Francia es, junto con suiza, la cuna del senderismo. Desde hace más de un siglo, en los Alpes y los Pirineos institucionalizaron este concepto, aprovechando estructuras que podrían haber caído en el olvido y la degradación, para desarrollar un equilibrado modelo de explotación turística en entornos naturales.
Nubes que decoran un cielo azul intenso, aire puro, cumbres agrestes, pueblos de cuento, estaciones de esquí con solera, cumbres míticas, canales helados, paredes que invitan a ser escaladas, bosques frondosos, senderos de cuento, lagos de aguas cristalinas, caminos donde pasear con niños, animales en libertad, caballos, asnos, águilas, buitres, vacas, marmotas y algún que otro cervatillo que se deja ver entre los abetos...
A finales del invierno, los árboles del camino reciben al visitante con un manto blanco capaz de crear un efecto realmente único si sopla algo de viento. Es la magia del Pirineo francés, con sus bosques de ensueño, cumbres míticas, glaciares que sobreviven con orgullo y rincones que trasladan al senderista y al montañero hacia otra dimensión, desde el Atlántico al Mediterráneo y viceversa.
El Pirineo galo es el Pirineo de los pequeños pueblos sobrios, de paredes grises y tejados capaces de resistir la dureza de un clima extremo. También es la cuna de estaciones de esquí de renombre internacional tales como Cauterets, Saint-Lary o Font-Romeu.
Si la montaña te apasiona, todavía estás a tiempo de descubrir los grandes miradores que, ya sea a pie, en tren o en teleférico, te ayudarán a disfrutar de maravillosas cumbres y valles... en formato panorámico. He aquí una guía para preparar tus itinerarios.
La Rhune (905 m)
La cumbre de La Rhune se levanta 905 m por encima de la costa vasca, ofreciendo al visitante uno de los panoramas más impresionantes del Pirineo vasco, a ambos lados de la frontera.
Pica del Canigó (2.784 m)
Subiendo desde el Este, el primer macizo de más de 2.000 m que encontramos en territorio francés es el Canigó. Su cumbre más elevada, la Pica del Canigó es, junto con las otras dos picas pirenaicas, la del Carlit y la de Estats, una de las cumbres más visitadas del Pirineo Oriental, visible desde gran parte de las comarcas de la Cataluña Norte y desde el mar Mediterráneo.
Carlit (2.921 m)
La subida al Carlit (o Pica del Carlit), nos descubrirá una de las zonas lacustres de mayor belleza dentro de la comarca de la Alta Cerdanya.
Pic du Midi de Bigorre (2.876 m)
El Pic du Midi de Bigorre es un mundo aparte, una maravilla que bien se merece una visita de una jornada entera, ya sea subiendo a pie o en teleférico desde La Mongie.
El macizo del Vignemale (3.298 m)
Para descubrir el impresionante macizo del Vignemale, cuya cumbre más elevada (Pique Longue) es la más alta del Pirineo francés (3.298 m), recomendamos subir desde Cauterets.
Por Víctor Riverola i Morera
Ex-corresponsal internacional. CEO en la productora Matterfilm. Autor de 14 libros y 4 documentales. Alpinista, viajero incansable.