Han sido necesarios 15 años y 280 empresas francesas de vanguardia para realizar uno de los proyectos parisinos más colosales. Unas obras ingentes fieles al espíritu pionero de estos grandes almacenes, verdadero monumento parisino, que mezcla arquitectura de estilos Art Nouveau y Art Déco y una fachada futurista de cristal. Esto justifica el eslogan de este templo de las compras y la moda: "La Samaritaine, el París que amamos".
Más de 150 años después de su inauguración, La Samaritaine ha reabierto sus puertas en el año 2021 tras someterse a una espléndida renovación a cargo del grupo LVMH, propietario del edificio. Se ha recurrido a los savoir-faire de expertos para colocar, restaurar y, en ocasiones, recrear de manera idéntica los elementos de una decoración única diseñada por los grandes maestros del Art Nouveau y Art Déco, catalogada como Monumento Histórico. ¿El resultado? Un logro que devuelve al edificio su papel vital en el latir de París.
Mezcla de épocas
Para el nuevo edificio, los arquitectos debían ser tan atrevidos como sus predecesores que crearon la emblemática fachada de estilo Art Nouveau de la Samaritaine a finales del siglo XIX. Un reto al que ha hecho frente la agencia Sanaa que ha realizado una verdadera proeza técnica y arquitectónica con la nueva fachada contemporánea en la calle de Rivoli. Nada menos que 343 paneles de vidrio de forma curvada y serigrafiados de 2,70 m por 3,50 m forman unas ondulaciones irregulares cuyos pliegues evocan la ligereza de la caída de un velo. Una inspiración poética que se encuentras en los juegos de reflejos sabiamente estudiados: se contempla el cielo, las fachadas haussmanianas y, con un poco de imaginación, los juegos acuáticos del Sena situado en las inmediaciones…
El Art Nouveau recupera sus colores
Con sus tonos vivos y su decoración floral, los paneles de lava esmaltada formaban uno de los elementos destacados del edificio Art Nouveau creado por Frantz Jourdain a finales del siglo XIX. Colocadas tras una operación muy delicada, han sido objeto de una minuciosa restauración destinada a volver a dar vida a los motivos y colores difuminados e incluso ocultos por las diversas capas aplicadas sucesivamente. Para reconstituir el extraordinario muro vegetal que vestía el edificio, 25 paneles han sido rehechos de forma idéntica: un encargo realizado por la esmaltadora Maria Da Costa que ha dedicado todo su saber hacer. ¡Realizar un solo panel toma 15 días y cuatro cocciones!
Los herrajes restaurados
Bajo la inmensa cristalera (¡1.000 m2!), las barandillas y ménsulas que separan las plantas vuelven a hacer bailar sus volutas coronadas por hojas de castaño doradas. Realizado por Edouard Schenck dentro del más puro estilo Art Nouveau, el conjunto de herrajes – más de 600 metros en total – ha sido restaurado por el Atelier d’Oeuvres de Forge en Dordoña. Alargar o reducir los elementos para restituir la simetría de origen, fabricar nuevamente las piezas que faltaban, volver a dorar las nervaduras… Los cerrajeros y forjadores han realizado un verdadero trabajo de orfebrería.
Un hotel excepcional
Del lado del Pont Neuf, el icónico edificio Art Déco se dispone a recibir el primer alojamiento urbano de la colección Cheval Blanc. Un hotel excepcional pensado como un establecimiento privado con 26 habitaciones y 46 suites, cuatro restaurantes y bares, uno de ellos gastronómico dirigido por el chef Arnaud Donckele, un Spa Dior Cheval Blanc y una piscina de 30 metros de largo. Vistas increíbles sobre París, obras de arte y mobiliario a medida, juegos de colores y de materiales. Entre herencia histórica y espíritu contemporáneo, la decoración obra de Peter Marino es ante todo un deslumbrante homenaje al París refinado y eterno.
150 años en constante evolución
Todo empezó en 1870 cuando Ernest Cognacq, pronto ayudado por su mujer Marie-Louise Jaÿ, fundó una tienda en la esquina entre las calles del Pont-Neuf y de la Monnaie. Desde entonces, el lema de la casa, “en progreso constante”, no ha pasado en absoluto de moda. Porque con el paso de los años, la “Samar” no dejó de extenderse gracias a la compra de edificios vecinos y proyectos de obras cada vez más colosales. En su momento de mayor gloria, este “palacio de la tentación” alcanzó los 80.000 m². En 2021 es ya un barrio completo: 70.000 m2 renovados o construidos con unos grandes almacenes de 20.000 m2 gestionados por DFS, un hotel de 5 estrellas excepcional, oficinas, viviendas y una guardería.
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Por Anne-Claire Delorme
Periodista y viajera.