¡La Vélodyssée de Pornic a Lacanau en solitario!

A primera hora de la mañana, después de tomar un café en una de las terrazas con vistas al mar desde el puerto Gourmalon en Pornic, súbete a la bicicleta y pon rumbo hacia Bouin. ¡Qué placer poder pedalear a tu propio ritmo! Al llegar, te espera una deliciosa comida con una degustación de ostras en el puerto, seguida de una visita a una de las marismas saladas. Luego, continúa tu travesía hacia la pintoresca localidad costera de Fromentine, arropada por el bosque y el mar. Aprovecha para hacer un descanso y sentir la arena bajo tus pies. Aquí, tendrás la posibilidad de visitar el ecomuseo Le Daviaud, que en verano ofrece una variedad de espectáculos gratuitos.

Al caer la noche, regálate una experiencia gastronómica inolvidable reservando una mesa en el Restaurante Une bouteille à la mer, donde podrás degustar marisco fresco y platos creativos en un ambiente cálido y acogedor. Después de cenar, te espera un merecido descanso en el Hotel L’Embarcadère, un lugar ideal para disfrutar de un descanso nocturno bien merecido y acompañado del sonido relajante del puerto.

Los senderos para bicicletas de hoy serpentean a lo largo del mar y atraviesan el bosque estatal, por rutas sin coches. ¡La opción perfecta para admirar el paisaje y hacer algunas paradas para tomar fotos! Al llegar a Saint-Gilles, recorre las bonitas calles del centro y luego, visita el Atelier de la Sardine o la Conservera La Perle des Dieux.

Al caer la tarde, haz una parada en el Grain de Sable, el encantador restaurante donde podrás saborear especialidades locales en un ambiente acogedor y distendido. Después de una deliciosa cena, dirígete al hotel Le Ceïtya, un alojamiento elegante que ofrece comodidad y hospitalidad, para disfrutar de una noche de descanso reparador.

Un nuevo día amanece con una nueva aventura en dirección a Brétignolles-sur-Mer, y luego, hacia el viñedo de Brem-sur-Mer. La ruta se aleja ligeramente de la costa para adentrarse en el bosque y las antiguas marismas saladas. Al llegar a Les Sables d’Olonne, la ciudad conocida por ser el punto de partida del Vendée Globe, tómate un tiempo para explorar el barrio de Île Penotte y el zoo de Les Sables.

A la hora de cenar, pasa por el restaurante César et Rosalie y deleita tu paladar con la gastronomía local en un ambiente acogedor. Por la noche, retírate para descansar al hotel Les Embruns, un remanso de paz que ofrece toda la comodidad necesaria para una noche reparadora después de un día lleno de actividad.

Playas, calas y bosque: esta etapa de La Vélodyssée es mágica, y mucho más cuando se recorre en solitario, ya que podrás detenerte siempre que quieras. Y si el sol brilla con intensidad y te apetece, puedes aprovechar para darte un baño refrescante. Al llegar a La-Tranche-sur-Mer, podrás disfrutar de las numerosas actividades acuáticas como el surf o el carro a vela.

Para cenar, asegúrate de reservar una mesa en Casa Soso y deleita tu paladar con tradicionales pizzas italianas elaboradas artesanalmente. Termina el día en el Hotel Les Cols Verts al alojarte en una cómoda habitación ubicada en medio de un pinar.

Para llegar a Marans a la hora de comer, calcula unas 3 horas en bicicleta. Una vez allí, aparca la bicicleta y explora a pie el puerto deportivo y el centro histórico. Después de disfrutar de un delicioso sándwich (o un fricasé de anguilas), continúa hacia La Rochelle. El acuario es de visita obligada, al igual que la famosa excursión al Fort Boyard. Un día adicional no está de más para descansar un poco y disfrutar al máximo de la ciudad.

El restaurante Port Lauzières, situado en Nieul sur Mer, es una antigua cabaña ostrícola de los años 60 y te espera a lo largo del sendero costero. Disfruta de este remanso de paz en la Pointe du Plomb que ofrece unas vistas excepcionales de Le Pertuis Breton y la Île de Ré.

Por la noche, descubre el hotel Le Champlain, un establecimiento de 4 estrellas recientemente renovado y situado en La Rochelle.

Te espera un bonito día deportivo ya que tendrás que despertarte al amanecer para llegar a Rochefort a la hora de comer (50 km). Luego, pedalea hasta Marennes, la primera cuenca ostrícola de Europa. Aquí podrás subir al campanario de la iglesia y degustar ostras Marennes-Oléron bien frescas.

Para cenar, los chefs del restaurante Le Claire se comprometen a ofrecerte una experiencia culinaria inolvidable con ingredientes frescos y locales en los platos.

El hotel La Plage enamora a todos los viajeros con las fantásticas vistas que ofrece entre el estuario, la fauna, la laguna y los atardeceres que cortan la respiración.

Después de hacer varios kilómetros en bicicleta por la mañana, dirígete hacia Royan para comer antes de seguir tu camino. En verano, no te pierdas el mercado de Montalivet y sus 200 puestos donde podrás deleitarte con productos locales, exquisitos y únicos, como los vinos de Médoc. Después del esfuerzo, ¡llega la recompensa!

Disfruta de una deliciosa comida en el restaurante Les Cinq Sens, donde cada plato es un viaje de sabores y aromas.

Termina la velada reservando una cómoda habitación en el hotel Le Marin, a pocos pasos de la costa salvaje. Te encantará el desayuno servido en la terraza.

Última etapa para terminar la aventura: pedalea durante 1 hora y 20 minutos hasta llegar a Hourtin-Plage. Durante el mes de mayo, en Lacanau podrás disfrutar de los deportes acuáticos en el Lacanau Gliss’Festival. El resto del año, puedes aprovechar para recibir clases de surf o simplemente admirar los magníficos atardeceres en la playa.

Para una cena inolvidable en Lacanau, ven al Café Maritime donde descubrirás una cocina creativa en un entorno elegante. Al terminar, relájate en La Varangue, una casa de huéspedes en Lacanau con piscina, spa y un ambiente zen.

Para saber más:

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