Olvida todo lo que crees saber sobre el norte de Francia. Porque si hay una región que debes visitar dejando atrás los tópicos, esa es Altos de Francia. Entre una rica cultura y espectaculares paisajes, descubramos las riquezas de esta acogedora tierra.
Lille, entre cultura y street cultura
Es imposible hablar de Altos de Francia sin mencionar su bella capital, Lille. Muy animada, esta ciudad universitaria ofrece un centro histórico, el Viejo Lille, absolutamente soberbio. Pasear y perderse en ella es dejar que los ojos se maravillen con los míticos ladrillos rojos del norte de Francia que visten los antiguos edificios de las calles empedradas. Una postal viva que ofrece monumentos históricos en cada esquina. En Lille se siente la cultura.
La ciudad también ha conseguido dar un soplo de aire fresco a esta rica historia para convertirse en un baluarte de la escena cultural alternativa. Para los amantes del arte callejero, la ciudad de Lille es el nuevo paraíso. El lugar ideal es la Gare Saint Sauveur, donde los artistas callejeros han dotado a la zona de un alma maravillosa al embellecer las paredes. El colectivo Renart recoge en un mapa en línea todas las obras de arte callejero más recientes de Lille.
La gastronomía también es una cita obligada en la región Altos de Francia. Y a este nivel, ¡qué riqueza y rico está todo! Para captar todos los sabores de las especialidades locales, acude al estaminet Chez la Vieille, una taberna situada en el centro de la ciudad, para degustar las tradicionales fricadelle y las famosas Welsh au Maroilles...
Mapa de las rutas de arte callejero en la metrópoli de Lille Estaminet Chez la Vieille Oficina de Turismo de Lille
¡A la aventura en un litoral espectacular!
La región de Altos de Francia cuenta con un litoral impresionante, reconocible entre muchos otros por su particular y bello aspecto. Largas y anchas playas protegidas por altas y salvajes dunas... En esta región se deja que la naturaleza de la costa se exprese, y es mucho mejor así.
Una de las visitas obligadas de la región es la bahía del Somme, tarjeta de presentación de Francia ante el mundo. Para pasar un día perfecto, pasea por las bonitas callejuelas de Saint-Valery-sur-Somme, con sus coloridas casas llenas de carácter. Para el final del día y la puesta de sol, disfruta de un paseo a caballo por la playa y la vegetación en la zona ecuestre de Henson-Marquenterre.
¿Quieres sentirte en el otro extremo del mundo? Ve a la bahía de Authie para dar un paseo en una canoa hawaiana. Y eso no es todo, porque la recompensa a tu esfuerzo será aún más hermosa e inusual, con el privilegio de observar focas, en alta mar, desde tu canoa. Sí, efectivamente estamos en Altos de Francia. Por último, para admirar una puesta de sol excepcional, diríjete a los espectaculares acantilados de Ault y disfruta de las vistas.
Oise, entre tradicional y moderna
La región de Altos de Francia nos lleva, a las puertas de París en el departamento de Oise, a uno de sus más bellos representantes, el Castillo de Chantilly. Auténtica joya del patrimonio francés, el sublime castillo y su parque de 115 hectáreas fueron modelados entre la Edad Media y el siglo XIX para convertirse en una visita obligada en la región.
¿No te gusta la vida de castillo? Cambiamos por completo de escenario y visitamos Crépy-en-Valois, para los amantes de la aventura. Allí te espera una noche totalmente inusual, ya que tienes la posibilidad de dormir en la cabaña de los tramperos. Un sencillo ambiente canadiense, en una cabaña de madera en plena naturaleza y a sólo 1 hora de París...
A las puertas de Champaña
¿Sabías que el 10% del champán que se produce en Francia procede de Altos de Francia? Otra particularidad de la región, a menudo ignorada, que se puede descubrir en el dominio de Champagne Lévêque Dehan, en Barzy-sur-Marne. Allí es posible degustar este producto estrella del terruño francés frente a un paisaje impresionante, clasificado como patrimonio de la Unesco. ¡Qué bonita es Francia!
Para saber más:
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