Marsella

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ADOBE STOCK - Manuel Sulzer
© ADOBE STOCK - Manuel Sulzer

¡Rumbo al Mediterráneo, a Marsella! Enclavada en su bahía y rodeada de impresionantes paisajes naturales, la ciudad de Marsella encanta a sus huéspedes con su entusiasmo y eclecticismo. ¡Todo ello salpicado de un delicioso arte de vivir!

Con su fervor deportivo, su creatividad artística y su naturaleza preservada, Marsella es decididamente mediterránea. Desde el encanto auténtico del barrio del Panier hasta la energía palpable del Puerto Viejo y los modernizados Docks, donde se alzan el Mucem y una réplica de la célebre cueva de Cosquer, esta metrópolis es la joya cultural de la costa. Además de ser la segunda ciudad más grande de Francia y la puerta de entrada a la Provenza, Marsella rebosa de atracciones culturales. Para aquellos que buscan un respiro del bullicio urbano, el Parque Nacional de Calanques ofrece un refugio incomparable de biodiversidad, perfecto para explorar durante los meses menos concurridos.

Lo que no debes perderte durante tu estancia en Marsella

Con sus más de 26 siglos de historia, a la ciudad de Marsella no le falta patrimonio cultural ni espacios naturales que explorar. Descubre nuestra selección de lugares imprescindibles para tu próxima estancia en Marsella, ya sea un fin de semana o unas vacaciones en Provenza-Alpes-Costa Azul.

En la ciudad

Marsella es la segunda ciudad de Francia en número de habitantes, y también es una de las más antiguas del país, ya que fue fundada en el siglo VI antes de Cristo. Además, siempre ha sido una importante encrucijada migratoria y comercial. De ahí su increíble patrimonio arquitectónico y cultural, que contribuye a su encanto. ¿Por dónde empezar? Sigue nuestra guía.

Sus barrios emblemáticos

  • El Vieux-Port: situado bajo la ineludible avenida de la Canebière y a pocos minutos a pie de la Gare Saint-Charles, el barrio del Vieux-Port es el corazón de Marsella, donde tienen lugar todos los eventos, fuegos artificiales... Desde por la mañana hasta el anochecer, el bullicio de este barrio no cesa, aunque en cuanto te alejas de la Ombrière y del embarcadero, puedes disfrutar de un tranquilo paseo. No te pierdas: asistir por la mañana a la subasta de pescado tras el regreso de los pescadores; pasear por los muelles; maravillarte con los edificios históricos; disfrutar de las terrazas portuarias de los numerosos cafés y restaurantes.
  • El barrio del Panier: desde el Puerto Viejo, basta con subir unas escaleras para llegar a este barrio histórico de Marsella. Barrio mítico (inspirador del barrio de Mistral en la serie de televisión Plus Belle la vie), es un lugar ideal para pasear y disfrutar del pintoresco encanto de sus callejuelas y su ambiente de pueblo, así como de sus muros de arte callejero, sus pequeñas galerías y sus insólitas tiendas de diseño y artesanía. Es un barrio popular y colorido, donde también se puede disfrutar de una comida en uno de los pequeños bistrós, que suelen servir platos sencillos elaborados con sabrosos productos locales. 
  • Numerosos lugares de interés cultural merecen una visita: La Vieille Charité, la Maison Diamantée, l'église des Accoules... pero también algunas plazas muy agradables, como la Place des Moulins o la Place de Lenche, con sus numerosas terrazas de brasserie que ofrecen una vista impresionante de la basílica de Notre Dame de la Garde.
  • El Vallon des Auffes: ¿te apetece alejarte del centro histórico para darte un baño en la Plage des Catalans, o simplemente pasear por la Corniche Kennedy? No dudes en subirte a una bicicleta y llegar hasta el Anse des Auffes. Allí, al abrigo de los acantilados, tendrás la impresión de llegar a un auténtico pueblo de pescadores, como congelado en la época de Marcel Pagnol. Se va allí por su encanto intemporal y para disfrutar de una bullabesa.
  • El Cours Julien: para sumergirte en el arte bohemio de vivir en Marsella, hay que alejarse del Puerto Viejo y dirigirse unas calles al este, hacia el distrito 6. Cours Julien y sus alrededores son un barrio dedicado al arte callejero, con verdadera identidad. También hay numerosos mercados de ambiente acogedor, que promueven la producción y la creatividad locales.

Sus monumentos

Cuando pasees por Marsella, no te faltarán lugares que capten tu atención. Aquí tiene nuestros 7 monumentos culturales imprescindibles. Hay para todos los gustos.

  • Notre-Dame-de-la-Garde: esta basílica no necesita presentación, ya que es el monumento más emblemático de Marsella. Además de su inconfundible silueta y el lujo de sus materiales, es su increíble ubicación a 150 metros de altura y su inmensa estatua dorada de María lo que le confieren su estatus de símbolo de Marsella. La gente viene aquí en peregrinación, para maravillarse con su historia y su arquitectura y, por supuesto, para disfrutar de la increíble vista panorámica de la ciudad desde la Buena Madre.
  • El Mucem: con su arquitectura ultracontemporánea de Rudy Ricciotti y su emplazamiento único a la entrada del puerto, también se ha convertido a su manera en un icono de esta bella del sur. Los visitantes del museo marsellés acuden por diversos motivos: su colección permanente y sus exposiciones temporales dedicadas a las civilizaciones del Mediterráneo, pero también por su increíble arquitectura de encaje y sus pasarelas que ofrecen vistas inigualables del Puerto Viejo y del Palacio del Faro. También puedes aprovechar para visitar el Fuerte Saint Jean, monumento al que está unido, antiguo emplazamiento militar que desempeñó un papel importante en la historia de Marsella.
  • El Stade Orange Vélodrome: otro de los monumentos emblemáticos de la ciudad, el Stade-Vélodrome ofrece a los aficionados que asisten a sus partidos una experiencia poco común: vibrar al unísono con toda una ciudad, orgullosa de su club y de su historia.
  • Catedral de la Major: con su arquitectura atípica, mitad románica y mitad bizantina, y sus excepcionales dimensiones, este edificio religioso es sin duda uno de los más notables de Marsella. Lo que más llama la atención son las cúpulas, las fachadas rayadas y las impresionantes arcadas.
  • La réplica de la Grotte Cosquer: descubierta por Henri Cosquer en 1985, una gruta submarina cerca del Cap de Morgiou ha resultado ser un importante yacimiento arqueológico y prehistórico. Un increíble museo (a 37 metros bajo el mar) que contiene más de 500 obras de arte rupestre. Para inmortalizar esta cueva, amenazada por la subida del nivel del mar, y dar a todos la oportunidad de descubrir sus tesoros, se ha reconstruido meticulosamente en la Villa Méditerranée. Descúbrela en una exposición inmersiva.
  • El Palacio Longchamp y su parque: artísticamente enmarcado por dos museos (Musée des Beaux-Arts y Muséum d'Histoire Naturelle) y su columnata, este edificio no es otra cosa que una torre de agua. En el lado de la calle, el lugar cuenta con una impresionante fuente, y detrás de su fachada hay un jardín muy apreciado por los residentes locales.
  • La Cité radieuse - Le Corbusier: en dirección sureste, no puede perderse esta utopía arquitectónica, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Más de 70 años después de su construcción, esta asombrosa obra de arte sigue siendo muy vanguardista y continúa planteando interrogantes sobre el futuro de una ciudad del bienestar.

Mar y montaña

Si la ciudad de Marsella rebosa encanto, su entorno natural es también una auténtica maravilla de belleza y biodiversidad. Merece la pena contemplarlo y preservarlo.

Playas y calas

Lo que hace a Marsella tan increíble es su proximidad al mar. Cuenta con 21 playas. ¿Cuáles son los lugares que hay que visitar en Marsella?

  • La famosa playa del Prado: formada por una sucesión de pequeñas playas, esta playa ofrece una vasta extensión de arena fina, pero también está rodeada por casi treinta hectáreas de espacios verdes. Es el lugar ideal para disfrutar de los placeres del mar y de las numerosas actividades de ocio.
  • Las playas de Corbières - L'Estaque: situadas en los distritos del norte de Marsella, estas tres playas ofrecen hermosas vistas panorámicas y son ideales para familias. Sus ventajas son el fácil acceso, las zonas de sombra, la suave pendiente hasta el mar, la arena fina y los guijarros. Otras ventajas son el baño vigilado y la oferta de instalaciones y servicios para pasar un día agradable.
  • Plage des Catalans: con su arena fina, sus servicios (socorrista, aseos) y su proximidad al Vieux Port y al centro de Marsella, es una playa popular y animada.
  • Plage du Prophète: playa emblemática de Marsella, es una de las favoritas de marselleses y turistas, con aguas poco profundas perfectas para los niños, una pista de vóley-playa gratuita, un puesto de primeros auxilios y prácticos servicios. Es un lugar ideal para disfrutar de un aperitivo con los amigos o de un picnic al final del día. O aprovechar los restaurantes cercanos.

Y hay muchas otras playas pintorescas que explorar: Malmousque con su pequeño puerto, Bain des Dames y sus casitas...

Parque Nacional de las Calanques

Situado entre Marsella y Cassis, el macizo de las Calanques ofrece magníficas calas de aguas cristalinas y paisajes paradisíacos (que hay llegar caminando) por rutas de senderismo que permiten descubrir una magnífica biodiversidad que hay que preservar. Algunas de las más espectaculares son la Calanque d'En Vau y la Calanque de Sormiou, que conviene explorar fuera de temporada para evitar la afluencia de turistas. Para los amantes del submarinismo: las calas de Morgiou o Mounine. Y para las familias: la cala de Port-Pin o Marseilleveyre.

En los alrededores

Si deseas dar un paso más en tu visita a Marsella y sus alrededores, puedes elegir entre dos opciones de excursión:

  • Embarca hacia el Castillo de If y las islas Frioul. Allí podrás profundizar en el mito del Conde de Montecristo, disfrutar de agradables paseos o explorar lugares de buceo.
  • Explora el Monte Sainte-Victoire: fuente inagotable de inspiración para numerosos artistas, entre ellos Paul Cézanne, este monte de 1.011 metros de altura puede recorrerse a través de numerosas rutas de senderismo. Ofrece magníficos paisajes de Provenza y fabulosos panoramas. Pero también alberga bonitos pueblos, algunos rodeados de viñedos.

El arte de vivir a la marsellesa


Marsella nunca deja indiferente... Y con razón: algo despreocupada, pero también auténtica, ofrece experiencias inolvidables en muchos ámbitos.

Al paso de la naturaleza y de los días soleados, podrás admirar el rico patrimonio del pasado y del presente, las obras de artistas que están o han estado a menudo en la vanguardia, pero también podrás tomarte el tiempo de disfrutar del imprescindible aperitivo, de los legendarios torneos de petanca y de los intensos sabores de sus platos bañados por el sol.

Especialidades culinarias de Marsella


Es imposible visitar Marsella sin saborear su gastronomía, donde las artes culinarias ocupan un lugar destacado. A la gente le encanta sentarse y pasar el tiempo saboreando las numerosas especialidades marsellesas y provenzales, típicas de la dieta mediterránea.

  • Entre las sopas destacan la emblemática Bouillabaisse y la Soupe au pistou. La bullabesa, típica del puerto de Marsella, se elabora con una variedad de pescados, mariscos y verduras mediterráneos, aderezados con hierbas y especias provenzales. Se disfruta mejor caliente, con su textura cremosa, su sabor yodado y su intensa salsa rouille. En cuanto a la soupe au pistou, se trata de una sopa de verano, servida caliente o fría, elaborada esencialmente con verduras, legumbres y pequeñas pastas, a las que se añade un toque de pistou.
  • En cuanto a la carne: pieds paquets. Especialidad de guiso a base de carne (patas de cordero y tripas de cerdo saladas), es apreciado por su carne que se deshace en la boca y su condimento picante a base de ajo, cebolla y perejil. Daube provençale, guiso de carne marinada y cocida a fuego lento en vino tinto.
  • ¿Te gusta el marisco y el pescado? Hay mucho donde elegir: erizos de mar, supiones (calamares pequeños) y mariscos, además de sardinas, salmonetes, caballas, cabrachos, etc. También está la poutargue, un caviar provenzal muy apreciado a base de huevas de salmonete saladas y secas.
  • Salsas: anchoïade o aïoli. Elaborada a base de anchoas, aceite de oliva, ajo y alcaparras, la anchoïade es una especialidad provenzal que se suele tomar como aperitivo untada en rebanadas de pan. El alioli, a base de ajo, aceite de oliva y yema de huevo, sirve para condimentar diversos platos (pescado, verduras, etc.).
    A los golosos les encantarán las navettes, oreillettes o chichis frégi (muy populares en la zona de Estaque).

Por último, si hay una bebida emblemática de Marsella, el famoso pastis, una bebida alcohólica que se sirve con agua fría y cubitos de hielo como aperitivo refrescante.

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