quieres que tus hijos se aburran con largas caminatas, puedes recurrir a la opción de contratar un Tuk Tuk que te lleve por la ciudad, incluso por el centro y sus calles peatonales. Aunque te advierto que precisamente por sus barrios peatonales, es una de las mejores ciudades de Francia para ver y pasear. El recorrido, de 1 hora aproximada y con audioguía en español, puedes contratarlo desde la misma oficina de turismo de Limoges.
Verás lugares imprescindibles como el edificio del Ayuntamiento, la iglesia gótica de Saint Pierre du Queryroix, el Pavillon du Verdurier, un antiguo mercado Art Déco convertido en sala de exposiciones o la iglesia de Saint Michel des Loins, entre otros lugares emblemáticos de la ciudad.
Otras cosas que no puedes perderte en Limoges que se ha hecho especialmente popular por su cerámica, es la estación de tren Benedictins, considerada como una de las más bellas del mundo, donde los 4 relojes de su campanario están adelantados 2 minutos para garantizar la puntualidad de los viajeros.
El puente medieval y peatonal de Saint-Étienne y su barrio colindante de Ponts casi parecen una ciudad distinta. Aprovechamos para comer en el restaurante gastronómico, familiar y de producto local Le Pont Saint Etienne y fue todo un acierto y con unas vistas privilegiadas al río, al puente medieval y a la catedral y con menú sin gluten.
Otro lugar imprescindible, la Catedral de Limoges, la principal iglesia de la ciudad que comenzó a construirse en el año 1237 y se finalizo en el año 1888 (más de 600 años). Y en la misma zona, el baptisterio paleocristiano y la pequeña capilla de Saint-Aurelien, donde se encuentran las reliquias del segundo Obispo de Limoges. Fueron los carniceros del barrio quienes la compraron para poder preservarla de la destrucción en la época de la revolución.
Pero sin duda, la visita obligada y más yendo con niños es la del curioso Aquarium de Limoges con más de 300 especies diferentes de todo el mundo y 3.000 animales se encuentran en este atípico acuario ubicado en un antiguo depósito de agua subterráneo y abovedado de la ciudad. Fue construido bajo el mandato de Napoleón II para proteger la ciudad de posibles epidemias de cólera y actualmente no sólo recoge animales abandonados por sus dueños, sino que cuida y protege algunas especies utilizadas en laboratorios de experimentación animal. Para mantener a los niños aún más expectantes, el acuario propone un juego para encontrar Pokémons y al final del recorrido, permite tocar o alimentar algunos peces (bajo supervisión).
Fin de viaje en el lago de Saint-Pardoux
A sólo 30 minutos al norte de Limoges se encuentra el lago de Saint-Pardoux, el segundo lago más grande del departamento de Haute-Vienne, un lugar preservado ideal para todo tipo de actividades al aire libre.
Además del esquí náutico y la natación, puedes alquilar canoas, tablas de paddle surf, hidropedales, navegar, pescar, hacer senderismo o subir a las alturas en el parque de escalada de árboles. Incluso hay un pequeño restaurante con vistas al lago donde comimos muy bien. Y si el tiempo no acompaña, también puedes pasar el día en la piscina climatizada.
Para nuestra estancia en la zona elegimos una cabaña con vistas al lago en el camping de Freaudour. Aunque tenía cocina totalmente equipada, también quisimos probar el restaurante del camping y probar algunos productos típicos de la zona. Nos alojamos en una casa móvil “super mercure” con todo el confort necesario para una estancia agradable. Lo mejor, ¡una vista increíble sobre el lago!
Y si buscas un capricho, a sólo 20 minutos del camping encontrarás el exquisito restaurante Le Clos des Cèdres, un lugar muy particular y bonito con opciones gastronómicas más selectas.
Y hasta aquí nuestra experiencia por Nouvelle-Aquitaine un lugar que ofrece tanto por descubrir que no nos queda otra opción que ¡volver!
Por Sheila, Palabra de Madre
Sheila es periodista y madre bloguera desde 2012, puedes seguirla en su blog Palabra de Madre.