Ruta gastronómica por Francia en tren

Antes de tomar el primer tren hacia París desde Lille, puedes visitar el restaurante bistronómico Bleu Canard. Sus platos refinados se elaboran con productos frescos seleccionados por su circuito corto. Ejemplos de platos de la carta (dependiendo de la temporada): puré de guisantes, crema de champiñones con almendras, coliflor asada, cebolla caramelizada, gelatina de bergamota y pesto con hojas de mostaza.

Dónde dormir: junto a la estación, el Mama Shelter es un lugar emblemático, ideal para encontrarse con algún evento a la hora del aperitivo. No quedarás decepcionado por su carta de platos, como el codillo, que puedes disfrutar en la preciosa terraza.

• ¿Qué te parece un paseo tonificante y contemplativo desde la Gare du Nord hasta la Bourse du Commerce? Muy cerca de allí se encuentra el restaurante L’Epis d’Or, donde podrás disfrutar de un delicioso «croque monsieur» elaborado por Jean-François Piège, una oda a este gran clásico de la cocina parisina. Este plato se prepara con gran delicadeza y los mejores productos locales. 
   
• Luego, dirígete al Parque Georges Brassens, un rincón de campo en París que rinde homenaje al poeta. Aquí podrás descubrir las plantas aromáticas del Jardin des Senteurs, el colmenar pedagógico y las vides. 
   
• A pocas calles de ahí, el Grand Pan hará salivar a los más gastronómicos con menús variados todos los días y una cocina evolutiva de platos tradicionales franceses: os à la moelle, fricassé de girolles, costilla de ternera, lomo de salón… En un ambiente bistrot muy agradable, el chef Benoit Gauthier, hijo de carnicero y formado con los mejores chefs, te deleitará con productos de temporada, sus increíbles salsas y una presentación refinada. Sin olvidar los postres... ¿Quién puede resistirse al bizcocho de chocolate y caramelo con mantequilla salada?
   
• Por la noche, acércate a la Gare de l’Est para tomar el tren y amanecer en Reims a la mañana siguiente.

Dónde dormir: en el Hotel Okko, que cuenta con un jardín público de 2.600 m2 en su tejado y una zona de gimnasio para quemar algunas calorías…

Esta encantadora ciudad, en el corazón de Champagne, está muy ligada a la historia de Francia. 

• Antes de comer, da un paseo por la ciudad rodeada de viñedos y disfruta de las vistas maravillosas mientras respiras sus aires rurales.
   
• Luego, dirígete con confianza al restaurante-tienda de alimentación Au Bon Manger y su escaparate azul Klein. Aquí podrás degustar platos sabrosos y típicos como la morcilla negra con patatas salteadas, los platos de verduras de temporada, o si no tienes tanta hambre, los lèche-doigts a base de salchichón son una excelente opción.
   
• Por la tarde, entre las numerosas casas de Champaña, se encuentra la Villa Demoiselle con su especial arquitectura entre Art Déco y Art Nouveau. Sumérgete en el pasado durante una visita que incluye una degustación de Champagne Demoiselle o de Champagne Vranken Diamant. 

Dónde dormir: en el Hotel La Caserne Chanzy (antigua estación de bomberos), muy elegante, con restaurante y spa.

• Dijon, una ciudad famosa por su mostaza y sus vinos, está repleta de maravillas arquitectónicas que descubrirás en el camino hacia Les Halles, un mercado emblemático diseñado por Eiffel, ideal para los amantes de la gastronomía. Los martes, jueves, viernes y sábados, es el momento perfecto para descubrir los productos locales.
   
• Una visita a Dijon no estaría completa sin una degustación del condimento que tanta fama le ha dado. Aprende los secretos de la fabricación de la emblemática y sabrosa mostaza en un taller muy interesante.

¿Dónde dormir? Bajo las antiguas bóvedas de piedra, el Hotel La Cloche se encuentra en el centro de la ciudad y garantiza una velada encantadora y refinada gracias a su spa y su restaurante bistronómico Les Jardins by la Cloche.

• Disfruta de magníficos paisajes durante el trayecto de dos horas. Al llegar a Lyon, la joya de la gastronomía francesa gracias a sus renombrados chefs, es el momento de instalarte en la mesa de un restaurante gastronómico para comer a mediodía. Entre los jóvenes chefs con estrellas, la carta del restaurante Rustique (justo al lado de la estación) destaca por su audacia: bizcocho de lucio con esferas de anguila ahumada o pichón a la barbacoa con espelta caramelizada y arándanos con salsa de Antésite, ¿te apetece?
   
• A continuación, podrás recorrer el Saona a pie o en bicicleta antes de participar en el curso de cocina que propone L’atelier Gourmand.

Dónde dormir: en el hotel Hotelo, que cuenta con un bar de chocolate y otras delicias como gofres. Es un lugar con un interior muy acogedor y está a tan solo 5 minutos de la estación.

Durante este trayecto, mantén la cámara a mano hasta llegar a Annecy, conocida como «la Venecia de los Alpes». De hecho, no tiene mucho que envidiarle a su homóloga italiana.

• A 10 minutos a pie de la estación se encuentra el bistrot Mazette, con un nombre ambiguo y una carta variada: torta de queso Comté y jamón trufado como entrante, y quenelle de lucio con espinacas y emulsión de langostino como plato principal.
   
• Por la tarde, disfruta de las orillas del lago de Annecy en un restaurante estrellado rodeado de montañas y famoso por sus chefs premiados. Entre ellos, Yoann Conte, galardonado en la categoría de «gastronomía sostenible» de la Guía Michelin por su compromiso y respeto por el medio ambiente. Es una excelente razón para probar sus platos elaborados con «productos brutos que destacan como nadie las materias y los sabores», todo ello en un ambiente de chalet.

Dónde dormir: en L’Impérial Palace Annecy, que participa en numerosas acciones ecorresponsables e invita a sus clientes a adoptar comportamientos similares.

• Después de este trayecto en tren, deja la maleta en el hotel y recorre la Viarhôna en bicicleta, una ruta ciclista acondicionada a lo largo del Ródano, en dirección a un restaurante excepcional.
   
• En un ambiente relajado y vegetal, con un estilo japonés, la chef Anne-Sophie Pic expresa toda su creatividad en platos excepcionales. Con dos estrellas en la Guía Michelin, ofrece una experiencia gastronómica mágica, donde cada plato cuenta una historia y despierta los sentidos.
   
• Para comer, no olvides probar el Suisse de Valence, una galleta con trocitos de cáscara de naranja confitada y aroma a flor de azahar, en forma de muñeco.

Dónde dormir: en el hotel Maison de la Pra, en el centro. Es un lugar auténtico y encantador con solo 2 suites y 2 habitaciones.

• A solo 10 minutos andando del Hotel Florence, sal de la estación para estirar las piernas y dejar tus pertenencias en el hotel.
   
• Luego, puedes ir andando o en bicicleta a un restaurante especializado en marisco: Coquillages Bouchet. Nos decantamos por las costillas marinadas, la viera Signature, el langostino Royal, pero sobre todo por las recetas exclusivas como la ostra marinada con nata fresca, yuzu y huevos de trucha.
   
• Por la tarde, tendrás tiempo para visitar y contemplar el puerto, la colina del Château y la Promenade des Anglais.

¿Dónde dormir? El Hôtel Florence, el primer hotel 3 estrellas de Niza con Eco-label, se encuentra a 5 minutos a pie de la Promenade des Anglais.

Este es el trayecto más largo de nuestro viaje en tren. Si no has tenido la oportunidad de pasar por la famosa panadería Bio Brod de Niza para hacerte con unos bocadillos, puedes probar el menú del coche cafetería. En este momento, se ofrece una ensalada de cebada, huevo poché, crema de guisantes y nabo agridulce firmada por el chef Thierry Marx.

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