La región de Occitania, en el sur de Francia, lo tiene todo para gustar, ya que es destino que combina playa y montaña, campo y ciudades cosmopolitas. Esta variedad de paisajes es una gran ventaja, ya que las familias pueden elegir el lugar que mejor se adapte a sus deseos y quedarse durante toda su estancia, o seguir una vía verde o subirse a bordo del tren y descubrir los cuatro tipos de vacaciones que ofrece la región.
Vacaciones junto al mar
Viajar en familia es una de las maneras más enriquecedoras de conocer mundo y de compartir tiempo de calidad con nuestros hijos. Y qué mejor manera de pasárselo bien con los más pequeños que haciendo actividades en el mar. Occitania cuenta con 220 kilómetros de costa virgen, desde la Camarga hasta la Costa Vermeille y la frontera española. Los reyes de la casa se lo pasarán en grande con los deportes acuáticos, jugando en la arena y con los paseos por la naturaleza mientras que los padres disfrutarán con la talasoterapia, los baños de sol y las exquisitas propuestas gastronómicas de los pueblos pesqueros de la región. Y es que los niños se quedan con la boca abierta con los caballos, toros y flamencos rosas de Aigues-Mortes y los progenitores aprecian su excepcional patrimonio arquitectónico, sus animadas y coloridas calles, y las salinas y sus matices rosáceos, en el corazón de una naturaleza salvaje y preservada. Asimismo, una propuesta senderista perfecta para realizar en familia es la vuelta del Etang du Doul, en el corazón del Parque Natural regional de la Narbonnaise, que se recorre por una pasarela de madera sobre el agua.
Montañas de Occitania: Pirineos, las Cevenas y el Aubrac
Si lo que se está buscando es pasar unas vacaciones en la montaña, Occitania pone sobre la mesa tres destinos excepcionales: los Pirineos, las Cevenas y el Aubrac, estos dos últimos ubicados en el Macizo Central. En la cordillera que separa España y Francia los más pequeños alucinarán con algunos animales como los isardos, los íbices y las marmotas, así que un buen plan podría ser una salida con los guardias del Parque Nacional de los Pirineos para conocer la fauna salvaje. Otras excursiones que merecen la pena son las que nos llevan a contemplar las cumbres más emblemáticas de esta cadena montañosa como el Vignemale, que se ve desde el lago de Gaube, el Pic du Canigó y el Pic du Midi, accesible en teleférico. Por su parte las Cevenas ofrece a las familias una forma muy original de llegar con el tren de vapor que parte de Anduze, capital de los jarrones homónimos, y que se dirige hacia Saint-Jean du Gard, en el corazón del valle de Gardons. Los 154 menhires del Cham des Bondons, el segundo yacimiento megalítico de Europa, el lago de Villefort y el pueblo medieval de La Garde-Guérin son algunos de los lugares de obligada visita en esta cordillera. Por último, Aubrac es un verdadero paraíso para hacer senderismo y excursiones tanto a caballo como en bicicleta de montaña ya que cuenta con más de 600 kilómetros caminos señalizados. Un buen momento para viajar en familia al Aubrac es durante la fiesta de la trashumancia, a finales de mayo, cuando tiene lugar un desfile de vacas ornamentadas con flores que se dirigen a sus pastos.
La campiña occitana: unas vacaciones verdes
El campo de Occitania rebosa de lugares y actividades excepcionales. Un ejemplo es hacer remo de pie en familia de noche (el único requisito es saber nadar) en las Gargantas del Tarn que permite ver la fauna nocturna de la zona como castores y truchas. Un emplazamiento que llama mucho la atención a los niños es el Gouffre de Padirac, una sima que es considerada una de las mayores curiosidades geológicas de Francia y que se puede admirar tanto en barco como a pie. El campo no está reñido con las actividades en el agua. Y es que en los ríos de Occitania los más atrevidos pueden practicar barranquismo o tubing y los más sosegados se dan chapuzones refrescantes en la playa del Pont du Diable. Y, como no podía ser de otra manera, una excursión en bicicleta de montaña en familia puede ser la guinda de unas vacaciones en el campo. A tal efecto los senderos del Valle del Hérault son perfectos para ir sobre pedales.
Para familias urbanitas
Esta región de Francia cuenta con dos grandes urbes perfectas para familias urbanitas y varias ciudades medianas que bien merecen una escapada. Por un lado, Toulouse lo tiene todo para convertirse en una escapada inolvidable con los más pequeños. En este sentido los niños pueden ser astronautas por un día en la Ciudad del Espacio, descubrir cómo son los aviones por dentro en Aeroscopia, conocer a los pioneros de la aviación en el museo l’Envol des Pionniers y disfrutar en Halle de La Machine, un moderno hangar que alberga una sorprendente exposición de magníficas maquinarias.
Por su parte, Montpellier es una ciudad milenaria, dinámica y creativa que combina a la perfección su patrimonio antiguo con la arquitectura contemporánea. Es una urbe muy alegre y muy mediterránea y a los peques les encanta porque la pueden recorrer en uno de sus medios de transporte preferido: el tranvía. Además, Montpellier es una ventana al Mediterráneo ya que está a tan a solo 11 kilómetros de la playa.
Por último, si lo que apetece a la familia es descubrir poblaciones más tranquilas, en Occitania se encuentran algunas localidades medianas que destacan por su monumentalidad como Cahors, Nîmes, Carcasona y Albi, las dos últimas clasificadas como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Unas vacaciones en tren para disfrutar a tu propio ritmo de los 4 universos de Occitania
¿Te cuesta decidirte entre unas vacaciones junto al mar, en la montaña, en el campo o en la ciudad? No tienes por qué elegir, opta por los cuatro destinos en un viaje de 3 días o más a tu medida. Para ello, sube a bordo en el circuito ferroviario Occitanie Rail Tour con salida en Toulouse. A continuación, viaja hasta Foix, con su castillo y su casco antiguo, en el alto valle del Ariège. A continuación, toma el tren de regreso a Ussat-les-Bains, de 25 minutos de duración, para realizar un safari de espeleología en la cueva de Lombrives. ¿O prefieres una actividad más deportiva, subir al Plateau de Beille en bicicleta eléctrica de montaña desde la estación de Les Cabannes? No muy lejos se encuentra Ax-les-Thermes, con sus baños de aguas sulfurosas calientes, y el impresionante paisaje de alta montaña de la Cerdaña, con parada en la estación de Latour-de-Carol. Es hora de cambiar de tren y tomar el Canari (el famoso trenecito amarillo) para un emocionante viaje en uno de los trenes más antiguos y altos de Europa. Podrás detenerse en la estación de Mont-Louis, con su ciudadela de Vauban declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en la estación de Thuès, cerca de las gargantas de Carança, o en Villefranche-de-Conflent y su fuerte de Liberia. A continuación, los órganos de Ille-sur-Têt y sus paisajes del Far West, y Perpiñán (Halles Vauban, barrio de Saint-Jacques y Palacio de los Reyes de Mallorca), antes de terminar en el puerto de Collioure, la perla de la costa vermeille. ¿Deseas prolongar este placentero viaje? El circuito ferroviario Occitanie Rail Tour te permite continuar tu viaje por la costa, descubriendo el patrimonio, la gastronomía y los viñedos de la región de Collioure.
Por France.fr
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