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© Istock / Olrat - Las orillas del Loira, en Nantes.

¡Rumbo al Oeste, entre la tierra y el mar, hacia Nantes! Con su atractiva situación geográfica, a menos de una hora de las playas de Bretaña, la antigua Ciudad de los Duques de Bretaña permite explorar una animada mezcla de arte, historia y encanto.

Cerca del Océano Atlántico, la Ciudad de los Duques de Bretaña respira profundamente a orillas del Loira. Es una invitación a pasear con la brisa acariciando tu rostro, descubriendo un patrimonio cultural a la vez contemporáneo e histórico, y el entorno natural siempre presente, en bicicleta, a pie o a lo largo del agua. Ven a saborear un sablé de pura mantequilla, a encontrarte con un elefante gigante salido de las novelas de Julio Verne, a recorrer los viñedos y a contemplar las obras de arte monumentales a orillas del Loira. ¡Una experiencia inédita!

Los imprescindibles de tu estancia en Nantes

Rica en un prestigioso patrimonio histórico, Nantes se reinventa constantemente, ofreciendo a los visitantes de todas las edades un mundo lúdico, experimental y encantador. Déjate sorprender por los contrastes de esta bella ciudad del Valle del Loira.

Su ambiente...

No hay nada como impregnarse del ambiente de Nantes para conocer la ciudad. Un paseo por las calles de Nantes es la manera perfecta de hacerlo, antes de embarcarse en las visitas propiamente dichas.

Paseo por los barrios históricos de Nantes, el barrio del Bouffay

Corazón histórico de la ciudad, este barrio del centro ofrece bonitas calles peatonales que rodean la Catedral de San Pedro y San Pablo y el Castillo de los Duques de Bretaña. Aquí podrás disfrutar del encanto de las fachadas con entramado de madera de las casas medievales del casco antiguo, que aún son claramente visibles, imaginar el trazado de la antigua ciudad amurallada al pasar por la Puerta Saint-Pierre o admirar los edificios de sillería de la plaza del Maréchal-Foch, adornada con una estatua de Luis XVI. Pero éste es sobre todo el barrio donde podrás familiarizarte con el modo de vida de Nantes, porque aunque el Bouffay es un barrio turístico, también es uno de los principales lugares de residencia de sus habitantes. Un barrio animado de día, con sus numerosas tiendas, plazas y restaurantes, y de noche, con sus bares y locales de fiesta.

Muchos otros barrios de Nantes para descubrir a su antojo

No faltan barrios para explorar... Un mercado dice mucho del arte de vivir de una ciudad. Si estás de acuerdo, dirígete al barrio de Saint-Pasquier-Saint-Felix, donde se encuentra el mercado más popular de Nantes: el mercado de Talensac.

Si prefieres seguir el ritmo de la juventud de Nantes, hay dos barrios a los que no debe perder de vista:

  • El barrio joven y de moda de Olivettes-Champ de Mars, donde el arte está por todas partes.
  • El barrio de Ile de Nantes, famoso de día por sus increíbles máquinas, pero que de noche atrae a los jóvenes nanteses al Quai des Antilles para salir de fiesta.

...su historia...

Una vez que hayas entrado en calor en la ciudad, es hora de adentrarse en la historia de Nantes. Entre los monumentos históricos que no debe perderse se encuentran:

  • el Castillo de los Duques de Bretaña, a la vez fortaleza y elegante residencia gótica de los Reyes de Francia desde Francisco II, es el símbolo de Nantes. Este monumento alberga el increíble Museo de Historia de Nantes, que consigue cautivar a todos los públicos con su envolvente escenografía. Te fascinará el papel de Nantes en el comercio triangular, el destino de los nanteses durante las dos guerras mundiales y la historia de las importantes industrias de la región. Es una buena manera de conocer la identidad de Nantes.
  • la catedral de Saint-Pierre-et-Saint-Paul, impresionante tanto por su altura (sus bóvedas se elevan hasta 37,5 metros, frente a los 33 metros de Notre-Dame-de-Paris) como por la duración de su construcción, más de 450 años (de 1434 a finales del siglo XIX). Es una de las últimas catedrales góticas de Francia y alberga obras notables, como la tumba del último duque de Bretaña, Francisco II, un impresionante fresco de la Natividad y dos criptas.
  • le Lieu Unique, la antigua fábrica de LU, que desde el año 2000 se ha transformado en un centro de arte en todas sus formas. Artes plásticas, arquitectura, artes escénicas, artes culinarias, artes literarias y música son huéspedes habituales. Pero este espacio proteico también alberga una librería, un restaurante, un bar y, lo que es más sorprendente, un hammam y una guardería comunitaria.
  • el Passage Pommeraye. Este magnífico pasaje cubierto del siglo XIX (uno de los más bellos de Europa) es uno de los lugares de compras imprescindibles de Nantes. Con su galería de tres niveles, elegantemente protegida por un gran techo de cristal y realzada por una soberbia escalinata y pasillos bordeados de estatuas, merece la pena desviarse. Además, la buena noticia es que aquí hay para todos los bolsillos, con tiendas que ofrecen una ecléctica mezcla de marcas y tipos de negocio (moda, decoración, alimentación, lujo, etc.). No te lo pierdas durante las fiestas.
  • Monumento a la Abolición de la Esclavitud. Este museo, uno de los mayores monumentos del mundo dedicados a la trata de esclavos, ofrece una visión fascinante de la oscura historia de la ciudad de Nantes.

…y sus maravillas

Como acabamos de ver, Nantes posee un riquísimo patrimonio histórico, pero la ciudad no se ha dormido en los laureles. La audaz capital de la región de Loira Atlántico ha puesto el arte, la fantasía y la naturaleza en el punto de mira de numerosos lugares. ¿Dónde encontrar estas maravillas?

En la isla de Nantes, por supuesto, con las famosas Machines de l'Île, criaturas increíbles que parecen salidas directamente de una novela de Julio Verne o de la imaginación de Leonardo da Vinci. Estos prototipos de máquinas animadas, calamar, araña, hormiga, oruga, camaleón, colibrí y mariposa, se exponen en el corazón de los antiguos astilleros, hoy Galería de las Máquinas. La muestra se acompaña de charlas y explicaciones de los maquinistas, una exposición explicativa y la posibilidad de que los visitantes tomen los mandos durante un rato (según la máquina). El punto culminante del espectáculo: un encuentro con el Gran Elefante, de 12 metros de altura, que podrás conocer en uno de sus paseos por la isla. Se puede optar por sentarse en él o contemplarlo y disfrutar de una refrescante ducha.

En el barrio de Butte-Sainte-Anne, la casa natal de Julio Verne se ha convertido en museo, ofreciendo una fascinante visión del mundo de Verne a través de una rica colección de libros, ilustraciones y objetos, que permiten comprender mejor la personalidad del escritor, sus fuentes de inspiración y sus métodos de trabajo.

En la isla de Versalles, con su magnífico jardín japonés. Antaño pantano y luego isla artificial que albergó varias empresas, esta isla artificial ofrece un parque exótico, un remanso de paz y un lugar de ocio. Cascadas, fuentes, arboledas de bambú y diversas especies de plantas asiáticas crean un mundo exótico donde los visitantes pueden divertirse en el Erdre en una embarcación ligera (pedalo, bote de remos, canoa).

Nantes lleva el arte en su ADN

Desde 2011, la ciudad del Loira Atlántico celebra el arte durante todo el año con la colección "El Viaje a Nantes", pero aún más durante la temporada estival. Desde principios de julio hasta principios de septiembre, numerosas obras de arte contemporáneo y diversos eventos se sumarán a la colección permanente, que ya se ha instalado en varios espacios públicos de la ciudad. Para más información sobre el programa de verano de El Viaje a Nantes, visita la página web de la oficina de turismo Le Voyage à Nantes.

Sin embargo, sea cual sea la fecha de tu estancia, podrás descubrir la colección permanente de Le Voyage à Nantes, que incluye un centenar de obras. No puede ser más fácil. Déjate guiar por la línea verde del suelo, que te conducirá a cada una de las obras de la colección. Dedica al menos dos días a explorar toda la colección.

Pero el arte y la cultura también están presentes en muchos otros lugares de Nantes, ya sean los más esperados o los más insólitos. El Museo de Arte de Nantes, por ejemplo, posee una magnífica colección de obras de arte, desde cuadros de antiguos maestros hasta una vasta colección de arte moderno y contemporáneo. Están representados numerosos campos artísticos: pintura, escultura, artes decorativas, diseño, etc.

¿Prefieres una introducción menos convencional al mundo del arte? El arte también se encuentra en los muros de la ciudad de Nantes, con creaciones de Street-Art que ofrecen visitas guiadas acompañadas por un grafitero. Sin duda, ¡el arte hace latir el corazón de Nantes 100 veces más rápido!

Especialidades culinarias en Nantes

En Nantes, la gastronomía es local y de calidad, porque si viajar también es culinario, no hace falta ir muy lejos para encontrar sabrosos productos para deleite de nanteses y turistas. Los productores locales -horticultores, ganaderos, queseros, viticultores e incluso pescadores- ofrecen materias primas de primera calidad.

Pero, ¿qué se puede degustar en Nantes y sus alrededores, y cuáles son las especialidades de Nantes?

Los platos salados incluyen pato y cerdo. Uno de los platos más populares es el pato Challans o "canard nantais" con salsa muscadet, acompañado de manzanas. El cerdo, por supuesto, se sirve con salsa muscadet, pero también en forma de costillar estofado al horno, servido caliente o frío con una ensalada de canónigos de Nantes. Sin embargo, el pescado y el marisco también están presentes.

Antes de pasar al postre, disfruta de un trozo de Curé nantais, un sabroso queso cuadrado de corteza amarilla pajiza, acompañado de un Muscadet (AOC), vino blanco de los viñedos de Nantes.

Por último, de postre, disfruta de un suave pastel nantais, generosamente aromatizado con ron.

Para los más golosos, no faltan las Berlingots nantais, bonitas y aciduladas, ni las increíbles Rigolettes nantaises, crujientes y fundentes. Y si te entra hambre, o simplemente te apetece comer a deshora, tenemos unas cuantas mantequillas... ¡de Nantes, por supuesto!

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