24 horas en el InterContinental Lyon Hôtel-Dieu

Nada más entrar en el edificio, sorprende la arquitectura de este antiguo hospital, que ha cultivado la hospitalidad desde la Edad Media. Esta sensación se refuerza al pasar por debajo de la cúpula y su dovela central de 32 metros de altura, diseñada por el arquitecto Jacques-Germain Soufflot, responsable también del Panteón de París. ¡Grandiosa bienvenida!

Optamos por una suite dúplex, emblemática del establecimiento y de su arquitectura. ¿Su originalidad? Se entra por la primera planta, antes de bajar al dormitorio. Los grandes ventanales de las dos plantas permiten disfrutar de la vista del Ródano y de la ciudad de Lyon que se extiende a tus pies. En cuanto a la decoración, el lujo discreto recuerda el pasado monástico del edificio.

En el Dôme, el bar del hotel, no te cansas de admirar la cúpula, sus balcones y columnatas. Se puede abrir el apetito compartiendo una cervelle de canut, un plato típico de Lyon elaborado con fromage blanc y hierbas aromáticas. En la carta, los originales cócteles utilizan las especialidades lionesas, como el praliné rosa de la creación homónima, Le Dôme. Elegido Mejor Bar de Hotel del mundo en la ceremonia de los Premios Villégiature 2020-2021, reconocido por la excelencia de su servicio, su arquitectura y su mixología.

Te sientas en la luminosa sala del restaurante Epona, que recorre la imponente fachada del edificio. Con su suelo de piedra, su techo de madera y sus paredes enlucidas, el lugar ha conservado los acabados arquitectónicos del lugar. Podrás disfrutar de los platos clásicos lioneses revisados por el chef Mathieu Charrois, que se puede observar en la cocina acristalada que se abre a la sala. Optamos por la K'nelle, una crujiente reinterpretación de la famosa quenelle lionesa. A menos que uno prefiera las ancas de rana servidas con patas de cerdo y una emulsión de tomillo. Imposible levantarse de la mesa sin probar la tarta de praliné rosa o el Dôme -¡de nuevo! -una creación de chocolate negro crujiente y fundente.

Aprovechamos la céntrica ubicación del Hôtel-Dieu, en la Presqu'île, entre el Ródano y el Saona, para ofrecernos un paseo nocturno por la ciudad famosa por su iluminación y la puesta en escena de sus monumentos. Empieza por la colosal fachada del Hôtel-Dieu, de 360 metros de longitud y coronada por la famosa cúpula de Soufflot. Plaza de los Jacobinos, Teatro de los Célestins, Plaza Bellecour... Seguimos hasta los muelles del Saona para admirar el Palacio de Justicia y su fachada con columnas, así como la basílica de Fourvière que domina la ciudad.

Después de explorar Lyon de noche la víspera, disfruta de un desayuno gourmet con vistas al Ródano desde su habitación. Después de una pausa apacible, visita el spa Cinq Mondes, situado en el Hôtel-Dieu, que ofrece una acogida especial a los huéspedes del hotel, incluido el acceso a la sauna, a la sauna privada de infrarrojos y al hammam. Para una relajación absoluta, elige entre una tisana reconfortante, un tratamiento facial rejuvenecedor o un masaje relajante. Relajación garantizada.

• Spa Cinq Mondes Grand Hôtel Dieu

Cuando el sol está en su punto más álgido, puedes relajarte en la terraza del restaurante Epona. Con su porte de claustro, promete ser un almuerzo sereno pero lejos de ser monástico. Al igual que el día anterior, será difícil decidirse entre la Salade Epona, una reinterpretación de la ensalada lionesa con su huevo perfecto, y la Belle de Lyon, que combina tomates, Côtes-du-Rhône y Saint-Marcellin. Aunque la sopa de helado de fresa parece una opción tentadora para finalizar esta comida con un toque ligero, es difícil resistirse al parfait de helado de Chartreuse y a la tarta de praliné.

Paseamos a la sombra por las arcadas del Grand Hôtel-Dieu en busca de un pequeño recuerdo gourmet para llevar en la maleta. Es seguro que encontrarás lo que buscas en las Halles du Grand Hôtel-Dieu, que reúne a nueve de las grandes casas gastronómicas de Lyon. ¿Quieres saber más sobre la historia del lugar? Sigue uno de los recorridos ofrecidos en la aplicación móvil. Cuando la tarde llega a su fin, es hora de proseguir el viaje. Al caer la tarde, aprovechamos las horas que nos quedaban para visitar la Cité de la Gastronomie antes de finalizar nuestro viaje.

• Halles du Grand Hôtel-Dieu