Paseo en bicicleta con los niños por los Pirineos

Antes de subirte a la bicicleta, da un paseo por este encantador pueblo. Pedalea varios kilómetros para visitar el Donjon des Aigles (abierto entre los meses de abril y septiembre). Este lugar excepcional, situado a los pies de los Pirineos, permite descubrir las impresionantes aves rapaces en un entorno medieval, dentro de una torre del siglo XII. Una visita inolvidable que combina historia y naturaleza, ideal para grandes y pequeños.

 A la hora de comer, visita el Lac des Gaves y haz un pícnic bucólico en familia.

Aprovecha la tarde para dar un paseo alrededor del lago y tómate tu tiempo para disfrutar de la tranquilidad y de las vistas de las montañas pirenaicas a lo largo de un recorrido tranquilo.

Al final del día, podrás alojarte en Lodge du Hautacam para pasar la noche. El granero del siglo XIX, completamente renovado, ofrece un cómodo alojamiento con capacidad para 8 personas. Esta propiedad, situada en la cima del valle de Gaves, desvela unas impresionantes vistas de la cadena de los Pirineos. Y para culminar la experiencia, la magnífica piscina que da al valle te permitirá relajarte y apreciar los majestuosos paisajes. 

Después de una noche reparadora, súbete a la bicicleta y dirígete hacia Argelès Gazost, a unos treinta minutos del alojamiento.

Visita el Parque de animales de los Pirineos (abierto entre finales de marzo y principios de noviembre) para sumergirte en la fascinante fauna local. Este parque alberga una amplia variedad de animales salvajes que viven y se adaptan a hábitats naturales reconstituidos. Esta visita es una experiencia educativa y enriquecedora que permite a los visitantes, grandes y pequeños, comprender y apreciar mejor la diversidad de la vida salvaje pirenaica.

Tras esta inmersión en la naturaleza, podrás disfrutar de una comida en “Les petits pois sont rouges”, el restaurante del Hôtel Miremont, un establecimiento convertido en una institución local.  La carta combina tradición y modernidad, destacando los productos locales.

Por la tarde, mientras pedaleas y digieres, a unos pocos kilómetros encontrarás tu alojamiento en Lourdes. También puedes optar por relajarte durante una noche (o más) en el refugio-spa “Les 7 montagnes”,  un lugar insólito en una cabaña en altura, en pleno corazón del bosque pirenaico, que encantará a toda la familia.

Durante el último día en familia por la vía verde de Gaves, aprovecha la mañana para visitar Lourdes, famosa por su milagrosa cueva, ¡pero no solo eso! Vive una auténtica experiencia gastronómica adentrándote en los pasillos de Les Halles de Lourdes para impregnarte del «bien comer» de los Pirineos. 

Además, a mediodía no puedes marcharte de Altos Pirineos sin haber degustado la famosa «garbure», una sopa con col y confit de pato típica de la región. Para probar esta icónica receta, siéntate en el restaurante “L’ami toulousain”, que ofrece una cocina regional tradicional.

Después de esta deliciosa y copiosa comida, haz una parada cultural para visitar el Castillo de Lourdes. El programa incluye la visita del castillo, pero también un Museo de Arte y Tradiciones Populares y un jardín botánico. A los niños se les ofrecen diferentes opciones según su edad, como un recorrido con juegos sobre los eventos y exposiciones del momento, lo que garantiza que los más jóvenes también se interesen por la visita.

Continúa la aventura en bicicleta y pedalea los últimos tramos para una escapada al Pic du Jer. Accesible en teleférico, la cima termina a unos 1000 m de altitud. Se trata de un lugar muy conocido para el descenso en BTT, que ofrece 3 pistas diferentes: desde la más lúdica para los principiantes, hasta la más técnica para los expertos. Hay opciones para todos los gustos y todos los niveles.

Tras el esfuerzo, termina estos 3 días con un toque dulce. Degusta un famoso y generoso pastel como broche de oro en la institución familiar de Lourdes “Les gourmandises de Sia”.

Para saber más:

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