Capital de la Costa Azul, «Niza la bella», como se la conoce, es famosa por su Paseo de los Ingleses y sus siete kilómetros de playas de guijarros. La quinta ciudad más grande de Francia esconde otros muchos tesoros que podrás explorar a tu antojo: escaparte a los pueblos de montaña del interior, deslizarte por las laderas nevadas de Auron e Isola 2000, saborear los productos locales bañados por el sol, descubrir las obras de Matisse y Chagall, ambos impregnados por la luz mediterránea...
Lo que no debes perderte durante tu estancia en Niza
Aunque muchos de los monumentos de Niza bien merecen una visita, no dudes en tomarte tu tiempo para empezar a pasear por las calles y los lugares donde vive la gente, para empaparte del alma de Niza...
Descubrir el arte de vivir en Niza
Una de las mejores maneras de descubrir y comprender mejor la ciudad y sus gentes. En Niza, siete sitios son sin duda los mejores lugares que visitar para impregnarse del espíritu nizardo.
- El barrio Vieux-Nice y el mercado Cours Saleya. Para empezar, déjate llevar hasta el Vieux-Nice. Allí, tómate tu tiempo para pasear por las bonitas callejuelas de fachadas coloridas y aires italianos. Sus pasos te conducirán sin duda hasta el ineludible Cours Saleya y su auténtico mercado, rico en colores y fragancias. Todas las mañanas, de martes a domingo, encontrarás frutas y verduras locales, frescas y sabrosas, así como un mercado de flores que deleita la vista de la mañana a la noche. El Cours, repleto de bares y restaurantes y animado durante todo el año, es sin duda el mejor lugar para conocer el alma de Niza.
- El ineludible Prom» o Paseo de los Ingleses. Top 2 de nuestra clasificación: ¡el lugar de culto Paseo de los Ingleses! La Promenade des Anglais, cariñosamente llamada «Prom» por los nizardos, es una avenida de 7 km que une el puerto de Lympia, al este, y el aeropuerto de Niza, al oeste. Frente a la bahía de los Ángeles y formada por una amplia mediana que bordea las playas, este lugar de encuentro y descanso se ha convertido también en leyenda por sus palmeras, sus sillas azules y los legendarios grandes hoteles y palacios que bordea. Para terminar tu paseo con estilo, dirígete al este para llegar al reloj de sol diseñado por Rauba Capeu. Y su muy Instagrammable vecino, la estructura azul-blanca-roja #IloveNice.
- Colina del Castillo. ¿Te quedan fuerzas? Sube a la Colline du Château para descubrir un remanso de serenidad a dos pasos del casco antiguo. Este parque de 19 hectáreas ofrece vistas panorámicas de la ciudad de Niza, su puerto, el Paseo de los Ingleses y la Bahía de los Ingleses. Es una excelente manera de disfrutar de la topografía y la diversidad de la bella Niza, que también es sublime al atardecer (nota: en temporada alta, un ascensor permite acceder a la cima).
- Entre la plaza Masséna y la plaza Garibaldi. Con su llamativo pavimento en blanco y negro, su fuente y sus edificios de fachadas rojas, la plaza Masséna es uno de los puntos de encuentro preferidos de Niza (y de los turistas), ya que se encuentra en la intersección de varios lugares populares: el Prom, el Vieux-Nice y los animados barrios a ambos lados de la avenida Jean Médecin. A la inmensa plaza Garibaldi se llega por el paseo del Paillon, pasando por la plaza J. Toja. Elegantemente bordeada de edificios con bellas fachadas ocres, esta plaza alberga numerosos cafés, restaurantes y heladerías, lo que la convierte en un lugar ideal para disfrutar de un aperitivo, un bocado o una pausa dulce, mientras disfrutas de las vistas y los sonidos de Niza.
- Paseo del Paillon. El Paseo del Paillon merece una visita, tanto si buscas un lugar fresco y verde para un picnic, una escapada romántica o diversión al aire libre para los niños con juegos de madera en forma de bestiario marino. Este corredor verde, que se extiende desde la plaza Garibaldi hasta el Paseo de los Ingleses, pasando por la plaza Masséna, acoge numerosos eventos durante todo el año. Si hace buen tiempo, podrás refrescarte en la gran explanada, transformada en un espejo de agua con fuentes, mientras que al oeste podrás disfrutar de las brumas que invaden intermitentemente el jardín Alberto I.
- El barrio del Puerto. El barrio del Puerto de Niza es como un pequeño pueblo, con su ambiente acogedor, sus habitantes, sus comerciantes y su animada atmósfera. Con sus habitantes, sus comerciantes y sus artesanos. Todo el mundo se conoce, lo que lo convierte en un lugar típico para entretenerse. A orillas del puerto, podrás admirar barcos de todo tipo: pequeños y coloridos pesqueros, yates de lujo, cruceros... En el muelle, numerosos restaurantes ofrecen sus suculentas especialidades.
Las playas de Niza
Bordeada por el Mediterráneo, parece impensable visitar Niza sin entregarse a los placeres de la playa. Y con 40 playas para elegir, la oferta no escasea. He aquí una pequeña selección de playas destacadas:
- Le Voilier Plage por su gran extensión, que permite disfrutar de un espacio agradable.
- La Plage de Villefranche-sur-Mer: a 15 minutos del centro de la ciudad, pero merece la pena el pequeño esfuerzo, ya que es la playa de arena fina más cercana a Niza. Ideal para familias.
- Playas y calas frecuentadas por los nizardos: las del otro lado del puerto, desde Plage des Bains Militaires hasta Coco Beach.
Un suntuoso patrimonio histórico y artístico
Mientras paseas por la ciudad, disfrutarás aprendiendo más sobre su historia y descubriendo su rico patrimonio. Una vez más, Niza cuenta con numerosos lugares excepcionales que visitar. He aquí algunos de ellos:
- Los restos de las arenas de Cimiez, en los jardines del Monastère: esparcidas por el corazón de esta zona verde ligeramente sombreada por olivos centenarios, estas ruinas recuerdan el prestigioso pasado romano de la ciudad. El parque también acoge numerosos eventos a lo largo del año, como la Fête des Mais, una de las fiestas preferidas de Niza.
- Museo Arqueológico de Niza: situado a dos pasos del Parque de las Arenas, este museo, y el siguiente, merecen una visita y son una buena manera de pasar el día en este barrio del norte de la ciudad. Aquí podrás descubrir el trazado de la antigua ciudad de Cemenelum, fundada en el siglo I.
- Museo Matisse: esta imponente villa de color ocre rojizo alberga la mayor colección de obras del artista: dibujos, pinturas, esculturas, fotografías, etc.
- No muy lejos de la estación de Niza, también podrá descubrir el Museo Nacional Marc Chagall, al oeste, y la impresionante catedral ortodoxa de Saint-Nicolas de Niza, al este, construida en el siglo XIX bajo el patrocinio del zar Nicolás.
De vuelta al casco antiguo de Niza, encontrará las siguientes atracciones:
- El MAMAC (Musée d'Art Moderne et d'Art Contemporain): situado cerca de la plaza Garibaldi, el MAMAC no sólo intriga a los visitantes por su arquitectura, sino que también alberga una vasta colección de arte moderno y contemporáneo, con obras de grandes nombres como Yves Klein, Andy Warhol y Niki de Saint Phalle, así como de artistas de la escuela de Niza.
- El Palacio Lascaris: un hermoso edificio barroco del siglo XVII con una espléndida decoración, desde su monumental escalera hasta sus salones de época adornados con pinturas, tapices y muebles antiguos, y que alberga una magnífica colección de 500 instrumentos musicales antiguos.
Alrededores de Niza que merecen una visita
Si dispones de tiempo, no dudes en subir al Monte Boro, al este de la ciudad, no lejos de Lazaret y Villefranche-sur-Mer. Este inmenso paraje natural virgen, plantado de pinos, ofrece un marco idílico para un picnic entre amigos o en familia, o para una jornada de deporte, diversión o descanso. Con unas vistas impresionantes que se extienden hacia Italia por un lado y hacia el Esterel por el otro. ¡Mágico!
Otra opción: una excursión por el interior de Niza para descubrir sus pintorescos pueblos y su increíble biodiversidad. Algunos nombres a explorar: Vence, Grasse, Sainte-Agnès con vistas a Menton, Gourdon y Saint-Paul-de-Vence, Peillon o Eze camino de Mónaco... y en el lado natural, para los amantes del senderismo, la bicicleta de montaña y el barranquismo, el soberbio Parque Nacional del Mercantour.
Niza y su Carnaval: toda una historia
No se puede hablar de Niza sin pensar en su impresionante carnaval, que forma parte de la tradición nizarda desde 1873. Famoso en todo el mundo, el Carnaval de Niza forma parte del ADN de esta ciudad de la Costa Azul. Y con razón: al tiempo que atrae a público de todo el mundo, su organización moviliza durante todo el año a una pléyade de nizardos, carnavaleros de generación en generación, para construir carrozas, gigantes y disfraces, a cual más impresionante. En resumen, cada febrero, desde la Place Masséna hasta las Promenades des Anglais, 15 días de corsos carnavalescos y batallas de flores, una explosión de color y un ambiente festivo, popular y familiar.
Especialidades culinarias de Niza
Por último, cuando se visita una ciudad de Francia, es imposible no darse un festín con sus especialidades y las de su región. Y en Niza, las artes culinarias no se quedan atrás. En cuanto a las delicias gastronómicas de Niza, te encantarán:
- La imprescindible socca: un exquisito pastel de harina de garbanzos, perfecto para cualquier ocasión (como tentempié, aperitivo o plato principal).
- La pissaladière: una tarta con anchoas, cebolla confitada y aceitunas negras.
- Salade niçoise: hay muchas variantes, pero todas llevan verduras (tomates, pimientos, lechuga, pepino, cebollas, habas, alcachofas baby, etc.), atún, anchoas y huevos cocidos. Todo ello aliñado con aceite de oliva y aceitunas.
- Daube niçoise: esta contundente especialidad se elabora con carne de vacuno cocinada con zanahorias, tomates, cebollas, setas porcini y tocino al vino tinto. Se sirve con ñoquis o raviolis de Niza.
También hay buñuelos de calabacín, relleno de Niçois, pan bagnat y pastel de acelgas salado o dulce.
A los golosos les encantarán las ganses (rosquillas en forma de rombo espolvoreadas con azúcar glas), disponibles en la mayoría de las pastelerías durante el Carnaval. En Niza, todos los sentidos despiertan.